El polvo que acumulan los zapatos.
Es una imagen genial, habla de cansancio y satisfacción.
A veces uno se cansa de limpiarlos, en esos momentos lejos del camino en que lo que uno quiere es descansar.
Pero cuando los limpia se completa la sensación de cansancio y satisfacción.
O quizás ahora lo siento así.
Nuevamente entonces la pregunta, ¿uno vive las cosas plenamente en el momento? ¿El recuerdo del momento es mucho más pleno que el momento?
La foto de todos sonrientes oculta las peleas y discusiones de la reunión y podría parecer una máscara pero, ¿no es la foto la que refleja la verdadera voluntad, que es que todos quieren estar bien allí juntos, aunque no puedan lograrlo plenamente?
La vida es mezclada, la felicidad no viene sola; glory be to God for dappled things.
¿Habría felicidad sin tristeza? ¿Son felices quienes no son libres?
Entonces ahí está el verdadero valor de esa libertad que tantos nos cuesta aceptar y valorar a los humanos cuando vemos el sufrimiento, el mal que hacemos.
Libertad para amar. No amaría si no fuera libre (y por ende si no pudiera no amar).
No sería feliz si no estuviera triste.
Y estamos tristes porque algo nos falta.
El hombre no desea la vida eterna o la vida con Dios solo porque tiene una “obsesión por perdurar”, señor ateo que canta. El hombre tiene una “necesidad” (casi fisiológica) de entender todo alguna vez, de ser feliz para siempre. Ud. también. No se aguante.