jueves, 10 de diciembre de 2009

¡Allanad los caminos!

El Adviento se empeña en hacerse notar, en medio de las ocupaciones que lo quieren ahogar.
F. pregunta por la eternidad de Dios y cómo es que entonces (si es eterno) nace en Navidad; el obispo manda una carta llamada “Discípulos misioneros” y a uno le recuerda los impulsos juveniles (¡pero el llamado es también hoy!).
La Virgen Inmaculada me regaló un descanso y volví a la lectura de la Historia de Cristo de Papini. “La magia sigue intacta”, diría un diario deportivo. Papini apasiona con sus palabras apasionadas... “Pero el Subversor más grande es Jesús. El supremo Paradojo, el Agitador radical y si miedo. Su grandeza está aquí. Su eterna novedad y juventud. El secreto por que gravita todo corazón grande, tarde o temprano, hacia su Evangelio”.
Tiempo para oración, confesión, propósitos... ¡Allanad los caminos!

9 comentarios:

Mae Ortiz dijo...

""el obispo manda una carta llamada “Discípulos misioneros” y a uno le recuerda los impulsos juveniles (¡pero el llamado es también hoy!)"".
Me identifico con esta frase. También hoy, con familia y "gurises", hay espacios para la misión, la que nació en aquellos años de adolescencia; el tema es saber cómo.

Juan Ignacio dijo...

El obispo no es tan ambicioso, pero para eso están los laicos también. Digo eso porque si bien él menciona las misiones juveniles, amplia el significado de misión a una actividad diaria. Aunque qué lindo una misión en familia, ¿no?

En principio destaca que como cristiano se es "a la vez" discípulo y misionero (escuchar y llevar). Que no son cosas excluyentes sino simultaneas.

Y etc.

AleMamá dijo...

¡Qué mal nos cae este tiempo de reflexión en el hemisferio sur, Juan Ignacio, ¿cierto? es un correr por montones de motivos, entre otros matrimonios de hijos de amigos cada sábado. Ya he comprado reglaos en serie, y no es chiste.En todo caso, que bueno que los hijos de mis amigos se casen, ¿no?
Un abrazo grande

Juan Ignacio dijo...

Estamos igual. En dos fines de semana tuve 3 casamientos, una fiesta de 40 años, una de 80 y otra de 90, todas en salón.

Y a eso sumale la carrera de fin de año laboral.

Todo va en contra de la preparación del Adviento.

Francisco Cavada dijo...

Yo he tenido que responder esa pregunta a mi sobrina: ¿cómo es que Dios nace sólo en el mes de diciembre?

Hay que explicarle a la pequeña que la fecha es conmemorativa, y que viene a celebrar lo más lindo que le sucedió a la humanidad: el nacimiento del Dios hecho hombre, Jesús.

Poco a poco la pequeña está comprendiendo el mensaje. Sin embargo, es niña y está inmersa dentro de una cultura que se acostumbró a consumir, más que a reflexionar.

Un abrazo cariñoso ;-)

Fernando dijo...

Tremendas preguntas las de los niños, Juan Ignacio. Espero que estuvieras a la altura de las circunstancias.

Sí, es un tiempo importante, ojalá no fuera un Adviento más, ojalá fuera el Adviento que cambiara nuestra vida para muchos años. Pero, sí, aunque uno viva en tierras frías en diciembre, la tentación está ahí: las comidas de Navidad, ir a belenes, ir a conciertos...

No me puedo quejar: Dios está teniendo gracias especiales conmigo, en estas semanas. A ver si dura hasta el 24.

Juan Ignacio dijo...

Que dure por siempre, Fernando. Gracias por los comentarios a vos y a Francisco Javier, que hace poco fue su santo.

Kike dijo...

¡Bien dicho ahí! Bien dicho. Ya pocos hablan de Dios en Navidad, y los que lo hacen, apenas si hablan de paz, amor y unión, olvidando la Encarnación. Y como, además, la Navidad es tiempo de alegría e ilusión infantil, se tiende a olvidar que es un tiempo de con-ver-sión. Salud y feliz Navidad (pero de la de en serio).

Pame... dijo...

Tiempo de apostolado... como invita el Santo Padre, apostolado bloggero!!...
Y si el Santo Padre lo dice... ;)