martes, 6 de noviembre de 2012

Ilusión

Hoy se llama iluso al que cree en algo más allá de este mundo. Y nadie usa la palabra para el que vive engañado por la ilusión de este mundo.

Es de persona elevada ilusionarse con lo que nos piden las entrañas, como la felicidad. Más elemental es ilusionarse con las cosas que nos muestran los sentidos. Y definitivamente un engaño pensar que la ilusión de felicidad debe ser despreciada.

Este mundo no es más que un instrumento. Exagerando diría que es casi una necesidad básica, fisiológica. Pero es un error corriente que se consideren más importantes las necesidades fisiológicas que las espirituales.

5 comentarios:

AleMamá dijo...

Amén.

Fernando dijo...

Tienes toda la razón, Juan Ignacio. Pero hay que comprender a nuestros contemporáneos. Si no hubiéramos recibido formación religiosa –como le ocurre a tanta gente- ¿que visión de la vida podríamos tener? Las "necesidades espirituales" (el amor a la ciencia, a la sociedad, a la humanidad, a la cultura) se pueden venir abajo sin el fundamento firme de la fe. Mientras que el gusto por las "necesidades fisiológicas" (un buen asado, una buena canción, un buena relación) nunca pasan, por muchos problemas que tengamos, por muchas crisis que pasemos.

Anónimo dijo...

No tenemos ni idea de que hacemos en este mundo...pero no creo que debas tomar todo por sentado....hay muchas cosas que no sabemos....pero que debemos aprender....el camino es largo y la humanidad necesita mas tiempo...

Juan Ignacio dijo...

Sin duda, Anónimo.

Por eso nunca saqué el "Aquí estamos" del título. Este mundo es necesario para el otro. Pero en condición de "necesario" es inferior a aquello para lo cual sirve.

Juan Ignacio dijo...

Igual yo creo que las necesidades espirituales son anteriores a la religión, Fernando. No se necesita tener una religión para tener necesidades espirituales sino que, al revés, las necesidades espirituales despiertan en el hombre la religión.