lunes, 11 de noviembre de 2019

Nubes

Las montañas que ven volar sobre ellas, a ras de cielo, a las águilas, y sienten las sombras de éstas recorriendo su blancura, ansían ser estepa que sienta sobre sí las pisadas de los leones. Y mirándose las montañas y las estepas, y cambiando sus pensamientos, aguileños los de aquéllas y leoninos los de éstas, sueñan en el águila-león, en el querubín, en la esfinge. Y lo ven en las nubes que, acariciando la estepa, como una mano que pasa sobre la cabellera de un niño gigante, van a abrazar a las montañas”.
(Unamuno, Paisajes del alma)

¡Ay, provincia tendida! (Aire de triunfo)
(Letra: Francisco Lanusse; Música: Carlos Moscardini)


Recitado
Estas nubes que pasan saben todo
y sombrearon pasto a pasto tu planicie.

Cantado
Aparecen limpiando del oeste,
con los vientos del sur arreando frío.
Desde el este empujando las tormentas
o cargadas de norte a bocanadas.
Algo expresan a lo lejos estas nubes
y semejan a Dios, más que a nosotros.

¡Ay, provincia tendida, inmenso cuero,
qué remoto alejarse el de esas aves!
Por la lisa techumbre de tu cielo,
¡qué remoto alejarse el de esas aves!
Yo también, igual al ave, bebo tu aire
y mis ojos, como ellas, alzan vuelo.

De ese modo, vivo herido de horizontes;
me demoro en tus lagunas, abismado.

Volver casi borroso de tus tardes,
de rondar tus crepúsculos, por eso
tengo el alma transida de infinito,
no hallo más ambición que andar callado.

Los dos últimos versos parecen dar con la sabiduría. Y no hay mucho que decir de ellos. Son de los que te quedan pegados al alma. Pero unos anteriores, de las nubes, a mí me gusta interpretarlos de una manera que probablemente diste mucho de lo que quiso decir el autor:

“Algo expresan a lo lejos estas nubes
y semejan a Dios, mas que nosotros”.

Pensaba que serán las nubes como Dios porque pasan para todos igual, sin distinguir raza, riquezas, etcétera. Como el sol que sale sobre malos y buenos. Un amor tan difícil de igualar por nosotros.

Posdata: Moscardini musicalizó otro poema, uno de Oliverio Girondo llamado Campo Nuestro, que también menciona a las nubes. Pero lamentablemente Moscardini no musicalizó la parte que habla de las nubes, y que dice:

Pasan las nubes, pasan
—¿Quién las arrea?—
tobianas, malacaras,
overas, bayas;
pero toditas llevan,
campo, tu marca.

Dime, campo tendido cara al cielo,

¿esas nubes son hijas de tu sueño?...

Pero como la composición es genial y hay un video fresquito grabado en la Usina del Arte, la dejo como yapa.

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