No es necesario que un libro tenga una tapa ilustrada. No me es necesario. Es más, uno diría que poner una ilustración en la tapa tienta al mal gusto. Como en esas ediciones baratas de clásicos (y no tan clásicos también).
Pero un nuevo capítulo en el tema son los libros cuya imagen de tapa fue tomada de un banco de imágenes. Ahí puede o no haber mal gusto, pero siempre es una decepción. Nada como una obra, linda o fea, pero hecha para el libro.
La que encabeza esta entrada fue hecha por Elsa Suárez Girard para los Cuentos Completos de Stevenson, de Penguin. Luce en la foto con una antigua lámpara y ambas se encuentran en estos momentos en una ciudad frente al mar. Nada más propicio.
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