domingo, 17 de marzo de 2024

Cosas para hacer mientras uno lee un libro de cuentos

Cuando los cuentos son buenos no se puede seguir con otro sin asimilar un poco el anterior. A veces hay que hacer pausas.

He aquí una lista de cosas para hacer en esas pausas:

- Rellenar el vaso;

- Ir a buscar varios señaladores (recordar aquí que los señaladores intermedios deben ser de papel muy fino para no estorbar en la natural curvatura de las hojas señaladas, que quedarán por izquierda o por derecha de nuestra lectura; suelo leer en forma ordenada pero no es imposible que uno adelante algún cuento por alguna recomendación o quiera dejar uno anterior marcado para una revisita);

- Ir al índice y marcar los cuentos que más te gustaron;

- Leer un poco de otro libro, quizás de otro estilo, por ejemplo continuar con un ensayo o darle un nuevo toque al libro que quedó ahí en la pila y nunca terminaste pero tampoco te decidiste a enterrar en la biblioteca (a la inversa, este nuestro libro de cuentos puede ser el que nos esté sirviendo en las pausas de, por ejemplo, una larga novela de la que tenemos que descansar);

- Hacer autodefinidos;

- Buscar la versión PDF del cuento para enviar a alguien a quien pensaste que le podía gustar;

- Alguna tarea física;

- Escribir este tipo de cosas.

sábado, 9 de marzo de 2024

There and back again (V)

Habría muchas cosas más para contar sobre el lugar pero es hora de contar sobre el regreso.


El viento arreciaba con todo en la Bahía Inútil y los pingüinos Rey estaban casi todos juntos y quietos protegiéndose. En verano vienen aquí, pues son principalmente antárticos.


La suerte es de Chile. Sin embargo el Parque Nacional Pingüino Rey, pequeño pero muy organizado, está muy cerca de la ruta que usamos los argentinos para ir y volver de la isla. Eso sí, solo con reservas. Y verificar medios de pago.


Si no estuvieron nunca en Punta Tombo, la sorpresa de poder caminar entre los pingüinos de Magallanes la pueden tener en el Parque Nacional Monte León. El acceso está dos horas al norte de Río Gallegos.


Las vistas de la costa atlántica son hermosas en este Parque Nacional. Se pueden quedar todo el día. A media hora está Puerto Santa Cruz para pernoctar.


Nos reservamos un día completo en Puerto Deseado pero no pudimos hacer la excursión a la Isla Pingüino, donde hubiéramos visto al pingüino de penacho amarillo. En su defecto pudimos conocer la exhuberante fauna de la ría Deseado.





Volvimos por Madryn, donde nos dimos unas últimas vistas del mar atlántico. Y por Coronel Pringles, de dónde es la foto de abajo.



domingo, 25 de febrero de 2024

There and back again (IV)

El marketing del “fin del mundo” te lleva a varios lados, pero hay otros fines del mundo menos conocidos (y no me refiero a los de Eliot: “There are other places / Which also are the world's end…”).
Veamos…
  

Las fotos que saques desde Ushuaia, por ejemplo desde la Costanera, pueden ser muy lindas, pero verás que hay cosas más allá. Entonces no es el fin del mundo. Es cierto que si nublamos el horizonte y le ponemos varios barcos podemos llegar a lograr un efecto “fin del mundo” respetable, pero ahicito enfrente de Ushuaia tenés islas y montañas chilenas y los muy taimados (de los chilenos) han declarado ciudad a Puerto Williams, en la Isla Navarino. (Eso sí es trampa, porque Ushuaia tiene sesenta y ocho mil habitantes y Puerto Williams no llega a tres; por lo tanto nombramos de facto a la argentina como la ciudad más austral).


Pero aun sin recelos internacionales uno puede ir por tierra de la Patria más al sur de Ushuaia y en un vehículo convencional. Más al fin del mundo. A eso me refería con otros fines del mundo menos conocidos. Para ir a esos lugares basta seguir la ribera norte del Canal de Beagle hacia el este.


Saliendo de Ushuaia en pocos minutos está la Playa Larga, desde donde podés ver a Ushuaia ya con sus propias montañas argentinas de fondo.


Hicimos muy buenas fotos de las gaviotas, que en la playa se te acercan mucho.


Siguiendo llegás a la Baliza Escarpados, donde ya Ushuaia se mira medio hacia el norte. Ahí podes dejar el auto y seguir caminando hasta la Estancia Túnel o el Río Encajonado.


En el camino, en el que no avanzamos mucho, hay miradores muy lindos como el mirador de la palestra y muchos “árboles bandera”.


Pero para seguir más lejos hay que ir hacia atrás. Remontar los Andes otra vez y por ahí por la mitad, seguir la ruta complementaria J, que va hacia el este y se vuelve a juntar con el Canal. Allí está el simpático Puerto Almanza. Después más allá la Estancia Harberton. Y aún más la ruta te lleva hasta lo que son los restos de la Estancia Moat. No hemos ido tan lejos, lamentablemente.

Ya sin acceso con auto, el mapa indica no mucho más allá el punto más austral de la Argentina en Cabo San Pío. Discutible noción que de por sí exige omitir las “islas del atlántico sur” o más concienzudamente el islote blanco que el cabo tiene casi enfrente. Pero de por sí esta zona de la ribera del Beagle es más austral que la Isla de los Estados.


Por aguas fuimos también, mientras la señal de los celulares nos las disputaban ya empresas chilenas. Allí estaban un faro muy pintoresco “Les Éclaireurs” y los pingüinos de la Isla Martillo.


Ver distintas especies de pingüinos era unos de los “motivos” de este viaje y en la Isla Martillo pudimos ver una nueva, el pingüino papúa o de vincha. (El otro es el Magallanes, que ya conocíamos porque es mucho más fácil de encontrar “varias latitudes arriba”).

viernes, 16 de febrero de 2024

There and back again (III)

Su clasificación es “bosque andino patagónico”, como en el suroeste continental, pero los bosques fueguinos se me presentaron originales. Los ríos esos planos como fajas (Olivia, Pipo) con sus meandros como cintas plegadas y el césped todo alrededor como fresco, como recién brotado. Un verde claro y de un aspecto ideal, hasta fantástico, que como tal parece frágil (a diferencia de un oscuro y vigoroso césped como el que conocemos en Buenos Aires). Se me ocurrió pensar que quizás eso se deba a que durante el invierno todo está bajo nieve. Aunque no estoy seguro de que eso suceda ni de que sea la explicación.


El "llao llao" o "pan de indio" (Cyttaria harioti) es de película de Ghibli. Parece del bosque de Nausicäa.


En la zona de Lago Escondido encontramos un sendero sin señalizar que nace en el camino de la reserva forestal. Segunda entrada de auto a la izquierda; el camino muere en seguida y hay que seguir a pie. Mayor sensación Ghibli aún (Chihiro metiéndose en el túnel).


El bosque siempre es misterioso. Este sendero cambia de entorno algunas veces y llega finalmente a una playita en el extremo norte del lago. Cabaña-salón aparentemente en uso pero cerrada. Botes invertidos en la orilla. Árboles caídos (como en toda la zona, es cierto). Restos de pie al viento con sus barbas verdes…


Más “cosas Ghibli” en el Parque Nacional Tierra del Fuego…


Allí en el Parque Nacional es obligado ir hasta el final de la ruta 3 en la Bahía Lapataia. El marketing del “fin del mundo” te señala además otros lugares dentro del parque como la estación postal más austral (en la Ensenada Zaratiegui) o las caminatas al límite con la reserva natural estricta, o al límite con Chile (Hito XXIV) bordeando el Lago Acigami.


Cuando el tiempo está nublado los verdes adquieren unos tonos misteriosos…


Hay quienes han podido escuchar a Hilary Hahn en Nueva York o en Europa, pero nosotros la escuchamos en un bosque en los últimos kilómetros de la ruta 3. Como de a ratos llovía, de a ratos salía el sol, el piso estaba mojado y reflejaba la luz. Avanzábamos despacio. Luces y sombras. Hilary tocaba “The lark ascending” con la London Symphony Orchestra conducida por Sir Colin Davis.


Cauquenes a montones. Pero el único blanco, el símbolo del Parque (que no es el de la foto), lo vimos fuera del mismo, en el medio del Canal de Beagle...

domingo, 11 de febrero de 2024

There and back again (II)


Estar allí te hace pensar quién es la gente que vive allí. Imaginé gente que se fue a cambiar de mundo, de vida. Hay que tener una buena razón para irse tan lejos (pero como siempre se dice: ¿quién está lejos de quién?) Me aferraba a las pequeñas cosas que podrían darme un indicio. El empleado de la empresa turística, trabajadores de una obra en construcción, empleado y clientes de la vecina oficina de Senasa, una marcha de reclamo frente a la Municipalidad, el empleado de las tarjetas de estacionamiento, etc. Pero nunca hablé con ninguno de ellos.


Estar en un mundo nuevo me da menos tiempo para meterme en un mundo de fantasía. El descubrimiento del lugar, la investigación de las cosas que allí suceden… siempre me hacen estar menos dispuesto a la lectura. El que se ve ahí es el “Grandes esperanzas” de Dickens, que yo compré pero ella leyó.

La casa tenía una decoración muy sencilla pero de un interés fabuloso para nosotros. Había un plano de la isla con dibujos de flora, fauna, eventos históricos, etc.


La autora fue doña Rae Natalie Prosser de Goodall. Si quería conocer razones para irse a vivir lejos qué mejor que este breve resumen de vida de la autora en Wikipedia: “nació en una granja cerca de Lexington, en el estado de Ohio. En su juventud ganó una beca de estudios en la Universidad Estatal de Kent, donde obtuvo, entre otros títulos, una maestría en biología. Atraída por la isla Grande de Tierra del Fuego, viajó al extremo sur de la Argentina, inspirada por la famosa obra “El último confín de la Tierra”, de Esteban Lucas Bridges. Así conoció al bisnieto del pionero Thomas Bridges, el copropietario y administrador de la estancia Harberton, Thomas D. Goodall, con quien contrajo matrimonio en 1963. Falleció en la estancia el 25 de mayo de 2015”.


Decoraba también las paredes de la casa una especie de plano catastral con todos los barrios de la ciudad y los números de manzana. Allí leemos que la ciudad más austral pareciera competir con la Reina del Plata, porque declara acercarse a los míticos cien barrios. Pero en las primeras vistas vemos que los llamados barrios a veces solo abarcan diez manzanas (¡trampa!)


A pesar de lo dicho sobre los mundos de fantasía y los libros en las vacaciones, hay veces en que un libro se hace el protagonista de las vacaciones. Pero también hay veces que es otro el objeto protagonista, un objeto que nos atrapa. Un sillón, una vista desde una ventana, una pava de la nueva cocina… En este verano en Ushuaia estuve orgulloso de mis zapatos-zapatillas azules. Hicieron los viajes y las caminatas sin mosquearse. Son el objeto-orgullo de este verano.

martes, 6 de febrero de 2024

There and back again (I)



Reza un dicho doméstico que “las vacaciones empiezan en el viaje”. Por eso la cámara empezó a sacar fotos como la que precede, desde el hall de las instalaciones sanitarias de una estación de servicio. Una linda vista de los campos deroenses (¡a ver cuánto saben de gentilicios bonaerenses!)


Si bien no vimos más que una pequeña parte de la “comarca”, lo que vimos alcanza para creer a la guía Turistel cuando dice que “junto con Mendoza, Salta, San Carlos de Bariloche y Córdoba -exceptuando la Capital Federal-, Viedma-Patagones es una de las ciudades más hermosas de Argentina”.


En Comodoro Rivadavia, del otro lado del Chenque hacia el norte está el barrio Mosconi (el barrio de YPF) y hay un hotelito de playa muy simpático para empezar los encuentros con el mar patagónico.


El mar inmenso entre Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia (pleno Golfo de San Jorge) y la pintoresca llegada por la ruta a Comandante Piedrabuena, con los techos verdes de la guarnición y el turquesa del Río Santa Cruz, no tienen un buen registro fotográfico. Acá en cambio la ría en Río Gallegos, antes de saltar el charco.


Para ir a la Isla hay que pasar por Chile. Esto suena extraño cuando uno lo sabe por primera vez. Y si se hiere cierto orgullo (que podría ser tildado de infantil) se puede estudiar la geografía del mundo para ver que no es un caso nada raro. Desde Alaska o Kaliningrado hasta exclaves pequeños y desconocidos que muchos países alrededor del mundo tienen. Aún más, estudiando el propio mapa del país vecino nos damos cuenta de que son muchos kilómetros más los argentinos que ellos deben cruzar si quieren ir por tierra a su “Región de Magallanes y de la Antártica” que nosotros chilenos para llegar a nuestra Tierra del Fuego. Aunque siempre me queda el intríngulis. Porque ellos allí son todo islas y montañas. Es obvio que no pueden llegar. En cambio nosotros tenemos que pasar por Chile porque ellos se agarraron las dos márgenes del Estrecho de Magallanes...


Llegamos.

miércoles, 31 de enero de 2024

Selección 2023

A continuación una rutilante selección de interpretaciones musicales descubiertas en 2023:
  1. A case of you (Joni Mitchell) | Nadia Szachniuk y Ariel Abramovich
  2. Anhelando Iruya (Joaquín Aguirre) | Perotá Chingó y Lito Vitale
  3. Camino de las tropas (Carlos Moscardini) | Carlos Moscardini *
  4. I am the moon (Tedeschi Trucks Band) | Tedeschi Trucks Band
  5. Take five (Desmond-Brubeck) | Martin Gioani
  6. Blue sky (The Allman Brothers Band) | The Allman Brothers Band
  7. I walk on guilded splinters (Dr. John) | Tedeschi Trucks Band
  8. Iris (Goo Goo Dolls) | Scary Pockets and Laura Elliott
  9. Wire and wood (YYNOT) | YYNOT
  10. Biromes y servilletas (Leo Masliah) | Andrés Calamaro
  11. If you could read my mind (Gordon Lightfoot) | Gordon Lightfoot
  12. Both sides now (Joni Mitchell) | Joni Mitchell
  13. Should I stay or should I go (The Clash) | Scary Pockets and Sophia James
  14. Clay pigeons (Blaze Foley) | Blaze Foley
  15. Cuando seas grande (Miguel Mateos) | Miguel Mateos
  16. Em moro (Sílvia Pérez Cruz) | Sílvia Pérez Cruz y Salvador Sobral
  17. Stayin’ alive (Bee Gees) | Postmodern Jukebox and Wild Bill
  18. Blue & sentimental (Larkin Poe) | Larkin Poe
  19. Cuando el sol se va (Mala Suerte) | Mala Suerte **
  20. A marechiare (Francesco Paolo Tosti) | Giuseppe Di Stefano
  21. Uptown girl (Billy Joel) | Postmodern Jukebox and Stella Katherine Cole
  22. Train kept a-rollin’ (Bradshaw-Kay-Mann, versión Johnny Brunette) | Imelda May
  23. Big bad handsome man (Imelda May) | Imelda May
  24. Impossible (Rodgers & Hammerstein) | Julie Andrews, Edie Adams (Cinderella 1957)
  25. Big yellow taxi (Joni Mitchell) | Stories with Tal Wilkenfeld
  26. Killing me (Tal Wilkenfeld) | Tal Wilkenfeld
  27. Running to the other side (Lari Basilio) | Lari Basilio
  28. Borrowed time (Hunter) | Hunter
  29. Nature boy (Eden Ahbez) | Èlia Bastida, Josep Traver, Joan Chamorro
  30. Estrelas e raiz (Sílvia Pérez Cruz) | Sílvia Pérez Cruz, Rita Payés, Maro
  31. Concierto para violín en re Mayor, Op. 35 (Tchaikovsky) | Hilary Hahn y la Frankfurt Radio Symphony (cond. Andrés Orozco-Estrada)
* Nueva versión
** No es propiamente un hallazgo sino un rescate para que quede grabada

domingo, 24 de diciembre de 2023

Dios en el mundo

"Y aunque ningún hombre lo sabía, se acercaba la hora en que habían de finalizar y cumplirse todas las cosas; y aunque ningún hombre lo escuchó, se produjo un grito remoto en una lengua desconocida sobre la palpitante desolación de las montañas. Los pastores habían encontrado a su Pastor. Lo que encontraron era algo parecido a lo que buscaban. El populacho se había equivocado en muchas cosas, pero no se había equivocado al creer que las cosas santas podían tener una morada, y que la divinidad no necesitaba desdeñar los límites de tiempo y espacio".
(G. K. Chesterton, El hombre eterno, Segunda parte, I. El Dios de la cueva)

martes, 12 de diciembre de 2023

Buenos Aires, ciudad secreta (III)

Liniers no es un barrio que me atraiga especialmente. Quizás en esto influya que lo conozco poco. Porque en dos páginas del libro de Germinal Nogués me quedé chocho con cinco curiosidades suyas (de Liniers). Primero, una estatua de Colón (que los Kirchner no vieron, gracias a Dios). Plaza Larrazábal o Coronel Martín Irigoyen. Allí no solo está don Cristóbal bien asentado en un pedestal con relieves a sus costados, sino que a sus espaldas está también “El genio en actitud protectora”.


Buenos Aires tiene una copatrona, o una segunda patrona y es Nuestra Señora de las Nieves (proclamada en 1616 junto a San Martín de Tours). Y en Liniers tiene un templo. Y está el colegio.


No tengo claro si el nombre original era “Beromama Cacumaospo Bichucaco”, como dice don Germinal, o “Beromamacacumaospobichucacopripejopi”, como dice “la Wikipedia”. El caso es que es un club de rugby fundado hace mucho tiempo por amigos que le pusieron de nombre la sílaba inicial de sus propios nombres de pila. Después de varias idas y venidas, incluyendo una refundación, Beromama (como es el nombre simplificado adoptado al ingresar a la URBA) tiene hoy la cancha en González Catán. Para cuando se imprimió “Buenos Aires, ciudad secreta” (principios de este siglo) aún conservaban una Secretaría en Ibarrola 7212, Liniers. En el “streetview” no veo nada.


El “Pasaje Particular”, así su nombre, es un mundo aparte. Sería como el callejón olvidado de las películas norteamericanas, esos que son desiertos en medio de una ciudad bulliciosa. Ese en donde Doc Brown podría aterrizar el DeLorean en 2015. El bullicio es el de Rivadavia al 11100. Y el pasaje “de trocha angosta” es disfrutable en “streetview”. Vayan hasta el fondo y vean la macetita que puso el último vecino, transformando la vía pública en jardín.


La Iglesia de San Enrique es algo de lo más original. “Está conformado por cuatro secciones de cilindro que se superponen entre sí y convergen en un punto de donde emerge la cruz. Visto desde arriba da la sensación de ser una carpa, similar al santuario de Ceferino Namuncurá en Chimpay, Rio Negro”.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Teilhard (5)

Teilhard de Chardin fue un místico y no haber sido tomado como tal es lo que indujo a tantos errores en su crítica. Eso y haber querido simplificar sus pensamientos, leyendo solo una parte de los mismos o pretendiendo que fueran el tipo de texto que no son. Porque lo que hay que hacer con Teilhard es tomarlo como pionero en un campo único, en dónde las palabras clásicas no bastan. Pero un pionero que estuvo siempre del lado de la Iglesia y habló como quien lo hace entre amigos, entre quienes espera que lo ayuden a ir al punto a través de las inexactitudes de la expresión. Porque no daba cátedra. Lo suyo era más parecido a compartir un camino espiritual.

Es eso lo que entiendo que dice Henri de Lubac, entre otras cosas, en “El pensamiento religioso de Teilhard de Chardin” del año 1962. Un estudio que me supera ampliamente pero que se ve de una solidez y una completitud únicas. Que deja como juego de niños las objeciones “simplificadas” que hayamos podido leer de Meinvielle o Castellani. Estas últimas sólo sirven como resumen para evitar confusiones (porque así como los críticos de Teilhard las tuvieron, nosotros también, no siendo teólogos, podemos tenerlas).

Lo interesante es que además de ser tan teológico, este libro permite ver también a la persona de Teilhard de Chardin detrás (no tanto como en sus cartas, mencionadas en “Teilhard (4)”, pero si todo lo que pareciera permitir un libro de este tipo). Y es didáctico. Dentro de lo pesado que puede resultar para un ignorante de ciertas materias, y aun sin comprender en profundidad todo, se pueden sacar conclusiones a la que adscribir (a veces "viéndola clara", a veces solo por un razonamiento lógico, si se me permite esta expresión que parece contradictoria).

Para cerrar nada mejor que esta plegaria de Teilhard de Chardin:
“[Dios mío] Haz que tras haber descubierto la alegría de utilizar todo crecimiento para hacerte o dejarte crecer en mí, acceda tranquilo a esta última fase de la comunión, en el curso de la que te poseeré, disminuyéndome en Ti.

(...) Haz, llegada mi hora, que te reconozca bajo las especies de cada fuerza, extraña o enemiga, que parezca querer destruirme o suplantarme. Cuando sobre mi cuerpo (y aún más sobre mi espíritu) empiece a señalarse el desgaste de la edad; cuando caiga sobre mí desde fuera, o nazca en mí por dentro, el mal que me empequeñece o nos lleva; en el momento doloroso en que me dé cuenta, repentinamente, de que estoy enfermo y me hago viejo; sobre todo en ese momento en que siento que escapo de mí mismo y soy pasivo en manos de las grandes fuerzas desconocidas que me han formado, Señor, en todas estas horas sombrías hazme comprender que eres Tú (y sea mi fe lo bastante grande) el que dolorosamente separa las fibras de mi ser para penetrar hasta la médula de mi sustancia y llevarme en Ti.

Sí, cuando más se incrusta el mal en el fondo de mi carne y es incurable, es más a Ti a quien cobijo, como un principio amante, activo, de depuración y de liberación. Cuanto más se abre ante mí el futuro como una grieta vertiginosa o un oscuro paso, más confianza puedo tener, si me aventuro sobre tu palabra, de perderme o abismarme en Ti, de ser, Jesús, asimilado por tu Cuerpo.

Energía de mi Señor, Fuerza irresistible y viviente, puesto que de nosotros dos Tú eres infinitamente el más fuerte, a Ti compete el don de quemarme en la unión que ha de fundimos juntos. Dame todavía algo más precioso que la gracia por la que todos los fieles te ruegan. No basta con que muera comulgando. Enséñame a comulgar muriendo”.