domingo, 5 de septiembre de 2010

Costumbre

Entre dos libros hay un espacio de tiempo vacío.

Es extraño ese intervalo.

No puedo entender la vida cotidiana sin “el libro que estoy leyendo es…”

14 comentarios:

Unknown dijo...

A mí lo mismo, lo mismo.

Fernando dijo...

Las frases 1 y 2 parecen contradecir la 3.

A veces tiene que haber un espacio vacío si el libro leído te ha impresionado mucho: es preciso digerirlo con respeto.

O, al revés, te ha dejado tan harto que necesitas un tiempo con la cabeza libre.

O si tienes problemas.

Me gusta pensar en los barómetros que miden la presión de mi vida: uno de ellos, positivo, es éste, que necesites o no estar leyendo.

Juan Ignacio dijo...

Me alegro por la coincidencia Javier, y creo entender lo que decís, Fernando. Entiendo que los tiempos intermedios pueden ser necesarios, es más, los tengo. Es que caí en la cuenta de que en esos momentos no tengo ningún libro "que estoy leyendo" y la sensación es muy peculiar. Como aquellos que ponen en un cuadro en el blog: "estoy leyendo..." y de repente se encontraran con que no tienen nada que poner en ese espacio.

AleMamá dijo...

Yo debo decir "los librosque estoy leyendo" .....y no sé si digo la verdad, pues picoteo demasiado.

Saludos, culto amigo.

Sangre Azul dijo...

Hasta que empieza el emocionante momento de mirar y mirar la biblioteca pensando cuál va a ser la próxima víctima.

Juan Ignacio dijo...

Ah, no, yo no puedo varios al mismo tiempo; quizás si tuviera más tiempo.
Un lindo momento, SA.

maria jesus dijo...

Yo estoy con Alemama, leo dos o tres a la vez; uno ligero para cuando no puedo concentrarme (en las colas de espera, por ejemplo), otro que me forme y me de que pensar, otro que me entretenga para antes de dormir etc

Andy dijo...

Le entiendo perfectamente. A mí me ocurre lo mismo, de hecho, hacía referencia a mi lectura veraniega en este post

Un saludo, ¡agrego su blog!

Fernando dijo...

"Como aquellos que ponen en un cuadro en el blog: "estoy leyendo..."".

¿En serio hay blogueros que hacen esto? Eso es muy peligroso. A veces empiezas a leer un libro, te dices "qué bueno, haré un post sobre él", según avanza te empieza a aburrir y decides no hacer post. Lo último que querrías, en ese momento, es que un blogamigo empezará a preguntarte por el libro y a pedirte que hagas de una vez el post sobre él, ¿verdad?

Juan Ignacio dijo...

Hola, María Jesús, es bueno eso. Yo llevo el mismo a todos lados y a veces no hay "clima" en algunos lados para el tipo de libro elegido, pero bueno...

Andy, como dije (o mayormente olvidé de decir a mis amigos de España): buen comienzo.

Fernando, podría pasar, sí. Pero no hay problema en retractarse y decir que no gustó y no se posteará. Si no fijate lo que le pasó a Enrique García-Máiquez.

Jesús Sanz Rioja dijo...

Yo tengo siempre uno de literatura y uno de pensamiento. Cuando se acaba uno, me queda el otro. Rarísimo es que los acabe a la vez. Tengo ese "horror vacui" de la lectura.

Juan Ignacio dijo...

Si fuera un tipo culto sin duda hubiera usado ese concepto de "horror vacui" para titular esta entrada.
Gracias.

Fernando dijo...

¡¡Felicidades!!

Ay, si Argentina hubiera tenido esta selección y este entrenador hace dos meses ...

(JI, el maestro García Márquez es un maestro, hasta de los libros fallidos saca arte, no es mi caso, desde luego)

Juan Ignacio dijo...

"Ay, si Argentina hubiera tenido esta selección y este entrenador hace dos meses..."

Ni que lo digas, Fernando, ni que lo digas...