Alguna vez, hace ya tiempo, me molestaban las palabras o expresiones en otro idioma en los libros. Con el paso de los años la cosa me empezó a gustar. Y pasó a ser una agradable intriga encontrar palabras o citas en los libros. Y si entendía alguna, placer mayor.
Con el que no vengo muy bien es con el italiano. Acabo de terminar una novelita cuyo autor, un culto alemán, ha plagado de palabras y frases de l’armoniosa lingua. He aquí un resumen de las que más me llamaron la atención:
- Cornetti al burro (¿Medialunas de/con manteca?)
- Forzatore, ilusionista e prestidigitatore (No encuentro “forzatore”)
- Ha sciolto lo scilinguagnolo (Scilinguagnolo: il frenulo della lingua; locuzione: “Avere lo sc. sciolto”: essere di parola pronta e vivace)
- Questo linguista di belle speranze (¿Este prometedor joven lingüista?)
- Parla bennisimo (Habla muy bien)
- Non so scrivere (No sé escribir)
- Ah, non scherziamo! (¡Ah, no bromeamos!)
- Farti un impacco (Hacerte una aplicación medicinal, bolsa de hielo o cosas así; creo)
- Domani molti pesciolini! (¡Mañana muchos peces!; Le gritan un buen deseo a los pescadores)
- Tutta la rete piena! (¡Toda la red llena!; idem)
- Anche se non vuole! (¡Aun cuando no quiera!)
- Un tratto di malinconia (Un “trazo” de melancolía, algo de melancolía que se observaba en el rostro de alguien)
(Todas en “Mario y el mago”, de Thomas Mann)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario