lunes, 19 de noviembre de 2007

Íntima (800)


Después de haber conocido cada vez más de la vida de mi admirado Leopoldo Marechal, estoy ahora como Julio Martínez Mesanza frente a Tertuliano.
"Pienso en Tertuliano, antes campeón del bien y de la ortodoxia y, luego, obstinado hereje. ¿Qué peso tiene ese duradero antes dedicado al bien?"
Pero este antes y después marechaliano no tiene nada que ver con política (ni nacionalismos, ni peronismos, ni "izquierdismos"; y quizás haga falta aclararlo, porque en su vida fueron muy de la mano política y fe, como corresponde). Ni sé si es tan antes y después como el de Tertuliano (y qué fuerte que suena la palabra hereje en este caso). Tiene sólo que ver con alguien que a uno se le hizo entrañable y que, estando cerca, se alejó luego de su madre común... la Iglesia.
Sólo me queda un deseo, que formulo usando esa imagen que él tanto solía usar: Dios quiera que ese antes pese fuerte en la balanza.
[Celebramos la entrada número ochocientos en "Aquí estamos..."]

8 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Si no estoy confundido, eso es la Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela.

Ecazes dijo...

Felicitemosnos todos. Que son ochocientos motivos de alegria

Juan Ignacio dijo...

Epa, Arp. Interesante pista. No lo sé. Si lo fuera, vaya para que gane un punto en tu simpatía.

Gracias E.

Juan Ignacio dijo...

Creo que esto confirma el dato, Arp. Muy observador y gracias.

Néstor dijo...

Esperemos que ese "antes" pese; consuela pensarlo, en efecto.
Enhorabuena por el 800, por cierto.

Juan Ignacio dijo...

Gracias, sr. Aparicio.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por las 800 entradas. Ya sabes: comenzar es de todos, perseverar es de santos.

Qué bonito lo que has escrito sobre Tertuliano, ojalá haya sido cierto en su caso y en el de tantos otros difuntos. Ya sabemos la regla general: sólo el que persevera hasta el final se salva (Mt.10,22). Puede sonar terrible, pero no lo es: tambien significa (creo) que todo el que se arrepienta antes del último día, del último minuto, se salvará.

Ambas ideas (estar en gracia hasta el último día, arrepentirse antes del último día) me parecen profundamente católicas.

Convertido.

Juan Ignacio dijo...

Gracias, Convertido, pero lo escrito sobre Tertuliano es, como aclaro, de Julio Martinez Mesanza, un escritor español que descubrí en los blogs a través de Enrique García-Máiquez (¿o fue a través de Arp?). El enlace está en la entrada.