domingo, 28 de febrero de 2010

Ils sont...

Dejo aquí una recopilación de enlaces, con comentario, a distintas canciones del conjunto canadiense (¿o debo decir quebequense?) llamado Mes Aïeux (“Mis antepasados”).
Se trata de un grupo partidario de la causa nacionalista quebequense y considerado “neotradicional”. La música es algo como folk-rock. Así como los ritmos, los instrumentos son varios: violín, guitarra, bajo, teclados de todo tipo, batería, percusiones varias, trompeta, saxofón, armónica, etc. Hay letras basadas en personajes reales o de leyenda de la tradición quebequense. Son tipos muy divertidos, con mucha energía, lo que no impide que aprovechen muchos de los temas para la reflexión. Eso sí, creo que son algo irreverentes en materia religiosa (nada grave comparado a lo que se ve hoy día, creo). Sacando esto último, me he pasado un buen rato con Mes Aïeux.
Requisitos para tener éxito en esta entrada: un mínimo gusto por escuchar francés (considerar que hay algunos subtítulos).
Dégénérations. Impactante canción que muestra la degradación en la sociedad: la propiedad, la familia, etc. (hace poco sacó roncha en ciertos mundos blog).
La grande déclaration. Romántica. Se me hace que a quienes la primera no convenció, esta puede gustarles (y viceversa). Sería una de mis favoritas si no fuera porque dicen “sans eglise”, ja. Los muchachos caen en la trampa. Ese juvenil deseo deliberarse de las instituciones, de los preceptos, de las referencias a lo absoluto, puede terminar en un endiosamiento del hombre. Pero un detalle: ¿Quién canta hoy una canción romántica a una mujer hablándole de tener hijos?
Le deni de l’évidence. Muy buen ritmo y letra.
Ton père est un croche. Más ritmo. Critican figuras típicas de un pueblo quebequense, cura incluido. Algo irreverente.
Hay muchísimas otras canciones buenas de las cuales no encontré videos con subtítulos (pero les dejo las letras en francés, que se consiguen fácil en Internet):
Le repos du guerrier. Una de las que más me gusta, cada verso engancha con el siguiente (versión vivo disponible).
Notre Dame du Bon Conseil. Muy linda melodía nombrando muchas ciudades quebequenses.
Nous sommes. Canción de presentación. Atención al inicio: ¿Algo irreverente eso de “Au nom du Père et du Fils…”?
En vérité. No es de las más conocidas, pero es muy buena.
Continuer pareil. Cierta forma de pegadizo optimismo.
Remède Miracle. Coreografía con el público.
Toune en on. Situación del mundo.
2096 (Chanson à boire). Un catálogo de bebidas, por cierto.
Train de vie. Sobre un personaje de leyenda y preguntándose por el ritmo de vida.
Antonio. Sobre un personaje famoso de gran fuerza física.
Qui nous mène? De la globalización y del coraje.
La corrida de la Corriveau. Otro personaje de leyenda.
Rose Latulipe. Creo que también es otra leyenda.
Dondaine. Rítmica.
Mononcle Prémi. Un tío muy peculiar.
Ça va mal. Un político frente al juicio final.
Belle, embarquez. Sobre una leyenda quebequense y la defensa de los ríos.
La grande tornade. Un curioso encuentro y baile.
La dévire. Dramática y esperanzada.
La lettre. Carta en donde se declara la causa que anima al conjunto.
Videoclips, en la página Web.

domingo, 21 de febrero de 2010

Cenizas y cuaresmales prédicas

Y ya estamos en Cuaresma. Desde el miércoles pasado, miércoles de cenizas. Cuando salimos todos de la iglesia con la frente marcada, ese es un momento que me gusta mucho. Es un signo visible que pocas veces se da. Después de una misa de cualquier domingo, nos mezclamos en la multitud. Pero después de la misa de cenizas, quien es un poco observador podrá distinguir a los cristianos entre la multitud por la frente marcada. ¡Qué bueno que sería que nos pudieran identificar después de cualquier misa, por la alegría en nuestros rostros!
*
¡Basta de prédicas que hablen del ayuno diciendo que de nada sirve si es una práctica sólo exterior! Por más cierto que eso sea. No es la debilidad del hombre moderno irse en prácticas piadosas externas. Me parece que la debilidad moderna es olvidarlas. Hay que insistir en que la gente las practique, ¿la práctica externa no ayudaría al trabajo interior?
Puede ser, pero Fray Nelson me dice que el proceso comienza por el interior. En un interesantísimo sermón, él explica cómo el ayuno nace de adentro (y no es sólo una imposición externa). Sucede cuando uno siente la ausencia de Cristo en la propia vida, o en la de la familia, o en la de la gente en general.
Mt. 9, 15. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán.
[Actualización: Fray Nelson no se queda en el sentimiento, como podríamos pensar; nos llama luego a darnos cuenta de la ausencia de Cristo en nuestras vidas. Creo que hace un gran complemento entre pedirnos el cumplimiento del mandato y explicarnos el sentido. Por otro lado, no soy quién para criticar predicas, todo esto es una charla íntima entre nosotros]
*
(Los norteamericanos llaman “Lent” a la Cuaresma. Y qué bien que me suena, ya que necesitaría ir menos rápido en estos días).

lunes, 15 de febrero de 2010

Mar del Plata

Fue una breve escapada a la costa. A la de siempre, a Mar del Plata.
Basta que usemos un poco la cabeza para descartar ese lugar como lugar de descanso. Multitud de seres parlantes, multitud de autos nerviosos, multitud de restaurantes en malla, multitud de colgantes artículos para la playa... ¡Uf!
Pero este año vi algo que me hizo saber por qué no puedo dejar de ir a Mar del Plata, aunque sea unos pocos días, aunque sea cada tanto.
Allí estaba uno de los muchísimos edificios, de esos que están uno junto al otro sin respiro. Arriba, como en el cuarto piso, entre ropas colgando al sol, señoras en reposera respirando escape de taxi y mirando al edificio de enfrente, había un balcón distinto. Una mesa, dos sillas y una abuela con su nieta, jugando a las cartas, sonriendo felices.
Yo recuerdo una edad prometida del gozo;
ha dejado en mi lengua un entrañable
sabor de paraíso
. [*]

miércoles, 10 de febrero de 2010

Receta 2

Tome un ingeniero y póngalo a leer poesía por varios años. Al cabo de ese tiempo retire del horno y vea cocción. Es probable que, aún pasados varios años, él confiese no haber entendido nada. Pero si no le tomó el gusto a ningún autor, si no piensa al menos que el esfuerzo vale la pena, si no admite acaso que hay cosas que sólo en poesía se pueden decir, entonces es un caso perdido. Olvídelo.
(O déjelo entibiar y luego pruebe algunos años más).