Es un error suponer que si hay seres extraterrestres y son más avanzados que nosotros, por eso vendrán aquí. Si son más avanzados que nosotros, en vez de viajar al espacio, ya deben saber que hay que viajar en el interior del ser para llegar a la verdad más profunda. Y que todo viaje ad extra es mero pasatiempo, no necesariamente avance o progreso.
Erradamente, damos por hecho que el ser más avanzados es estar más adelante en un camino como el que nosotros estamos recorriendo (avances tecnológicos, viajes espaciales). Y la verdad es que nuestro camino no es precisamente un avance en todos los aspectos. Sí podría serlo en algunos, pero no en todos.
Lo único por lo cual los supuestos extraterrestres llegarían aquí sería por algún designio divino por el cual deban conocer a Jesucristo. Pero entendemos que eso tampoco sería condición sine qua non para la salvación de sus almas. Si bien creemos que Jesucristo es el verdadero camino de salvación, también sabemos que eso no implica condenación para quien no ha conocido a Jesucristo.
Pero aquí el pensamiento se invierte, y surge una asombrosa conclusión. Nosotros, con nuestros viajes espaciales, seríamos los encargados de llevar a Jesucristo al universo. Y así, los viajes espaciales que de por sí no son un avance, se podrían aprovechar y transformar en instrumento de salvación. Como fue la conquista de América aprovechada para evangelizar, por ejemplo; y a un modo nuevo y distinto, sin duda, tratando de descubrir en las culturas que se hallen esos rasgos que la hacen más avanzada, si es que los hay.
8 comentarios:
Me encantó esta entrada.
Juan Ignacio:
Suerte esta tarde. ¡¡Hoy todos somos argentinos!!
Iré a verlo a una cafetería, sólo lo ponen en las teles de pago. Cuando ganeis, si hay argentinos en la cafetería, les felicitaré de corazón.
Nos vemos el martes (¿o es el miércoles?) en la semifinal.
Juan Ignacio, me pareció curiosa la idea de que podríamos ir a Marte a evangelizar a los marcianos, a anunciarles la Redención. Muchas veces no somos capaces de decir nada al vecino, al familiar, que se supone que se educaron en la fe y que ahora están alejados. ¿Seríamos capaces de ir a Marte a evangelizar a los marcianos?
Y, sí, el post plantea temas de alta metafísica. ¿Un marciano tiene alma, como la nuestra, en qué se le notaría, en la auto-conciencia, en la libertad? Si la tuviera ¿estaría manchada por el pecado original, como la nuestra, necesitaría Redención y bautismo, como nosotros? ¿Jesús vino a redimirlos a ellos también, su Encarnación acá valió para todo el Universo? ¿Ellos también pueden pecar y se condenan?
Y no seas pesimista: aunque no vengan buscando a Jesús hay por aquí mil cosas buenas que ver, ¿no? (el Argentina-España del martes, por ejemplo).
Lo siento mucho, Juan Ignacio, de verdad.
Gracias. Tus tres comentarios los vi juntos recién así que fue como un resumen de lo que pasó, comprimido de 90 minutos a 1 y medio.
Josefina, me alegro que te haya gustado.
Lo siento, Juan Ignacio. Estoy en Alemania y te puedes figurar como está aquí la gente. Ánimo y un abrazo.
Suerte y que le ganen Uds. Javier.
La respuesta a tu comentario, en mi entrada de hoy. Y, por cierto, Juan Ignacio, ahora que leo despacio la tuya, que coincidencia. Siempre había pensado que la presunta evangelización de extraterrestres se podría parecer a la de América. Aunque vaya Ud. a saber cuántos cristianos puede haber entonces,me alerta mi yo escéptico. Con lo cual, este tipo de divagaciones sólo terminan positivamente si se piensa en términos de Providencia. Dios sabrá quién evangeliza a quién, o por qué habrá, o no, contactos entre dos mundos.
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