sábado, 6 de agosto de 2011

Bella como el día

En las primeras páginas de “Guerra y Paz”, de Tolstoi, conversan Ana Pavlovna Scherer y el príncipe Basilio. Dice la primera: “¿Sabe Ud. que su hija, desde que ha entrado en sociedad, es la delicia de todo el mundo? Todos la encuentran tan bella como el día”.

Muy simple y magnífica comparación. Sencillo y enorme piropo, si se puede llamar así. Quizás sea viejo como el lenguaje, o mejor dicho, como la poesía. Pero hace poco se lo escuché a Sting (“The hounds of winter”): “I still see her face / As beautiful as day”.

Con esta doble mención fue entonces que finalmente le preste atención. Primero parece una comparación algo zonza, como si le faltara espectacularidad. Pero esa impresión quizás surja de nuestra pérdida de conciencia del día (y de la misma vida) como regalo, como don.

Quizás sea una comparación tan linda porque tiene implícita toda la carga del día en comparación con la noche. La noche es descanso. Pero cuando no se puede descasar, o se espera el día por alguna razón, es inquietud. Y es un símbolo de nuestras vidas, aguardando un día sin final (aguardando al Señor, como dice el salmista en el de profundis).

Es probable que los registros más antiguos de esta comparación estén en otro idioma, que no sea el español. Existe, por ejemplo, “belle comme le jour”. Y queda muy bien. ¿No sería francés el original? Después de todo, por lo que pude ver, Tolstoi no era ajeno al mundo francés.

6 comentarios:

AleMamá dijo...

Cuando una noche apacible es bella, y nosotros estamos bien como para apreciarla, no tiene nada que envidiarle al día, me parece, pero claro, el día es el tiempo que tenemos previsto para realizar la carga del trabajo y de la vigilia con su actividad intelectual tan gratificante y eso es bello por mérito propio.

Mi marido dice que le gusta desvelarse un rato, porque está en un estado de alerta especial, que se le ocurren soluciones apra asuntos pendientes, y cosas así.

Saludos

Juan Ignacio dijo...

Sí, es verdad, la noche tiene cosas muy lindas.
Y sí, desvelarse un poco. O también pasar una noche en vela rezando por alguna causa. Cosa que hace mucho no hago.
Y hasta se podría hacer un elogio diciendo "bella como la noche", si uno piensa en noches estrelladas, etc.

Natalio Ruiz dijo...

Es bellísimo el piropo.

Es muy bíblica la comparación del día y la ansiedad por su llegada.

Siempre me marcó muchísimo la reiteración del Salmo (más o menos porque es de memoria pero se repite así):"aguarda Israel al Señor como el centinela la aurora, aguarde Israel al Señor como el centinela la aurora".


Y los Padres interpretaban la llegada del día como el signo de la Resurrección.

En fin, muy bueno y muy lindo el post.

Respetos diarios.

Natalio

maria jesus dijo...

Muy bonita la entrada. Si bien es cierto que la noche puede ser preciosa, tambien es verdad que con la luz del día parece que se aclaran las cosas, que se ven de una manera más optimista, así que el día tiene tambien una belleza íntima

Juan Ignacio dijo...

Había olvidado agradecerles, Natalio y María Jesús...

Fernando dijo...

Bueno, también habría sido algo grande decirle "tan bella como la noche".

O "como la tarde".

O "como el amanecer".