miércoles, 29 de febrero de 2012

“Des hommes et des dieux”

Tal cual me dijeron al recomendármela, es excelente. (Hace tiempo la había recomendado también XavMP, pero nunca había podido verla).

(Para los que la vieron). Cuando el monje más asustado de todos habla con el superior, en la escena en un pequeño alto del parque, y dice: “Morir aquí, ahora, ¿sirve para algo?”, me dije que esa era la pregunta clave. Como la estaba viendo en la PC, puse pausa y me anoté lo siguiente:

“Esta pregunta es la clave. Si no está dispuesto a morir allí, ¿está haciendo su vocación?
¡Qué bueno poder decir que debo seguir con lo que estoy haciendo aún a riesgo de muerte porque no hay otra cosa mejor que hacer! Eso quiere decir que entregué todo. Que es lo que verdaderamente quiero. Como quien moriría por salvar a su familia. Y así sabe que la ama e hizo bien en tenerla. ¡Y quien pudiera decirlo en todas las cosas que hace!”

Y cuando solté la pausa, hablaba el superior y tenía la posta, la verdad de la milanesa. Y con una muy buena enseñanza que termina con las tan conocidas palabras de Pablo a los Corintios sobre el amor. Pero solo la frase inicial, la menos teologal, vale casi por todo, porque es genial. Dice: “Es verdad que quedarse aquí es tan loco como hacerse monje”.

Y es que es así. Allí esta dicho todo lo que viene después. Genial porque es lo mismo: ser monje y estar allí. Si es auténtica la vocación, no hay otro lugar en donde estar.

(Para los que no la vieron). “Des hommes et des dieux”, traducida como de “De dioses y hombres” es una película francesa del año 2010. Los monjes de un monasterio católico cisterciense ubicado en Argelia, en las montañas del Atlas, viven en armonía con la población musulmana y comparten trabajos y servicios. Se desata una guerra interna entre terroristas y gobierno y ellos, en peligro de vida, se plantean la opción de quedarse o irse, soportando distintas presiones a favor y en contra pero sobre todo como un discernimiento personal y comunitario.

La tienen que ver. Tiene magníficas escenas de la vida monacal, de los trabajos con la comunidad, las charlas, la música, los hermosos paisajes de alrededor... Todo muy lindo y muy bien hecho.

Nota: Encontré una nota en La Nación con la historia real.

3 comentarios:

Fernando dijo...

Me alegro mucho que te gustara, Juan Ignacio.

Creo que lo mejor de la película es que refleja el miedo real de los monjes, y que te lo contagia. Cuando a mitad de la peli llegan los integristas, amenazando, crean una sensación de amenaza que durará hasta el final. Es bueno porque te ayuda a comprender que ellos perseveraron pese al miedo, con la gracia de Dios, pese a las dudas, y no porque les diera igual vivir que morir.

Milkus Maximus dijo...

Es cierto: excelente película. A mí me conmovió mucho la tensión de cada uno de los monjes para mirar de frente la disyuntiva.

Me quedó grabada a fuego la frase del monje/médico cuando define su posición: "soy un hombre libre, no tengo miedo de morir".

Fernando dijo...

Felicidades anticipadas, Juan Ignacio.