Para cerrar, hay algunas otras cositas que encontré que hablan de una relación o punto en común entre Dickens y Kierkegaard.
Está por ejemplo la historia que Kierkegaard hace en su libro “Philosophical fragments”, en donde un rey quiere presentarse a la humilde doncella que ama y no sabe si hacerlo como rey en todo su esplendor, o como una persona normal, para ver si ella lo quiere por lo que es y no por lo que tiene o representa. El danés emplea esta historia para mostrar que Dios se tenía que encarnar como el hijo de un carpintero y no como un rey, “ya que el pleno esplendor de Dios no lograría el objetivo de la venida de Cristo como un acto de amor”. Así lo explica un tal Soren Landkildehus en el libro “Kierkegaard’s influence on Literature, Criticism and Art. Tome II: Denmark” (editado por Jon Stewart). Y dice luego Landkildehus que esta misma temática la presenta magistralmente Dickens en su última novela completa: “Our mutual friend” (“Nuestro amigo común”), donde hay un millonario heredero y un posible matrimonio y este heredero se debe esconder bajo una falsa identidad más humilde (ver más de esto aquí).
Otro punto interesante encontrado en Internet sería un artículo llamado “Existential Scrooge: A Kierkegaardian Reading of A Christmas Carol”, es decir, un análisis de la famosa obra de Dickens (y su personaje Ebenezer Scrooge) con la lente del kiekergardiano “concepto de la ansiedad”. Acá el autor del ensayo, en oposición a aquello que citamos al principio de la serie, dice que Dickens podría haber influido en Kierkegaard: “A Christmas Carol is indeed historically important, so much so that it may have influenced or even inspired Søren Kierkegaard’s The Concept of Anxiety”. Y agrega estas ambiciosas palabras: “It is timely, however, to propose that one of the key concepts of anxiety that Kierkegaard expounds in this extraordinary work, that of ‘the demonic’ or neurotic individual, was actually anticipated 6 months earlier, in the fictional form of Ebenezer Scrooge, in Charles Dickens’s widely published and translated popular masterpiece, A Christmas Carol”.
Conocimiento, similitudes, coincidencias, influencias. Dejé para lo último la más pintoresca. Y es que se ha difundido en Internet que Dickens y Kierkegaard compartían una característica que también tenían otros famosos: escribir de pie. Pero no solo eso sino que también eran grandes caminantes. Lo curioso es que para Dickens caminar habría sido un escape, un alivio (“The walking was so important for Dickens because it meant he wasn’t writing”) y para Kierkegaard una forma de pensar en sus trabajos (“he’d walk the streets of Copenhagen, mentally composing paragraphs and working through new ideas”). Pero, en coincidencia, en ambos casos sería terapéutico, ya que Kierkegaard también lo recomendaba para la salud.
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