Al parecer podré recluirme por unos cinco días así que dispondré de los siguientes libros... Pero antes...
No tiene nada de malo disfrutar de la reclusión. Si uno tuviera un problema de salud, ¿por qué se culparía si encuentra disfrute en la prescripción médica? Es normal que se haga esta aclaración a los chicos: "No son vacaciones". Y si bien lo que se quiere es que la familia no salga o que los chicos no pierdan tiempo de estudio (¿pierden realmente mucha cosa?) estemos atentos, porque podemos olvidar la posibilidad de disfrutar de los beneficios de la reclusión y pensar que solo debemos "sufrir" de algún modo.
Por otro lado (y especialmente porque es Cuaresma) hay cosas en las que podemos ayudar a los demás. Enviar mensajes y hablar por teléfono a personas que están solas, preocupadas. Rezar.
Y ahora sí los libros:
- Cuentos de navegantes, selección de Juan Bautista Duizeide
- Cuentos completos de Flannery O'Connor
- Cuentos completos (I) de Henry James
- El libro de Monelle, de Marcel Schwob
Lectura en voz alta:
- Las aventuras de Sherlock Holmes
Algo como lo antepuesto me toma más que cinco días (¡si vieran el volumen de algunos de esos libros y supieran lo lento que me gusta leer!), pero tenerlos todos apilados es una sensación única.
Y recordemos que no es época de reclusión. Hay que recluirse, pero la época es Cuaresma.
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