Mi esposa dice que lo leían en el colegio. Y claro, por eso en esa casa de usados había varios ejemplares de esos Losada chiquitos. Seguro lo usaban también en los colegios de Munro. He visto esto en varias oportunidades. Deben ser remanentes que llegan a la librería desde algún colegio o profesor.
No me pareció nada ejemplar la vida del Laucha como para andar "enseñándola" en los colegios, menos aún católicos; pero no soy docente. De todos modos me detengo en la frase que dice el personaje en el momento cumbre de la historia: “Pero ¡miren lo que son las cosas! Habíamos empezado tan bien cuando ¡zás-trás!, no faltó quien viniera a descomponer el baile. En esta vida no hay fiesta completa”. (Roberto J. Payró, El casamiento de Laucha).
Una frase que podría haber pasado así nomás, pero yo quise tenerla un rato entre manos. Quizás porque era el único gesto de este personaje medio chantún, medio “derrotado de entrada”, ya resignado, que mostraba algo de sapiencia. Un realismo bastante aceptable el de Laucha. Y digo bastante aceptable porque hoy en día los realismos son más escépticos, ¿no? Pero muestra sapiencia quien sabe que no puede tener todo en la vida y más aún quien dice “en esta”, quizás como dejando abierta la idea a que haya otra en donde valga la contraria.
La frase me quedaba resonando. Y creo que no es difícil que un lector de Marechal la pueda relacionar con el encuentro de Lisandro Farías con Pablo Inaudi en El Banquete de Severo Arcángelo. Digo por esa imagen de la fiesta, ¿vio? Mire lo que se me vino a la cabeza:
—Y no es todo —insistió Inaudi—. Hay en usted un «júbilo de víspera» que se manifestó desde su infancia.—No entiendo —le dije.—Desde su infancia, ¿no ha gozado usted más la víspera de una fiesta que la fiesta en su realización?—¿Cómo lo sabe? —le respondí en mi asombro.—La fiesta en sí lo entristecía como una decepción irremediable.—¿Y qué significado tiene?—Que usted, por intuición, ha venido soñando con una «fiesta inmensa».
Esto es muy superior, claro está.
Darse cuenta que la fiesta no es completa por aquí abajo es un primer paso. Pero en el hecho, complejo, de pensar que la insatisfacción de la fiesta, en contraste con el júbilo de la víspera, es indicador de que esperamos una fiesta inmensa se está dando un segundo paso mucho más largo.
Es más que realista. Es ver una realidad más grande. Es como si Laucha se diera cuenta que él busca en todas las cosas una felicidad que las cosas no le pueden dar plenamente.
Y es importantísimo confiar en ese deseo, en ese sueño de la fiesta inmensa. Al fin de cuentas no es más que confiar en nuestra intuición. Pero eso ya es otro paso.