sábado, 23 de noviembre de 2024

Platero y yo

Sencillo es. Y creo que pretendía serlo. Pero no por eso vas a poder leerlo rápido. Si tenés el alma sensible, o edad para haber vivido ya algunas cosas, las frases más simples pueden ser enormes. Y entonces se hace forzoso detenerse. Sorprendido, para disfrutar.

Sencillo es pero también puede tener unos pasajes riquísimos. Y entonces la historia quizás pueda ser la contraria: si nunca sentiste algo así, casi que podrías saber lo que es leyendo esos pasajes.

Como cuando se lo llevan al perro Lord porque lo mordió un perro rabioso (cap. LI):
“La mirada que dejó atrás por la callejilla cuando se lo llevaban, sigue agujereando mi corazón como entonces, Platero, igual que la luz de una estrella muerta, viva siempre, sobrepasando su nada con la exaltada intensidad de su doloroso sentimiento… Cada vez que un sufrimiento material me punza el corazón, surge ante mí, larga como la vereda de la vida a la eternidad, digo, del arroyo al pino de la Corona, la mirada que Lord dejó en él para siempre cual una huella macerada”

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