martes, 27 de marzo de 2007

Pasadizo

En casa tengo un pasadizo secreto. Al retirar uno de los libros de la biblioteca, las paredes cambian de lugar y se abre un camino hacia un sitio nuevo...
¿Qué? ¿Que cuál de los libros de la biblioteca es el que abre ese pasaje? ¡Cada uno de ellos!

domingo, 25 de marzo de 2007

Las horas de oración

(...) Ya entonces estos espacios de horas servían a los adoradores para dedicarlos a la oración con sentido espiritual, en tiempos determinados y establecidos. Posteriormente se ha manifestado que había un misterio en lo que hacían los justos orando a estas horas. También el Espíritu Santo, cuando cumplió lo prometido por el Señor, descendió sobre los discípulos a la hora tercia. También Pedro subió a la terraza a la hora sexta y por medio de un signo y de una palabra de Dios fue instruido para que admitiera a todos a la gracia de la salvación (...) El Señor fue crucificado a la hora sexta, a la hora nona lavó con su sangre nuestro pecados, y para poder redimirnos y darnos la vida, con la Pasión completó su victoria.

(Del Tratado sobre el Padrenuestro de San Cipriano)

martes, 20 de marzo de 2007

Se me pegó

Estoy muy lejos de la oración continua de los Padres del desierto o del Peregrino ruso. Lo que sí repito constantemente en determinadas épocas son palabras mundanas, con su música y todo. Y las voy cantando todo el día, como una letanía.
Los efectos son, por supuesto, distintos a los de la oración continua. No tanto de paz, sino de agitación (aunque sana, es agitación). Y aunque ese estado musical es efímero en comparación con lo permanente de la oración continua, a veces parece eterno. Con decirles que ya son dos días que ando cantando unos versos; tratando de pronunciar bien, decir rápido y al ritmo adecuado esta comptine que cantan los chicos del coro de esa película que todavía no vi:

Il était un p'tit homme appelé Guilleri Carabi
Il s'en fut à la chasse, à la chasse aux perdrix Carabi
Titi Carabi toto carabo compère Guilleri
Te lairas-tu, te lairas-tu, te lairas-tu mouri’

Il s'en fut à la chasse, à la chasse aux perdrix Carabi
Il monta sur un arbre pour voir ses chiens couri’ Carabi
Titi Carabi toto carabo compère Guilleri
Te lairas-tu, te lairas-tu, te lairas-tu mouri’

(No me pongan en el aprieto de traducir, por favor… Para la canción completa, faites clic ici, para hacerse una idea, ici).

lunes, 19 de marzo de 2007

Siempre y en todo lugar

Acerca de las horas para rezar, no hay nada prescripto, a no ser que se debe rezar siempre y en todo lugar.
¿Cómo se entiende que hay que rezar en todo lugar, si el Señor ha prohibido rezar en público? Cuando di­ce "en todo lugar" se refiere al lugar que aconseja la oportunidad o la necesidad. No se puede pensar que los Apóstoles obraban contra el precepto cuando re­zaban y cantaban a Dios mientras los oían los que es­taban en la cárcel, o que obraba mal Pablo al celebrar la Eucaristía en la nave en presencia de todos. (...)

(Tertuliano, Tratado de la oración, 23. A través de la colección Padres de la Iglesia de Editora Patria Grande).

domingo, 18 de marzo de 2007

Elegir el tipo de derrota

El ejemplar de “Enrique V” que llegó a mis manos (regalo de mi hermano) es de edición colombiana y es parte de una colección llamada “Shakespeare por escritores”. El traidor en esta ocasión se llama Elvio E. Gandolfo. No me gusta como empieza su prólogo, aunque sí me parecieron originales los últimos tres renglones del mismo. Después de explicar algunas cuestiones técnicas elegidas para la traducción, concluye así:

(...) Es una opción (...) Después de todo, a diferencia de las batallas, en las traducciones, sobretodo como éstas, uno lo que suele hacer, con cierta dosis de paciencia, es elegir el tipo de derrota.

miércoles, 14 de marzo de 2007

¿Menos desarrollados en qué?

Ella lo dice mejor. Es en el contexto de una campaña llamada “40 días con los 40 últimos”. Los cuarenta últimos son los países que figuran a la cola en cuanto al Índice de Desarrollo Humano elaborado por Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Conocemos lo limitado de ese índice y más de una vez lo hemos criticado. Yo lo he criticado, por lo general, remarcando algunos aspectos negativos que tienen muchos de los países que figuran como "primeros" (aspectos que no son tenidos en cuenta a la hora de elaborar el índice y tienen que ver con baja natalidad, leyes relacionadas con el aborto o con uniones homosexuales, etc.)
Esta vez, en cambio, es otro el punto de vista (y es la otra cara de la misma moneda). En un mensaje recibido ayer, mi prima ha ponderado los aspectos positivos que tienen muchos de los países que figuran como "últimos" (aspectos que tampoco son tenidos en cuenta a la hora de elaborar el índice y tienen que ver con la hospitalidad, el transcurso sosegado del tiempo, la presencia de la religión en la vida cotidiana, etc.). Ella dice:

¿Menos desarrollados en qué? Ya sabemos que la campaña selecciona los cuarenta países que están a la cola en el Índice de Desarrollo Humano, según las Naciones Unidas. Sin embargo, este año la campaña nos depara una sorpresa: día a día iremos conociendo mejor los pueblos que habitan estos países y descubriendo que, aunque a nuestros ojos –y a los de la ONU– están “subdesarrollados”, en realidad poseen una serie de costumbres y valores sociales, culturales y religiosos, a veces ni mejor ni peor que los nuestros –simplemente distintos– y otras veces claramente ejemplares.

Por ejemplo, valores como la hospitalidad, el transcurso sosegado del tiempo, la presencia de la religión en la vida cotidiana, el valor ante las injusticias, la actitud ante la muerte, el ingenio que se desarrolla ante la carencia material. Y junto a ello, otros aspectos culturales como la manera de construir las casas, un cuento infantil, un juego tradicional, un instrumento musical o incluso una receta de cocina.

La idea es ampliar miras, descubrir que el desarrollo humano debe ser entendido de forma integral, abarcando todas las dimensiones de la vida humana.
Es lo que nos recuerda el último mensaje del Papa del 1 de enero de 2007: "En efecto, un desarrollo que se limitara al aspecto técnico y económico, descuidando la dimensión moral y religiosa, no sería un desarrollo humano integral y, al ser unilateral, terminaría fomentando la capacidad destructiva del hombre".

lunes, 12 de marzo de 2007

"Mesmo" del norte o del sur

Me fui de Buenos Aires y me gusta estar donde estoy. Me gustan los domingos sin ruido, sin tránsito abundante, sin necesidad de patear gente para caminar. Pero me gusta llamarme porteño. Porque me sigue gustando Buenos Aires (fueron casi veintiocho años…)
Las "callecitas" [*] de Buenos Aires tienen ese… qué sé yo, ¿viste? Y si el otro día volví y recordé el sur, hoy evoco los barrios elegantes del norte. Juncal y Suipacha, la calle Arroyo, Florida y la Plaza San Martín, Plaza Francia...
Los barrios elegantes también tienen su encanto. Hace unos días bajaba por la Nueve de Julio y remontaba hacia el norte por Posadas. Y veía los edificios, las calles y la gente. Cuando pasé el “Palais de Glace” me detuvo un semáforo y desfiló ante mí todo el Regimiento de Granaderos a Caballo. Una postal para el recuerdo.
(Un final medio cursi, puede ser; eso le pasa a uno por meterse a escribir estas cosas).
[*] A pesar de que la versión original dice: "Las tardecitas de Buenos Aires...", muchos creen que dice: "Las callecitas de Buenos Aires..." ¡Qué sé yo!

domingo, 11 de marzo de 2007

Al sur


Hoy nos fuimos al sur, donde el cielo es más azul.
El sur de Buenos Aires siempre fue misterioso para mí (en un sentido vulgar o corriente de la palabra). Y yo no nací en el norte, nací en el centro (de chico me movía por la Avenida Rivadavia). Descubrirlo fue como descubrir que más allá seguía el mundo (hubo veces en las que llegué a soñar con zonas inexistentes de Buenos Aires hacia el sur). Allá donde las calles vuelven a cambiar de nombre (la Avenida Caseros), allá donde las casas son viejas, allá donde íbamos a dar exámenes de inglés a un instituto que lleva el nombre de una novela de Dickens, allá donde iban a parar el 15, el 25, el 65.
En la foto que adorna la entrada, una de las puertas al sur: Caseros y Velez Sarsfield, lugar del cual el mapa nos dice que es un punto tripartito, límite entre los barrios Parque Patricios, Constitución y Barracas.
Hoy nos fuimos al sur, a ver un espectáculo de marionetas. Y la pasamos muy bien.
(Si, es casi un mismo sur, pero es casi otro el de Sur).

sábado, 10 de marzo de 2007

Añadiré alabanzas a tus alabanzas

"Añadiré alabanzas a tus alabanzas. ¿Podrás, acaso, hacer más per­fecta la alabanza de Dios? ¿Puedes añadirle algo? ¿Si ella es toda la alabanza, qué le añadirías? Dios es alabado en todas sus obras buenas, en cada criatura suya, en la disposición de todas las cosas..., en el dar­les la Ley, en liberar al pueblo elegido de la esclavitud de los egipcios y en toda la serie de sus gestas maravillosas. Todavía no era alabado por haber resucitado la carne a la vida eterna. Por esto, la alabanza que se añade está en la resurrección del Señor Jesucristo... Tú, quizás, eres un pecador temeroso... pero, ¿podrás añadir algo a todas las alabanzas de Dios? Lo añadiré, dice (por ti, el salmo). Veamos qué añades. Ad­mitamos que tu alabanza sea completa y que no le falte absolutamente nada porque, en realidad, nada le faltaría aunque Dios condenase a to­dos los pecadores. En efecto, no dejaría de ser una gran alabanza de Dios la misma justicia por la que son condenados los pecadores. Sería incluso una alabanza verdaderamente grande. Pero Tú has liberado al pecador justificando al impío y yo añadiré alabanzas a todas tus ala­banzas. Mi boca narrará tu justicia, no la mía. De este modo, añadiré alabanzas a todas tus alabanzas, porque también el hecho de que sea justo (si lo soy) lo debo a tu justicia que está en mí, no a la mía: por­que Tú eres el que justifica al impío".

(San Agustín, Comentario al Salmo 70, 15-16).

lunes, 5 de marzo de 2007

Feliz cumpleaños a mí

Muchas veces he pensado que no es bueno pedir el regalo, ni pedir al que cumple años que elija el regalo. “¿Qué querés que te regale?”, pregunta la gente. Una vez llegué a responder, como enarbolando el estandarte de una causa, que no lo iba a decir, que no es bueno eso de pedir lo que uno quiere que le regalen, que es mejor estar abierto a “lo que venga” y a la vez dar al otro la oportunidad de pensar en uno y tomarse el trabajo de elegirle algo especial.

No es que no siga siendo defensor de esa idea. Lo soy. Lo que pasa es que también soy débil. He caído, he fallado a mi causa y ahora me avergüenza un poco haber sido antes tan determinante.

Caí, sí. Armé una lista de libros que me gustaría que me regalen. Y la distribuí. Era una lista pequeña pero surtida. Un poco cargada de Chesterton, por cierto. Con algo de Ratzinger, algo de Victor Hugo (sí, en serio), algo de Shakespeare (¿otra vez?) y unas cosas difíciles, que nadie encontraría, de Fray Luis de León o referidas a Marechal.

Y algo recibí, sí señor. Algo de los ingleses (del gordo y del bardo) y algo del francés (sí, en serio).
Pero además me han vestido muy bien, y ya he empezado a lucir las nuevas prendas en público. Recibí además una “minitorta matinal” y un dibujo de un dinosaurio y un águila. Y fuimos con el autor del dibujo al jardín de infantes, acto inaugural.

Más no se puede pedir.
(Gracias a Dios por este aniversario).