sábado, 20 de agosto de 2011

En grageas

La vida eterna es imprescindible. Los amores imposibles encontrarán allí su consuelo. (Remake de una sentencia ya publicada).

Los que gustan hablar de la “madre naturaleza” han intuido ya que Dios es Persona.

Aún siendo agnóstico, no hay que desestimar la religión. Y pueden valerse de la biología para verlo: El hombre es el único que tiene sentido religioso. Y la cosa debe ser seria. Después de todo, somos la especie más evolucionada.

Las palabras tienen su familia en el comienzo, y al final forman su propio matrimonio. Es decir: las raíces en común de las palabras es lo que las hace de la misma familia. Y luego ellas se enamoran de otras formando las rimas.
(Inspiración: GKC y EGM).

Hace unos días salimos a dar una vuelta. Juntamos algunas naranjas amargas de los árboles vecinos y las tiramos a la calle para ver como las pisaban los autos.
Hay que hacer algo así a diario. Uno se atonta con tantas otras cosas menos reales.

No hay como los autos viejos en amplitud interior.

El otro día, no sé cómo, me encontré tarareando una canción que se escuchaba en la misas del colegio, allá por los ochenta. A la melodía “simongarfunkelera” de “The sounds of silence” se le había puesto una letra religiosa. Lo que me parecía “trucho” es que se usara una misma palabra de la letra original y en el mismo lugar. Donde era, por ejemplo: “Still remains within the sounds of silence”, se cantaba “Oh, Señor, yo te amé en silencio”. Eso de usar las mismas palabras es muy burdo. Al final es análogo a lo que hizo el Pastor Giménez. Hizo su “templo” en un viejo cine de Almagro. Sobre la marquesina del cine “ROCA” agregó: “Jesucristo es la…”.

(Y no olvidemos que hoy es San Bernardo, quien entre otras cosas da nombre a la parroquia donde me bauticé, donde colaboraban mis abuelos y donde Adán Buenosayres salvó su alma).

7 comentarios:

AleMamá dijo...

¡Están muy buenas! de tu cosecha, supongo salvo unos créditos por ahí.

La música de Simon & Garfunkel acá la usaban para el momento del Padrenustro en la misa. No quedaba feo, pero luego te empezaban a dar unos golpecitos en el lado de la pierna para tomarse de las manos, cosa que me repele y complica porque me repele, jeje Mi papá decía "que le daban agarrones"............

Saludos

Juan Ignacio dijo...

Coincidencia. Soy muy estricto a veces y desde que supe que eso de tomarse de las manos no era litúrgico lo rechacé todo lo que pude. Creo que ahora pasó de moda. Aunque la nueva moda por aquí me parece algo individualista respecto a aquella de tomarse de las manos: se elevan las manos como lo hace el sacerdote.

Fernando dijo...

Vida eterna: algo de eso decía Benedicto en Spe salvi, es imprescindible que haya vida eterna pues no es posible que tanta injusticia quede sin sanción.

Brillante, muy brillante, lo de las palabras que se van de su familia para casarse en una rima con otro de otra familia. Por si solo, este párrafo daría para un post.

Divertido lo de las naranjas. ¿Por qué amargas?

No entendí lo de silence y silencio.

¿Cómo fue lo de Adan Buenosayres? ¿Era antes un pecador?

Juan Ignacio dijo...

Fernando, Le digo amargas a unas que no se comen y cuyo arbol a veces está en las veredas de mi zona.
Si se comieran no la tiraría, aclaro.

Lo de silence es algo sutil. Digamos que si hago una nueva letra no queda muy elaborado usar las letras de la original, es como que no busqué una inspiración nueva, o algo así. Necesitaría más tiempo para explicarlo.

Y Adán sí, pecador, como todos. Digamos que él se extravió por los caminos de la belleza (mal usada, ¿no?)

Fernando dijo...

Pensé que naranjas amargas eran las ya pasadas, las que ya no se pueden comer, no sabía que hubiera una especialidad incomestible. Soy un niño de ciudad, ya sabés.

OK, ya aclararás en su día lo de silence y silencio; el inglés de los españoles es malo, ya te lo dirán los argentinos que vinieron por acá.

Y romántico lo de que fuera pecador por la belleza, siempre es malo el pecado pero es aún más feo si es por dinero o por envidia.

Anónimo dijo...

Fernando, los naranjos ornamentales que hay en todas las ciudades andaluzas son "naranjas amargas" No hace falta ser de campo...

Juan Ignacio dijo...

No sabía lo de Andalucía pero sí, iba a decir que acá están en la ciudad...