Detrás de una publicidad de cigarrillo, esas que buscan "promocionar" el producto y a la vez nos advierten que fumar es perjudicial para la salud, hay muchas manos, voluntades y omisiones. Así y todo, no nos es tan difícil imaginar a alguien que se responsabilice por la acción de publicitar para vender. En definitiva, puede ser el director de la empresa tabacalera, un accionista mayoritario, o algún otro. Y si bien él no sería el único responsable causal de la publicidad, sí podría ser el responsable de una actuación correctiva a posteriori.
Entonces fuimos a visitar a uno de estos responsables y le preguntamos:
- ¿Cómo es eso? ¿Venden Uds. algo que es perjudicial para la salud?
- Nosotros satisfacemos deseos del consumidor. El ya está advertido, si él quiere compra, si no quiere, no compra. Si quiere, pues aquí estamos nosotros.
- ¿Cree usted en su deber moral de no promocionar algo que es malo para el prójimo, en su deber de proteger a sus conciudadanos evitando ofrecerles algo dañino, en su deber de decirle: "no te hagas daño", más que "dejo que hagas lo que quieras, eres libre"?
- "Vivir y dejar vivir" es mi lema –nos dijo-.
Y a nosotros nos parecía escuchar a Caín diciendo: "¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?"
- Nosotros satisfacemos deseos del consumidor. El ya está advertido, si él quiere compra, si no quiere, no compra. Si quiere, pues aquí estamos nosotros.
- ¿Cree usted en su deber moral de no promocionar algo que es malo para el prójimo, en su deber de proteger a sus conciudadanos evitando ofrecerles algo dañino, en su deber de decirle: "no te hagas daño", más que "dejo que hagas lo que quieras, eres libre"?
- "Vivir y dejar vivir" es mi lema –nos dijo-.
Y a nosotros nos parecía escuchar a Caín diciendo: "¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?"
Fuimos a visitar a un representante de otra tabacalera. Este nos sorprendió más.
- Uds. venden algo que es perjudicial para la salud, ¿no?
- Señor, yo no creo que el fumar sea perjudicial para la salud.
- Pero, la ley lo dice... –decimos timidamente.
- Esa ley es un invento. Es algo respaldado por los fabricantes de pipas para fundirnos, ellos "hicieron lobby" para que sea ley eso de que "el fumar es perjudicial para la salud". Y no nos queda otra que escribirlo.
- Señor, yo no creo que el fumar sea perjudicial para la salud.
- Pero, la ley lo dice... –decimos timidamente.
- Esa ley es un invento. Es algo respaldado por los fabricantes de pipas para fundirnos, ellos "hicieron lobby" para que sea ley eso de que "el fumar es perjudicial para la salud". Y no nos queda otra que escribirlo.
Y nos quedamos pensando que bien podría ser cierto, o sea, ser sincero nuestro entrevistado. Por supuesto, en una sociedad "democrática" dónde las leyes se establecen por voto de la mayoría sin tener en cuenta si responden o no a la verdad, si favorecen algo bueno o prohiben algo malo, es normal que a nadie le importen las la leyes, y se vean sólo como "efecto de lobbies" de determinados grupos de interés, y sean efectivamente sólo eso. Y el camino entonces es luchar por la ley que nos "conviene".
Así y todo, el señor que dice no creer en que fumar sea perjudicial para la salud, al parecer no hizo nada para que se elimine la ley. No le importa tener que vender su producto diciendo que es malo. ¿Cómo no? ¡Hizo grandes juicios a sus oponentes! Sí, pero sólo Dios sabrá si lo hizo porque como dice él, no cree que el cigarrillo sea malo para la salud, o solamente lo hizo porque la advertencia obligatoria en las publicidades le restaría ventas.
Este post no es un juicio a ninguna persona relacionada con la industria tabacalera, no podría nunca hacerlo. Me baso en personajes imaginarios para encarnar conceptos y tratar así de ser claro.
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