Me contaron un suceso del día. Ella le mostraba a Francisco una presentación que le había llegado por e-mail, porque tenía fotos de animales (y a él le gustan mucho los animales). En los distintos slides se mostraban diferentes especies con sus crías. Pero en una de las páginas aparecía una madre con un bebé, ante cuya aparición Francisco advirtió algo como: “La abuela A. se equivocó -la que envió el e-mail-. En esto que era de animales pusieron una persona”.
Uno, que anda alerta ante lo que dictan las modernas “inculturas”, no puede menos que enorgullecerse con esta pequeña muestra de sabiduría innata del propio hijo.
6 comentarios:
Felicitaciones!!! Un buen primer paso para que no termine tratando a las personas como animales.
Y vamos!! No le restemos méritos a su santo, que algo de la relación con animales entendía ;)
¿sabiduría innata?
Vamos, seguro que los padres tienen algo que ver.
Totalmente de acuerdo con los dos comentarios anteriores.
Insisto, innata. (O inspirada por interseción de su santo, como dice Milkus).
Ojo, que como escribió un sabio de nuestros tiempos:
"Los hijos siempre llevan consigo la responsabilidad o irresponsabilidad de los padres y Cristo tendrá esto en cuenta a la hora de medir las culpas (de los padres y de los hijos)."
¡Ah, eso sí!
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