lunes, 9 de agosto de 2010

Tres al aire

Uno de los momentos más “bajoneantes” de la vida cotidiana: cuando suena la pajita en el fondo del Tetra Brik o vaso de chocolatada.
Algo imposible de encontrar en Google: cómo conservar una mortadelita bocha abierta sin que se seque el extremo abierto. Imposible encontrar esa información porque nadie puede dejar sin terminar una mortadelita bocha.
Inexplicable expresión de la jerga juvenil: ¿Por qué se dice que algo “es un trámite”, cuando es rápido o fácil? ¡Con lo engorrosos que son los trámites en Argentina!
(La reflexión seria la dejamos para la próxima).

12 comentarios:

AleMamá dijo...

Justo el post que me deja pensando....con el queso laminado en cajas pasa lo mismo. Si tienes soluciones ¿me las das?
Reza por los mineros enterrados en mi Patria. Me tiene enferma. ¡33 enterrados vivos y cero noticias!

Juan Ignacio dijo...

Sí, estoy al tanto. Rezaremos. Justo ayer por la tarde tuvimos una tragedia algo menor aunque relacionada, se cayó un edificio y todavía hay dos personas que no aparecen.

hna. josefina dijo...

¡Me encantó la entrada!
Ale, aquí estamos pendientes de los mineros. Y ya te cuenta Juan Ignacio lo que nos pasó.

Anónimo dijo...

estuve en Azopardo haciendo cola durante 4 horas ininterrumpidas (de 11 a 16 hs) para renovar el pasaporte. No puede ser un trámite algo fácil y rápido, pero sí algo que debería serlo ;)
mae

Fernando dijo...

Hola, Juan Ignacio, un saludo viajero desde Madrid.

Creo que decimo que algo es un trámite cuando en ello no ponemos ni ilusión ni corazón. Hacer la declaración anual del Impuesto de la Renta, revisarlo, llevarlo a Hacienda, soportar que el funcionario te lo revise, ... todo ello es un trámite, no porque no ocupe mucho tiempo, sino porque es ajeno a nuestro éspíritu.

Ojalá nuestra vida no sea un simple trámite.

Hasta pronto, Juan Ignacio.

Juan Ignacio dijo...

Me alegro, Josefina.
Mae, es verdad.
Fernando, me parece que acá hay un nuevo uso que no es el de allá. Buen viaje.

Fernando dijo...

Yo creo que se usa en el mismo sentido, Juan Ignacio, pero quizá esté equivocado.

Hummm... ¿Habrá post sobre el gay argentino que se casó y que murió súbitamente, en la fiesta de bodas? Queda una escena como del Antiguo Testamento, ¿verdad?

AleMamá dijo...

Fernando tiene razón. Se parece a esos que fulminó san Pedro por mentir sobre lo que ofrecían. Sí, es como catigo bíblico. Buen punto.

Juan Ignacio dijo...

Bueno, no sean tan duros. Así como no hace falta ser cura para pecar con la pedofilia tampoco hace falta ser gay para morirse en la boda.
Creo. eso sí, que muchas de las manifestaciones más burdas del orgullo gay esconden vidas algo desordenadas en donde no es raro que sucedan cierto tipo de cosas.
Aunque no sé si este el caso porque no leí nada.

AleMamá dijo...

Es broma, J.I., pero que se parece, ¡no hay duda!
Saludos

Fernando dijo...

También yo lo dije en broma, JI (o no tanto: si ocurrió en los Hechos de los Apóstoles, ¿por qué no en 2010?).

Juan Ignacio dijo...

Bueno, bueno, la forma de entender a Dios no es la misma antes que ahora, especialmente en lo que refiere a los castigos divinos.