Se me ocurrió que la expresión que resume lo que el sentido religioso es (I, II, III, IV, V y VI) está en el Salmo 27, versículo 8 (es el salmo que eligió Joseph Ratzinger - Benedicto XVI para la contratapa de su libro Jesús de Nazaret y es también el salmo con el que empieza aquel disco que grabó Juan Pablo II, Abba Pater).
De ti ha dicho mi corazón: “Buscad su rostro”.
¿Hay un Dios? ¿Quién es Dios? ¿De Dios qué se sabe o qué se dice?
De Dios habla mi corazón. Y mi corazón me pide que lo busque. Esa es la mayor “prueba” de Dios, así es como se conoce a Dios.
El corazón del hombre pide a Dios. Dios es una necesidad del hombre. Mi corazón me pide a Dios Ha de haber un Dios que nos creó y nos ama y nos tiene reservada la felicidad. Tiene que haberlo. Yo deseo la felicidad.
¿Por qué dudar de este deseo? ¿Por qué dudar, pensadores modernos? ¿Por qué pensar que es un engaño de la naturaleza humana? ¿Por qué dudaría una bestia de la sed que la lleva al curso de agua o del hambre que le hace perseguir a su presa?
No dudaré. Yo busco tu rostro, Señor. No lo apartes de mí, no alejes con ira a tu servidor.
2 comentarios:
Querido JI:
El drama es que desde la Ilustración, la idea que flota en el ambiente es que Dios no es la Solución, sino el Problema. De ahí a la desesperación y a la locura sólo hay un paso, como todos sabemos muy bien.
Por lo demás, muy feliz Pascua, a ti y a los tuyos (en concreto, a tus seres queridos que lo están pasando regular).
Feliz Pascua ya en pleno. Muy cierto lo que dices, por eso la entrada sólo aplica como palabra a quien busca la verdad, no a quien se empeña en negarla.
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