Si supiera hacer canciones, haría una “Canción para la vuelta a casa por el camino de la arboleda”. Para escuchar en auto, pero a paso de caballo. Paso que se puede imitar casi a la perfección cuando se cruzan, a diez kilómetros por hora, las vías del tren viejo.
(También es lento el tren. Es tan lento que ni barreras hay. Sólo un cartel que dice: “MIRE a ambos lados antes de cruzar”).
Canción para dentro de un rato. Canción para cuando diga: “¡Basta! El resto: mañana”. Y finja ser yo mismo quien dicta mis horarios de trabajo.
Es probable que me salga con ritmo de polca ucraniana. Pero quizás se empiece a relajar, y robe algunas notas del Concierto de Navidad de Corelli. O tome prestado colores centroamericanos, para ir pensando en la llegada: “Tus ojos, claro de monte, como guitarras trovadoras de San Juan…”
(Escritos de intervalos muertos de oficina)
3 comentarios:
Una de mi tierra.
http://petrusco.castpost.com/431416.html
Que habla de Rio, siempre en movimiento, siempre quieto. Siempre el mismo, siempre nuevo.
Preciosa tu elección. No soy experta en música, pero escucho harta y de todo tipo, ade más estoy casada con un profesor de música. En música clásica para momentos de relax, me gusta el Adagio de Albinioni.
Juan Ignacio ¿Cómo haces para poner música en tu blog? ¿Me puedes enseñar? Soy bastante lerda con algunas cosas...
Saludos
¡Qué música, Ecazes! ¡Unas guitarrazas! Si encuentro ese disco por estos lugares creo que lo compro.
Lilian, yo lo único que hago es hacer un link como cualquier otro, pero la dirección es la de un sitio donde está la canción.
No sé poner música de fondo en el blog, por ejemplo.
Saludos.
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