jueves, 16 de noviembre de 2006

Jacarandaes (tercera edición)

Ayer y hoy los jacarandaes [*] nevaron abundantemente. Será como dice Eduardo, que les sienta bien el día gris; será el viento de tormenta. Son tres noviembres ya (uno, dos, este) floreciendo jacarandaes con "Aquí estamos".

Los jacarandaes son uno de los privilegios del barrio. De mi barrio, del pueblo de Eduardo y de varios otros lugares. Los hay inmensos allá en la mismísima Buenos Aires, en la Plaza San Martín. Yo solía tener una postal, de esas para turistas que venden en las cercanías de la plaza, en donde se veía uno enorme y florido.

Quien vive en el siglo XXI, y no es poeta, tiene dos suspiros. Por momentos (momentos justamente ambiciosos) está el suspiro que dice: “Si sólo supiera decir unas palabras del jacarandá...”. En cambio hay otros momentos (de lo más comunes en mi vida) en que las palabras son: “Si sólo hubiera traído la cámara de fotos...”. La foto es el recurso más utilizado por los discapacitados poéticos como el que aquí firma.

Lo menos que puedo hacer, para no caer en el conocido recurso, es dejarles la fotografía de una pintura. Y verán que es, como se dice por aquí, “una pintura” de jacarandá.


Autor de la pintura: Carlos Scaglione.
[*] "Jacarandaes" parece ser un plural más culto que "jacarandás".

2 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Quizá sea más culto lo de 'jacarandaes', pero a mí me parece más bonito 'jacarandás'. Me ha recordado una frase del mítico grupo argentino Les Luthiers, cuando el calvo decía: "los papaes y las mamaes".
Saludos

Juan Ignacio dijo...

Y vos tenés autoridad en el tema, así que es para pensarlo...

Nota: el Word te mete en apuros con la ortografía, pues te permite ambas versiones... aunque hay algo raro hay, pues si no me equivoco hay otra palabra que es "jacaranda" (de acento grave).