lunes, 9 de abril de 2007

Ilusión y realidad

Personalmente, cada vez me interesa menos la literatura y todo cuanto no sea una apertura al sentido trascendente de la existencia. Toda la existencia humana no es más que una preparación para algo que ha de continuar en otro plano menos ilusorio.

(Leopoldo Marechal en la revista “Confirmado”, 21.10.1965, a través de “Palabras con Leopoldo Marechal”, de Alfredo Andrés, Carlos Perez Editor, 1968).

(…) Y también más tarde llegué a admitir ideas que entonces, en 1923, nunca me tomé la molestia de examinar a fondo, y a aceptar lo sobrenatural como real.

(Charles Ryder en el capítulo 4 del Libro primero de “Retorno a Brideshead”; Evelyn Waugh, 1945, edición de Tusquets de 1994).

5 comentarios:

Cristian dijo...

Juan:
Feliz pascua de Resurrección. Bendiciones.

Ángel Ruiz dijo...

Las palabras de Marechal son una muestra de cómo su platonismo fue destruyendo su literatura, hasta acabar con ella. En Adán Buenosayres escribió una buena novela a pesar de ser platónico; luego escribió ya como platónico con todas las letras y así le fue.
Un platónico tiene que despreciar la literatura (= la ficción, la novela) porque rechaza lo real (=lo de aquí).
En cambio Charles Ryder descubre no que lo real (=lo de aquí) es ilusorio, sino que lo que no pensaba que era real (=lo sobrenatural) es real.

Juan Ignacio dijo...

¡Vaya! Veo que he hecho una mezcla explosiva.

Mi admirado Marechal tiene muchas cosas para criticar (más cuanto más nos alejemos de la literatura) y eso lo he aprendido con el tiempo. Muchas cosas para criticar si hablamos de política y otras tantas si hablamos de filosofía, supongo.

Con respecto a la cita, al releerla pienso que quizás se preste a confusión. Hay una primera parte:

Personalmente, cada vez me interesa menos la literatura y todo cuanto no sea una apertura al sentido trascendente de la existencia.

Entiendo que la literatura que dice rechazar LM no es toda la literatura, sino la literatura que no tiene otro sentido que el literal, sin un sentido trascendental. No mucho antes en el libro, aunque en otro contexto, Marechal cita un pasaje para él clave en su viaje por la Divina Comedia dantesca:

O voi che avete gl’intelletti sani,
mirate la dottrina che s’asconde
sotto il velame delli versi strani!


De hecho sería ilógico que alguien que hace literatura (al momento de la nota él estaba haciéndola y seguiría) diga que no le gusta.

Por eso la primera parte me gustó, pero tendría que dejarla para otra entrada.

Porque lo que pretendí relacionar con la otra cita es la segunda parte:

Toda la existencia humana no es más que una preparación para algo que ha de continuar en otro plano menos ilusorio.

Acá podría decir que llego a ver un poco más claro lo que vos distinguís, Arp, aunque no puedo ni me atrevo a llegar tan lejos como para decir que “su platonismo fue destruyendo su literatura, hasta acabar con ella”. Critiquemos filosofía: Que la vida eterna es “menos ilusoria” que la vida terrena, esa parece ser la aseveración sospechosa. Y “ilusoria” la palabra clave.

Pero estoy lejos de poder encarar este análisis.

Y te confieso que me gusta más Adán Buenosayres que el Banquete de Severo Arcángelo (platónica desde el título), pero esta segunda obra me ha dejado varias cosas memorables (iba a decir “ideas”, pero iba a sonar muy platónico).

Uno de mis intereses es poder entender esto que vos proponés (y cosas algo parecidas que otros han dicho antes), pero quisiera legar a una crítica de su literatura que no tenga la carga ideológica o anímica del que lo ve mal a Marechal por haber sido peronista o alabado modelos políticos como el cubano. Entiendo que vos sos alguien muy indicado puesto que no tendrías esta carga. Así que tomo tus palabras y las llevaré como una alerta.

Saludos.

Ángel Ruiz dijo...

Bueno, Juan Ignacio, siento haber pontificado tan rápido: todo es más complejo que lo que yo quería ver.
Mi idea de Marechal es esa: gran novela (Adán Buenosayres) y lo demás no sé, porque no puedo soportarlo: lo intenté con El banquete, pero no podía, como me pasó con otras obras. Sí que leí Antígona Vélez, que me enfadó mucho: no estaba en absoluto de acuerdo con lo que defiende.
Quizá con Marechal buscaba más en la línea de Adán Buenosayres y no lo encontré, aunque también por falta de conocimiento. Sí que creo poder decir que en él el platonismo actuó de veneno, aunque esto tambíén es matizable, claro.

Juan Ignacio dijo...

De “El banquete...” es fácil encontrar elogios, aunque es interesante también lo que dice el mismo autor de la obra en el curioso libro ya citado (“Palabras…”):

Desde la aparición y difusión del El banquete empecé a notar, a mi alrededor, un muy agradable deshielo. (…) Cartas algunas elogiosas, como las del Padre Benítez; otras indignadas, como las del Padre Meinvielle. La diversidad de personas que se interesaron por El banquete me dio la pauta de que existe una posibilidad de convivencia y diálogo que a veces no se producen porque no nos vemos las caras, simplemente.

Respecto a Antígona Vélez, también es fácil encontrar elogios. Pero una opinión que creo autorizada es el de Javier de Navascués (en el prólogo del tomo de teatro de las obras completas del argentino). Allí hay tanto ponderaciones como críticas a la obra.

Creo que te identificarías con esas críticas, sin duda, por que tienen que ver con la variación que hace Marechal del tradicional mito (que entra en el campo de tu especialidad). Pero verás además una ponderación:

(...) Marechal quiere dar algunas pistas para desentrañar un mensaje que nada tiene del fatalismo griego y sí mucho del optimismo histórico cristiano.

Por último me queda decirte que si le das una nueva oportunidad a este escritor quizás lo puedas hacer por el lado de la poesía.

Saludos.