jueves, 19 de abril de 2007

Marechaleando (o “Insisto”)

Con el número Dos nace la pena”. Una enorme carga teológica es la que lleva este verso marechaliano (de Amor navegante entre Amado y Amante). Ahora se me está ocurriendo que, visto de otro modo, hasta podría ser un antídoto contra el platonismo.

2 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

En realidad es puro Platón, la idea de que todo lo que no sea unidad es degeneración.
Yo pienso: con el dos no nace la pena, nace el diálogo, nace el amor. Lo que no pilló nunca Marechal son dos cosas que repitió Juan Pablo II: 1. que Dios es familia, amor, trinidad. 2. la relación dialógica, eso que parece que explicó Levinas.
Para Platón todo lo que sale del Uno es descenso, pérdida. En el cristianismo Dios ha querido que el hombre existiera (tremendo misterio), para unirse a Él, que es familia.
Muy apreciado Juan Ignacio: mira a tu mujer y a tu hijo y verás que el verso de Marechal, que es muy evocador, es al final falso.

Juan Ignacio dijo...

Todos estamos llamados a ser uno con Dios.

Por otro lado, yo me casé con mi esposa para ser "una sola carne", por eso nuestro marimonio exclusivo y hasta la muerte quiere representar ese amor de Dios por los hombres.

El amor une.

Esto y otras cosas mejor dichas es lo que quiere decir el poema de Marechal.

Mi juego con el platonismo es por aquello de la dualidad platónica, cuerpo y alma, que puede llevar a error, puesto que somos una sola persona. Ante esa dualidad es que hice la traspolación del sentido del verso de Marechal. Pero es algo que corre muy por mi cuenta.

Si Marechal tuvo algo de malo por ser platónico, espero que en el otro plato de la balanza le pesen este poema.

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