domingo, 11 de marzo de 2012

140 poemas; los libros buenos...

Los libros buenos cuesta terminarlos. No, no los malos, los buenos. Porque en los libros buenos cada página obliga a detenerse. Y no se puede pasar a la que sigue sin haber calmado todo lo que se agitó en el interior al leer la página anterior. Anotar, comentar, pensar, mandar por e-mail, hacer una entrada en el blog...

Esto pasa muy especialmente con los buenos libros de poesías, porque cada página tiene una alta densidad. Algo dije de esto alguna vez. Y hoy vuelvo a decirlo al leer “140 poemas”, de Eduardo B. M. Allegri.

Este que les voy a copiar ahora es el tercero del libro. Y si lo pasé no fue mucho (voy recién por el sexto) y fue por la curiosidad de lo nuevo. Porque un señalador quedó clavado allá (en el tercero), al que vuelvo y vuelvo. Va sin título y dice así:

A veces el cielo calla.
A veces la sombra enciende
por la huella de la noche
tus ojos como dos sierpes
quemantes como candelas
y de luna en luna ardientes.

Ay, cómo engaña al amor
la luna con su fulgor.

A veces tus ojos callan
y en el cielo se enardecen
las estrellas que los suplen,
silenciosas de desdenes,
para que yo llegue al alba
y nunca a tus ojos llegue.

Ay, cómo engaña la mar
si dice que he de llegar.

Y de callar como callan,
el cielo y tus ojos tienen
tal hambre de voces claras,
tanta sed de voces fuertes,
que no saben del silencio
que tengo para ofrecerles.

Ay, cómo engaña al amor
el silencio y el dolor.

Y, de voz en voz, me pasan
el secreto a voces tenues
de que la noche y tus ojos
confabulan mientras pueden
para que yo llegue al alba
y nunca a tus ojos llegue.

Ay, cómo engaña la mar
si dice que he de llegar.

6 comentarios:

Diego dijo...

También tengo el libro en mi poder (rápidamente cruzó el país).y también me detuve en esa poesía (que se me muestra con un aire de zamba...).

Me trae recuerdos de cuando éramos pocos en el barrio. Una maravilla.

Fernando dijo...

Precioso. Perfecto para una canción con guitarra.

¿De dónde es el autor? Argentino supongo que no, por no usar el vos.

Juan Ignacio dijo...

¡Ah! ¿Vos eran tambien de los pagos de Eduardo? No lo recordaba.

Argentino, argentino, Fernando (tampoco usó el tú).

Diego dijo...

No, no. Yo soy de estos pagos de donde siempre fui y seré.

Me refería al barrio de blogueros católicos argentinos de esas épocas.

Juan Ignacio dijo...

Ja, qué lento soy, Diego.

Recuerdo un blog de fondo negro cuyo encabezado llevaba unas palabras de Papini...

Fernando dijo...

Gracias por la aclaración, Juan Ignacio: pensé que el vos afectaba también al "tu" posesivo.