miércoles, 29 de septiembre de 2004

El día en que Atahualpa se le apareció a Di Fulvio

¿Atahualpa y Di Fulvio habrán tocado juntos alguna vez?
¿Se habrán encontrado? ¿Habrán hablado, quizás? ¿O compartido algún Cosquín?
¡Si uno tuviera más tiempo para preparar estos posts! ¡Cuántas cosas se podrían aprender, qué lindos posts saldrían!
En fin, imaginemos. Eso también puede hacer buenos posts.
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No hace mucho, después de su muerte, Atahualpa se le apareció a Di Fulvio y se pusieron a tocar y cantar.
Atahualpa tuvo la gentileza de tocar unos temas del cordobés.
"El que Ud. quiera, don Carlos", dijo Yupanqui. Y empezaron con ¿Se acuerda, doña Maclovia?
Algo de gente ya se había juntado, como era de esperarse ante la presencia de esos artistas. Muchos eran admiradores de Atahualpa, y coreaban con entusiasmo los versos de Di Fulvio:
Chacarera, chacarera
toditos somos iguales
para unos los beneficios
y para muchos los males
Para responder a la cálida solicitud del público presente, Atahualpa le dijo a Di Fulvio: "otra más, Carlos". "Hagamos Canto minero, entonces", anunció Di Fulvio.
En tu mano se levanta
toda la negra esperanza
como el humo del carbón.
Minero del Turbio tiene
los ojos llenos de nieve
adentro del socavón.
El público seguía con atención. No coreaba tanto ya que, después de todo, esta canción no era tan conocida.
(...)
Soñando con la fortuna
todo el cerro se derrumba
cuando lo embarga el dolor.
Y abajo en las galerías
los mineros ya sin vida
también se vuelven carbón.
La canción estaba llegando a su final, y un poco gustaba. Traía ciertas reminiscencias de la baguala puneña de don Yupanqui, Minero soy, esa que dice, entre otras cosas:
Destinos y padeceres
de sol a sol.
Me duele el pan que gano:
¡minero soy!
(...)
Sepultao bajo la tierra,
sin ver el sol.
Mao fuerte y vida triste:
¡minero soy!
Pero llegó el final de Canto minero.
Y los rostros cambiaron, algunos eran de confusión. No era para menos, se escuchaba:
Que lindo ser minero,
nada le envidio al patrón.
Si él muere solo es tierra
en cambio yo soy carbón.
Mucho público de Atahualpa se empezó a ir, defraudado.
Y pasado un rato, quedaba un reducido auditorio, del que formaban parte algunos admiradores de Di Fulvio, entre ellos, don Atahualpa Yupanqui.
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Las dos canciones que hablan del minero reflejan dos realidades.
La segunda es más profunda: sufrimiento, crítica también, pero alegría. Difícil de entender. Y escandalosa de proponer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY LINDO COMENTARIO. YO ANDO BUSCANDO UNA CANCIÓN DE DON CARLOS DI FULVIO QUE SE TITULA "DICEN QUE SOY SOLITARIO". NO PUEDO UBICARLA. SI ALGUIEN PUEDE AYUDARME SE LO AGRADECERÉ.
Mi mail: elvioza@yahoo.com
ELVIO