lunes, 8 de mayo de 2006

Costumbre (y variantes)

Acordarse de una palabra, de una frase, de una imagen que pinte el momento, e ir a buscarla, dondequiera que esté escrita (por lo general, en un libro), es algo que me gusta hacer.

Puede ser a la mañana, por la tarde o por la noche. Y si es por la noche, quizás lo llevemos a la cama. Y por ai ella está lo suficientemente despierta y con ganas de escucharlo.

A la mañana siguiente, colocar el libro en el lugar vacío que quedó en la biblioteca, mientras en la casa siguen durmiendo.

Es probable que la cosa luego trascienda al blog. Pero no es seguro.
(También está el camino inverso. Ella está dormida. La cosa trasciende al blog. Ella lo lee al otro día).

14 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Preciosa entrada "costumbrista". Emocionante.

Juan Ignacio dijo...

Oh, bueno , gracias, me alegro que haya gustado; en cierta forma viene inspirada en lo de las "flechas matutinas".

Juan Ignacio dijo...

La verdad es que no tengo ni idea de cómo hacen.

E. G-Máiquez dijo...

Tus costumbres son más íntimas y emocionantes que mis flechas, pero me alegro de haber contribuido algo a inspirarlas.

Y sobre la memoria y los evangelistas, se me ocurre una explicación poco ecuménica y muy discutible, pero que doy aquí, en confianza, sin pretender agotar el asunto. Es posible que cuanto más literalmente se interprete la Biblia más fácil sea memorizarla. Nosotros tenemos también, por supuesto, su literalidad, pero juntamente su espíritu, y el Magisterio, y la Tradición, y los comentarios de los doctores de la Iglesia... Imposible conservarlo todo en la memoria exactamente: bastante trabajo con tratar de llevarlo a la vida. Dicho lo cual, Carlos, es verdad que sería estupendo recordar la Biblia mejor.

Hasta mañana.

Juan Ignacio dijo...

Interesante teoría.

No soy un negado a aprender algunas cosas de memoria, aunque creo que cuanto más las vivamos y practiquemos, menos hará falta estudiarlas de memoria.

edumangia dijo...

Muy lindo post. A mí me pasa que una idea me queda en la cabeza, una palabrita, una frase... en general las voy anotando en mi cuaderno a modo de "memorial". A veces es un versículo de los salmos en mi liturgia de las horas, o de algún libro, o un verso de una canción... pero si empieza a sonar mucho tarde o temprano inspira un post.

Ah,y perdoná, E. G-Máiquez, pero me parece que nuestros hermanos evangélicos conocen muy bien la Biblia porque la leen muchísimo... Así de simple. Es verdad que nosotros tenemos además la Tradición y el Magisterio, pero decir que nosotros tenemos el espíritu de la Escritura y ellos no me parece exagerado. Que algunos caen en una interpretación literal no cabe duda, pero no olvides que los católicos aprendimos a hacer lectura crítica de la Biblia... ¡de los mismos protestantes! Llegamos a la arena de la exégesis bastante más tarde que ellos.

Juan Ignacio dijo...

Pues mi esposa opinó algo así, que ellos la leen mucho.
¿Se consolida una teoría?

Anónimo dijo...

La leen mucho...
Pero (al menos en mi experiencia) hay muchos bemoles en esta teoría, no son iguales unas lecturas y otras.

Anónimo dijo...

http://apologetica.org/testimonios/testimonio-boullon.htm
Me disculparás el mal gusto (o la poca diplomacia), te dejo el enlace de un relato escrito por un converso, que habla un poco de este “uso” de la Biblia como arma, de parte de los protestantes.
Queda la aclaratoria, terminante, de que no son todos los protestantes. Decir protestante es casi no decir nada, por la cantidad y variedad. Mi ignorancia en esto es completa.
Me mueve el poner este comentario mi propia experiencia en el trato con hermanos separados, y su desconcierto cuando les cambio el tema de la Biblia a la Eucaristía.
Nada elegante, ni amoroso de mi parte, lo reconozco. La situación que se crea me ha hecho sentir que hay una especie de “entrenamiento” en la polémica. Y que por alguna razón, para ellos, su propia salvación depende de nuestra condena.

edumangia dijo...

Mirá, tenés razón en que en algunos casos muchos vienen con ánimo de polemizar y no de encontrarse. Igual habría que distinguir ciertos grupos: no sé, por ejemplo, si vos metés en este grupo a los testigos de Jehová (escribo esto pensando en el comment de apostolcarlos), que de hecho ni siquiera son cristianos (porque no creen, entre otras cosas, en la divinidad de Jesús). Esto que decís vos de que "la salvación suya depende de nuestra condena", yo lo he visto también dentro de nuestra Iglesia... yo estuve en un tiempo recontra entrenado para polemizar contra protestantes, evangélicos y demás... me parece que los fundamentalismos son antes una actitud del corazón y un esquema mental, que después se puede rellenar con la religión o Iglesia que se prefiera...

Anónimo dijo...

Le hemos tomado el post a JI como sala de charlas…
Tienes razón, estos que se salvan solo si tú te condenas, no son patrimonio exclusivo de los evangélicos.
Las polémicas que he tenido, han sido siempre muy a mi pesar. Discutir con la Palabra me da escrúpulos, como si estuviéramos profanando. Pero en los casos de las personas que sistemáticamente te persiguen en la entrada del trabajo con el Atalaya, o cuando en medio de una discusión de Biblia le dicen a alguien una “media verdad” (que son las que usan algunos evangélicos para justificarse) . Pues caigo en la tentación, y termino hablando.
PD: los Testigos de la puerta del trabajo recogen el brazo con la revista cuando ven que soy yo y nunca más me invitaron a la reunión de estudio de Biblia en la casa de mi vecino el pastor.( creo que estoy empezando a ponerme un poquito paranoica):p

Juan Ignacio dijo...

Sigue abierta la sala, no hay problema. Interesantes comentarios.

E. G-Máiquez dijo...

Vaya, me despisté y la conversación seguía viva y yo sin enterarme... Con lo que me interesa. Agradezco las correcciones a mi teoría sobre la literalidad. Y aquí va otra teoría, esta vez literaria: ¿No será más fácil la memorización para los anglosajones porque ellos tienen una versión, la King James, clásica? En español, al menos hasta donde llego, no se ha impuesto nunca una versión sobre otros, y nuestros clásicos usaron la latina. Esas pequeñas variaciones y matices de una traducción a otra son interesantes, pero es posible que dificulten la memorización.

Juan Ignacio dijo...

Buen punto. Suena lógico.

Veré de avispar a los comentaristas a ver si vuelven aquí. Saludos.