Dicen que la enorme variedad de marcas, modelos y colores de autos en las calles, no es producto del azar ni de la evolución del mercado automotor y su marketing que busca la diferenciación como estrategia, creando un producto para cada target o cada nicho del mercado, o que busca lo nuevo como gancho, basándose por ejemplo en conductas psicológicas impulsivas del consumidor.
No, no. La enorme variedad de marcas, modelos y colores de autos en las calles fue algo pensado con una visión amplia. Sus efectos, como se anticipó en la mente de los grandes estadistas y maestros espirituales del mundo, son beneficiosos a los fines de lograr mejores conductas de manejo. O sea: la gran variedad de marcas, modelos y colores, permite que el conductor adivine fácilmente ciertas cualidades de los otros conductores y así anticiparse quizás a sus maniobras, o hacer alguna que lo favorezca, para poder evitar accidentes. Por ejemplo, viendo una cupé rojo brillante último modelo que viene por la tranversal, un atento conductor no se adelantaré con amarillo aunque esté apurado, porque supone que la cupé pasará también en "su" amarillo; a los jóvenes intrépidos les gustan las cupés rojo brillante ultimo modelo.
1 comentario:
oye que interesante, de hecho sí, los autos pequeños me dan flojera y los arrebaso, mi auto no es tan deportivo, y es verde.
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