domingo, 19 de febrero de 2006

Más de cuentos de hadas

De los cuentos de hadas ha dicho buenas cosas Tolkien (pueden leer fragmentos y reflexiones en lo de Hernán). También dijo algo, en otra tónica, el famoso G. K. Chesterton. Algo de eso copiaremos:

Parece que la Duquesa de Somerset había ido a un internado donde a los niños se les enseñaban cuentos de hadas y luego había ido a un Consejo de Tutores en alguna parte y les dijo que los cuentos de hadas estaban llenos de estupideces y que era mucho mejor hablarles a los niños de Julio César y de otros grandes hombres. Vemos aquí una completa incapacidad para distinguir entre lo normal y eterno, por un lado, y lo anómalo y accidental por otro. Los Consejos de Tutores son algo accidental y anómalo; en última instancia serán consumidos por la ira de Dios. Los Consejos de Tutores son anómalos. Espero que final­mente encontremos una forma más sólida de educación democrática. Las duquesas son algo anómalo; son el pro­ducto peculiar de la combinación de la vieja aristocracia con la mujer nueva. Pero los cuentos de hadas son tan norma­les como la leche o el pan. La civilización cambia, pero los cuentos de hadas no cambian nunca. Algunos detalles de los cuentos de hadas nos pueden parecer raros, pero su espíritu es el espíritu del folclore y el folclore es, en una traducción estricta, la expresión alemana que se utiliza para designar el sentido común. La ficción y la fantasía moder­nas y todo ese mundo alocado en el que vive la Duquesa de Somerset puede describirse con una sola frase: su filosofía significa cosas ordinarias vistas por gente extraordinaria. El cuento de hadas significa cosas extraordinarias vistas por gente ordinaria. El cuento de hadas está lleno de salud mental. Puede ser más sano un cuento de hadas al referirse a un dragón de siete cabezas que lo que puede ser la Du­quesa de Somerset acerca de un Consejo de Tutores.

Da ganas de transcribir todo el artículo, llamado "Educando con cuentos de hadas" y tomado del libro ya mencionado.

5 comentarios:

Lilian dijo...

Siempre me asombra que uds los argentinos leen tanto. Yo perdí un poco el gusto por leer al pensar en el precio de los libros acá en Chile.
Bue...puedo acceder a bibliotecas pero eso de tener que leer en un tiempo determinado para devolver, me da lata.
Me encantó el comentario y me dió ganas de leer la selección. Por ahora, me conformaré con esto.
Grax por tu visita a mi blog.

Lilian dijo...

Se me olvidaba, mi abuela materna era una cuentacuentos excepcional, cada noche(en nuestras vacaciones de verano en el campo) nos contaba uno, maravillándonos con los personajes y la acción. Creo que ella contribuyó en gran medida a vivir una infancia muy fuera de lo común... Ella se llamaba Natividad :)

Juan Ignacio dijo...

¡Acá también se extrañan esos libros tan buenos que son importados y ahora, cuando los traen, son carísimos!

Anónimo dijo...

Yo he leido muchos cuentos de hadas. De chica eran los que mas me gustaban. Era una fantasia romantica y siempre te dejaba alguna leccíón. Las buenas eran muy buenas y las malas perversas ...pero ya no interesan......la imaginacion esta pasada de moda.Todo tiene que ser "ahora", "posible" y "real"...nada de "divagues".Buahh

hna. josefina dijo...

¡Bien por Chesterton!