En el juego y el amor
dos cosas yo he aprendido
no agrandarme si he ganado
ni achicarme si he perdido.
viernes, 30 de junio de 2006
Terminó el mundial
jueves, 29 de junio de 2006
Devocionario revisado
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre Mía.
[Morir sin tu bendición.]
La otra oración es el Salve (Salve Regina). La invocación final creo que es eso, algo que viene después, y no parte de la oración, como suele parecer al hacerlo todo de corrido. No es “obligatorio” hacerlo (digamos que el “Salve” no la incluye). Se necesitan, además, dos voces para hacerlo. Pero eso es otra cosa. Veamos:
Dios te salve Reina
y madre de misericordia
Vida, dulzura y esperanza nuestra
Dios te salve
A ti llamamos los desterrados
Hijos de Eva
A ti suspiramos
Gimiendo y llorando
En este valle de lágrimas
Ea, pues, señora, abogada nuestra
Vuelve a nosotros
Esos tus ojos misericordiosos
Y después de este destierro
Muestranos a Jesús
Fruto bendito de tu vientre
¡Oh clementísima!
¡Oh piadosa!
¡Oh dulce Virgen María!
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Sugiero empezar por las que parecen serias. Por ejemplo, el “Salve Regina” según la Enciclopedia Católica.
Y para el “Bendita sea tu pureza”, más popular, no cuento con la fuente equivalente. Verán que hay muchas versiones “puras” (por llamarlas de alguna manera) y más de un tipo de “agregado”.
miércoles, 28 de junio de 2006
Problemática chalchalera
Allá otros con sus preocupaciones; nosotros, los boquirrubios, hemos de ocuparnos de lo nuestro; nosotros ante todo hemos de resolver los problemas eternos, ésta es la preocupación nuestra. La joven Rusia, toda ella, sólo se ocupa ahora de los problemas eternos, no discute de otra cosa. Precisamente en la actualidad, cuando todos los viejos, de pronto, se han metido en la cabeza que han de estudiar cuestiones prácticas.
martes, 27 de junio de 2006
Como flechas... (y un sueño)
En ella no llegábamos nunca a destino,
nos encontrábamos con nuestro fin a cada paso.
Status viatoris XIX
Las cosas menos ordenadas se hallan inquietas: ordénanse y descansan. Mi peso es mi amor; él me lleva doquiera soy llevado. Tu Don nos enciende y por él somos llevados hacia arriba: enardecémonos y caminamos; subimos las ascensiones dispuestas en nuestro corazón y cantamos el Cántico de los grados. Con tu fuego, sí; con tu fuego santo nos enardecemos y caminamos, porque caminamos para arriba, hacia la paz de Jerusalén, porque me he deleitado de las cosas que aquéllos me dijeron: Iremos a la casa del Señor. Allí nos colocará la buena voluntad, para que no queramos más que permanecer eternamente allí.
domingo, 25 de junio de 2006
Fórmula completa
viernes, 23 de junio de 2006
Conociendo la nueva religión
jueves, 22 de junio de 2006
Status viatoris XVIII
Ahí, en el fondo, estaba el río. Veinticinco metros de ancho y había que buscar el vado para cruzar, pero eso lo dejaríamos para después. Había que instalar la tienda, lavar ropa, preparar la comida y dormir. El vado lo buscaría por la mañana. Dentro de la tienda, me puse a escribir la bitácora y después a leer algunos apuntes que yo llevaba. Ahí estaba un poema de Atahualpa Yupanqui.
Caminos y bagualas
Nunca se sabe dónde terminan los caminos
y dónde comienzan las bagualas
porque son caminos también
esos rumbos del canto montañés
que el hombre busca o halla
y sigue por ellos noche adentro
y sueño arriba
La marcha de la mula
—heroica bestia del Ande—
tiene un ritmo que anda
como buscando un canto
entonces el hombre madura sus silencios
para parir la copla
y la copla sale, se hamaca en el viento,
se orienta y se larga cuesta arriba
buscando no sé qué estrella
para hacerle comprender
la viejas angustias del pueblo
y el desesperado anhelo del hombre(...)
martes, 20 de junio de 2006
Fuimos elegidos (y no por nuestros méritos)
Entre los varios que se alegran y le dan la bienvenida (...) uno le advierte que esta familia, como todas, incluye su lote de tíos chiflados, y tías..., como pronto podrá comprobar.
Claro está.
Y claro está que esto no debería ser motivo de sorpresa ni de escándalo; ni ocasión de vergüenza (ante los de afuera) ni de división (ante los de adentro); ni de desaliento ni de indiscretos afanes purificadores. Más bien debería ser ocasión de ejercitar la paciencia y la caridad —y aun el humor, si a mano viene.
Y también la humildad: recordar siempre que la familia es más grande (en todo sentido) que nosotros, y que somos recién llegados, y siempre lo seremos.
Pero no más de dos o tres días antes de leer el texto de Hernán, había leído las primeras palabras de las meditaciones del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyên Van Thuân, hechas para la Curia Romana en la cuaresma del año 2000, a pedido del mismo Juan Pablo II. Y tomé nuevamente conciencia de que ya antes de que el Hijo de Dios venga al mundo, el mismo Dios Padre elegía para guiar a su pueblo a gente “de lo más pecadora”.
El «Libro de la genealogía de Jesucristo» se articula en tres partes. En la primera, se nombra a los patriarcas; en la segunda, a los reyes antes del exilio de Babilonia; en la tercera, a los reyes posteriores al destierro.
Lo que sorprende en primer lugar en la lectura del texto es el misterio de la vocación, de la elección por parte de Dios, llena de gratuidad y de amor, incomprensible a los parámetros de la razón e incluso a veces escandalosa.
Así, en el «Libro de la genealogía de Jesucristo» aparece que Abrahám, en vez de elegir al primogénito Ismael, el hijo de Agar, elige a Isaac, el segundogénito, hijo de la promesa, hijo de su mujer, Sara.
A su vez, Isaac quiso bendecir a su primogénito, Esaú, pero, al final, bendijo a Jacob, según un misterioso designio de Dios.
Jacob no transmite la continuidad familiar, que avanza históricamente hacia el Mesías, ni a Rubén, el primogénito, ni a José, el más amado, el mejor de todos, el que perdonó a sus hermanos y los salvó del hambre en Egipto. La elección recayó sobre Judá, su cuarto hijo, responsable, junto con los demás, de la venta de José a los mercaderes que lo condujeron a Egipto.
El misterio desconcertante de la elección que Dios hace de los antepasados del Mesías empieza a requerir nuestra atención.
Esta página ilumina el misterio de nuestra vocación.
«No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros» (Jn 15, 16). No hemos sido elegidos a causa de nuestros méritos, sino solamente a causa de su misericordia.
domingo, 18 de junio de 2006
Mi fe, a la luz de "Corpus Christi"
- ...msí -dijo el otro. Y nada más.
jueves, 15 de junio de 2006
"Mi" fiebre mundialista
miércoles, 14 de junio de 2006
En cada "clac-clac"
yo estoy volviendo al pago
El último “clac” de un comando se junta con el primero del otro y así el sonido que escucho es el del tren: ...clac-clac (espacio de instruciones) clac-clac (espacio de instrucciones) clac-clac (espacio de instrucciones) clac-clac...
Y el tren allá en Caballito, casi Almagro, corriendo en trinchera, atrás de aquel gran paredón de la calle Venancio Flores, mientras la casa temblaba.
Pero llega gente, debo atenderlos. Y el tren se va con el último “clac”...
Nota final, musical, que se va por las ramas: si queremos hacer música con el tren del oeste, debemos tener en cuenta que el sonido exacto es (cambiando “clacs” por “tacs”): “...ta-tac-ta-tac (silencio) ta-tac-ta-tac...” Donde el primer “ta-tac” es la doble rueda final de un vagón; el segundo “ta-tac” la doble rueda inicial del vagón que le sigue, y el silencio es el vagón, más largo. Al modo de la relación entre blancas, negras, corcheas, fusas y semifusas, queda para los de oído fino determinar a cuántos “ta-tacs” equivale un "silencio de vagón".
lunes, 12 de junio de 2006
Por las costas bonaerenses...
A dos leguas del cerro de las Osamentas, en un cruce de caminos que arrancan de Mendoza y atraviesan la cordillera de los Andes por diversos portillos, se encuentra la pulpería, o mejor digamos, el almacén de don Carlos María.
El que lo fundó, bastantes años antes, eligió bien el sitio, sabiendo que había de servir de posta a los viajeros y también de refugio a los gauchos en desgracias con la justicia, que quieren transpasar la frontera, y a los contrabandistas, que necesitando mulas de refresco las pagan a precio de oro, y aun a los mismos agentes de policía, que en aquellos tiempos y lugares, una vez perseguían a los delincuentes, otra vez se asociaban a ellos para repartirse las haciendas robadas o el fruto del contrabando. [*]
viernes, 9 de junio de 2006
"El Pentágono" (misteriosa Buenos Aires)
Cruzando la vía para ingresar, nuestra primera misión será buscar las “numeraciones perdidas” de las calles Warnes, Donato Alvarez y Elcano. Estas calles perdieron sus prolongaciones en ese Triángulo de las Bermudas porteño que di en llamar “El Pentágono”.
Identificaremos dos o tres lugares característicos en cada una de esas calles y otras más. Utilizaremos referencias como el hogar de niñas Crescencia Boado de Garrigós o la iglesia de Santa Ines, virgen y mártir. Con esos y otros puntos localizados, será más fácil transitar por el laberinto.
Si hay tiempo, esa mañana nos dedicaremos a buscar a la señora Rosa, que dice haber sido novia del tanguero Osvaldo Fresedo. Buscaremos además al presunto dueño de una de las primeras pelotas que pateó Maradona. Según cuenta la leyenda, el futbolista se encontraba una vez en la sede del club Argentinos Juniors que linda con el Pentágono, y en un juego entre amigos dio tal patada que el balón cruzó la vía para estrellarse en el vidrio de una casa (no creemos que eso sea posible, sin embargo el hallazgo nos daría notoriedad).
Cuando completemos estas actividades, que tomarán toda la mañana, con o sin éxito nos juntaremos para ejercitar la mandíbula en alguna parrillita cercana, preferentemente de asador de medio barril.
A la tarde nos reuniremos en la plazoleta Julián Besteiro, junto a la “puerta” sudoeste, con un representante del Instituto Geográfico Militar y otro de una conocida marca de guías y planos urbanos, para estudiar y corregir los errores de cartografía que existen actualmente en las publicaciones comerciales. (Hay quien propuso hacer esta reunión en el vecino “hiperparque Warnes”, en terrenos del ex albergue homónimo, pero no veo conveniente andar saliendo y entrando “gratuitamente” del Pentágono).
A continuación, aquellos que lo prefieran, podrán improvisar un picadito o un cabeza en la plazoleta. En cambio, los más osados podrán incorporarse a las huestes que saldrán en tenebrosa expedición a las marmolerías contiguas al cementerio. Dicen que, con un poco de suerte, hay quien puede llegar a conocer, como en visión futura, cómo luce sobre piedra el epitafio que él haya elegido para su hora final (yo no he elegido, ni pensado aún en ninguno).
Una vez terminadas nuestras aventuras en este agujero negro citadino, volveremos a la puerta sudeste y “taza, taza, cada uno para su casa”.
Notas al pie: “El Pentágono” es una marca registrada de “Aquí estamos”. Pertenece al barrio porteño de La Paternal y sus lados lo forman, por exclusiva decisión mía, las vías del Urquiza junto a las avenidas Punta Arenas, Warnes, Garmendia y Del Campo.
jueves, 8 de junio de 2006
Aniversario de una flor
Aunque me gustan sus brazos descubiertos, alguna vez le dije que era más linda en invierno.
Será porque ella es como la violeta de los alpes, flor de esta época fría.
Dio sus colores al mundo en un día como hoy, allá por el año mil novecientos y tantos.
¡Feliz cumpleaños!
martes, 6 de junio de 2006
Status viatoris XVII
Andaba buscando información acerca de Gabriel Marcel (¡!) y su obra “Homo viator: prolégomènes à une métaphysique de l‘espérance” (prolegómenos para una metafísica de la esperanza). Pero me detuve en este pasaje de Juan Pablo II, tomado del mensaje para los participantes de la tercera sesión plenaria de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino (Ciudad del Vaticano, miércoles 21 de junio 2002).
Un problema antropológico [¿Cómo es que Dios permite el mal?], tan central para la cultura de hoy, no encuentra solución si no es a la luz de aquello que podemos definir como "meta-antropología". Se trata de la comprensión del ser humano como ser consciente y libre, homo viator, que cambia y es el mismo al mismo tiempo. En él se concilia la diversidad: lo uno y los muchos, cuerpo y alma, masculino y femenino, persona y familia, individuo y sociedad, naturaleza e historia.
(…)
El hombre, que ha recibido de Dios como don la existencia, tiene en sus manos la tarea de dirigirla en un modo conforme a la verdad, descubriendo su auténtico sentido (cfr Enc. Fides et ratio, 81). En esta búsqueda emerge la constante cuestión moral, formulada en el Evangelio con la pregunta: "Maestro, ¿qué es lo bueno que debo hacer?" (Mt 19, 16). La cultura de nuestro tiempo habla mucho del hombre y de él sabe muchas cosas, pero a menudo da la impresión de ignorar lo que verdaderamente es. En efecto, el hombre se comprende plenamente a sí mismo sólo a la luz de Dios. Es "imago Dei", creado por amor y destinado a vivir en la eternidad en comunión con Él.
domingo, 4 de junio de 2006
Enciende en nuestros corazones...
Que está apagado.
Que no se enciende con nada.
Que se llena de propósitos de grandes llamas.
Que se deja apagar con el agua del mundo.
Que no sabemos encenderlo.
Que Tú sólo puedes hacerlo.
¡Ven, Espíritu Santo!
viernes, 2 de junio de 2006
Las cinco cuadras (de noche tarde)
Camino solo por la calle. Escucho mis pasos y veo como duerme el barrio.
Esto es nuevo para mí (yo vivía en una ciudad que a la noche no descansa).
Son cinco cuadras. Y una vez cada tanto. Es una dosis chica, pero suficiente.
jueves, 1 de junio de 2006
A un semejante
El siguiente es un tango. Se llama “A un semejante” y dice así:
Vení charlemos, sentate un poco.
La humanidad se viene encima.
Ya no podemos, hermano loco,
buscar a Dios por las esquinas.
Se lo llevaron, lo secuestraron
y nadie paga su rescate.
Vení que afuera está el turbión
de tanta gente sin piedad,
de tanto ser sin corazón.
Si a vos te duele como a mí
la lluvia en el jardín y en una rosa,
si te dan ganas de llorar
a fuerza de vibrar, por cualquier cosa,
decí qué hacemos vos y yo,
qué cosa vos y yo sobre este mundo,
sembrando amor en un desierto
tan estéril y tan muerto que no crece ya la flor.
Vení charlemos, sentate un poco.
¿No ves que sos mi semejante?
A ver, probemos, hermano loco,
salvar el alma cuanto antes.
Es un asombro tener tu hombro
y es un milagro la ternura,
sentir tu mano fraternal,
saber que siempre para vos
el bien es bien y el mal es mal.