sábado, 8 de abril de 2006

Palabras e imágenes

Hay veces en que una imagen visual (la llamada comúnmente y llanamente “imagen”) no sirve. O no es lo mejor. Creo.

Hagamos un ejercicio. Tomemos un fragmento de un poema del peruano Augusto Tamayo Vargas:
Yo tengo el corazón puesto sobre el futuro,
puesto en los hijos que de mis hijos vengan,
puesto en el corazón de los que vengan luego,
puesto en los miles que han de vivir mañana.

Tengo puestos mis brazos
en las calles del mundo,
puestos en los hijos que de mis hijos vengan.

Cuando vengan hacia la tierra
las mieses desde el aire,
cuando giren los astronautas
en torno de las rosas
.
Y concentrémonos en la última imagen (en negrita). Es una imagen que, si la hacemos visual (una fotografía trucada, por ejemplo), sería de un surrealismo bastante desagradable. Al menos para mí. Por mejor técnica fotográfica que se emplee. En cambio así dicho es mucho menos burdo. Y permite que llegue el mensaje.

Una imagen dice mil palabras; puede ser. Pero a veces pienso que hay palabras que dicen lo que una imagen no puede.

Nota al pie: cabe un comentario como por ejemplo: “hay mejores ejemplos”. Cabe, pero yo tuve una "iluminación" al leer este poema.

2 comentarios:

Hache dijo...

Una imagen dice mil palabras; puede ser. Pero a veces pienso que hay palabras que dicen lo que una imagen no puede.

"Una imagen dice más que las mil palabras que describen la imagen" (no se a quién se lo robe)

Juan Ignacio dijo...

Vale.
Y una imagen es la inspiración para más de mil palabras.