lunes, 21 de diciembre de 2009

Regalo de Navidad

Las anotaciones de pendientes se multiplican.
Ni las agendas de una hoja por día sirven. Tarde o temprano se llenan. Entre renglones se puede escribir, y fuera de los márgenes también.
Para Navidad quiero que me regalen una agenda explosiva. Cuando las ocupaciones son demasiadas, la agenda estalla en las propias manos. Y así uno queda dispensado de todos los compromisos.
Libre para decir: ¡Feliz Navidad!

jueves, 10 de diciembre de 2009

¡Allanad los caminos!

El Adviento se empeña en hacerse notar, en medio de las ocupaciones que lo quieren ahogar.
F. pregunta por la eternidad de Dios y cómo es que entonces (si es eterno) nace en Navidad; el obispo manda una carta llamada “Discípulos misioneros” y a uno le recuerda los impulsos juveniles (¡pero el llamado es también hoy!).
La Virgen Inmaculada me regaló un descanso y volví a la lectura de la Historia de Cristo de Papini. “La magia sigue intacta”, diría un diario deportivo. Papini apasiona con sus palabras apasionadas... “Pero el Subversor más grande es Jesús. El supremo Paradojo, el Agitador radical y si miedo. Su grandeza está aquí. Su eterna novedad y juventud. El secreto por que gravita todo corazón grande, tarde o temprano, hacia su Evangelio”.
Tiempo para oración, confesión, propósitos... ¡Allanad los caminos!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Detalles de una boda en tiempo de Adviento

Con lo que me gustan las variaciones a las típicas fiestas de casamiento, me agradó mucho que los novios no largaran el baile con Strauss sino con una canción “valseada”. Porque las variaciones se eligen por algún motivo, y eso carga de sentido a algunos actos que ya lo perdieron (esos que son parte del paquete comercial de la fiesta de casamiento). Así que me puse a escuchar.
Era una canción del español Joaquín Sabina. El estribillo venía a cuento: “Que todas las noches sean noche de bodas, que todas las lunas sean lunas de miel…”. Pero la verdadera sorpresa no fue esa. Sino el elemento anacrónico. Verán.
Los novios no se habían percatado que estaban en vísperas del primer domingo de Adviento. Y que uno de los versos de la canción dice: “Que el fin del mundo te pille bailando”. Eso marcaba un fuerte contraste. Comenzaba la primera etapa de este tiempo de preparación, que está dedicada a la venida final. Los relatos escatológicos que hablan de la gente sorprendida en diversiones o preocupaciones de la vida, y el llamado a estar prevenidos, a perseverar y orar. ¡Menudo fracaso si ese momento nos sorprende bailando!

sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Prejuicio o indicio?

Hay que oír cómo se habla hoy en día de uniones homosexuales, del nuevo eufemismo llamado género y temas asociados.
Nadie confía en su primera impresión. Esa que le dice que hay algo extraño (y no por poco visto), algo que choca, algo que ofende el sano pudor. Y nadie trabaja a partir de allí con razonamientos elaborados. No, todo lo contrario, se prefiere pensar en esas impresiones como prejuicios, como “condicionamientos culturales”, etc. ¡Qué poca confianza en la capacidad para percibir bien y mal! ¡Qué poca confianza en uno mismo!
Quien diría, ¿no? Una sociedad que ya no habla de bien o mal, sino de sentimientos, de que si me siento bien o mal haciendo tal o cual cosa; esa misma sociedad aquí, justo aquí, no se fija en sentimientos, en las impresiones que le causan ciertas cosas. Se niegan, se rechazan, en pos de un supuesto progresismo mental.
¿Por qué mi objeción ha de nacer siempre de un prejuicio, y no puede ser un indicio de que algo está mal?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cuidado, que es fuerte...

(Me lo contó mi esposa, que lo escuchó “en vivo y en directo”; le pedí permiso para transformarlo en una entrada).
En un kiosco charlaban dos alumnas de colegio secundario. Una le contaba a la otra que su tía tenía una perrita llamada Dulcinea. Entonces surge la pregunta:
- ¿Qué nombre es ese? -dice una.
- Es un personaje de un cuento -dice la otra.
Primer erizamiento de pelos.
Pero había más, porque la primera dice:
- Creo que es de Walt Disney.

(¡Oh, dolientes espíritus! ¡Oh, sempiternos gemidos!...)

sábado, 7 de noviembre de 2009

Metanoite

Las primeras palabras de Jesús son sencillas, pocas. (…)
El tiempo se ha cumplido, se aproxima el reinado de Dios: haced penitencia y creed en el Evangelio.

No sé qué traducciones leía Papini, pero al parecer, con el tiempo, y por como leo ahora en algunas biblias, algunos (aunque no todos) han hecho caso a la reflexión que él hace luego:

En efecto, Jesús añade: Haced penitencia. Aun aquí ha sido torcido su sentido verdadero y magnífico, de la vieja palabra. La palabra de Marcos -“Metanoite”- no se puede traducir por “poenitemini”, es decir: “haced penitencia”. “Metanoia” es propiamente “mutatio mentis”, el cambio de la mente, la transformación del alma. Metamorfosis es el cambio de forma: metanoia el cambio del espíritu. Podría más bien traducirse por “conversión”, que es la renovación del hombre interno, pero las ideas de “arrepentimiento” y de “penitencia” no son más que aplicaciones e ilustraciones del llamado de Jesús.
El cual ponía como condición de la llegada del Reino -y, al mismo tiempo como la substancia misma del nuevo orden- la conversión completa, el cambio de la vida y de los valores de la vida, la trasmutación de los sentimientos, de los juicios, de las intenciones: aquélla, en suma, que llamó hablando con Nicodemus, “segundo nacimiento”.

(El texto de Historia de Cristo lo copio de la edición chilena de 1925 de Casa Zamorano y Caperan).

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Asunto peli-agudo

A ver quién encuentra una explicación a esto. Resulta que revolviendo discos viejos escuché la canción “Vaya una vida” interpretada por Baglietto. Y me quedó resonando aquello de:

Si voy al cine es por consuelo,
porque Ingrid Bergman tiene tu pelo.

Y en una asociación inexplicable pensé que eso me recordaba a... sí, a aquella canción que canta Jairo, “Caballo Loco”, que dice:

A vos te veo preciosa, te has dejado el pelo largo.
Te pareces al dibujo de la Virgen de Leonardo.

Bien, cabelleras era el tema. Pero cuando fui a ver autores la sorpresa fue mayúscula. Pues la primera canción es de autores Salzano y Rogatti. Y la segunda, es creación de Jairo y... Salzano.
Se trata de un periodista y escritor cordobés, Daniel Salzano, que al día de hoy yo desconocía. Desconozco aún todo acerca del autor excepto, por supuesto, su debilidad por el cabello femenino. Ignoro, advirtiendo a los comentaristas censores, sus inclinaciones políticas y religiosas. E ignoro sobre todo cómo pude haberlo descubierto detrás de dos canciones que jamás antes había asociado.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Domingueras varias


En misa sin niños y se escuchan los ajenos. Y ahí uno se da cuenta de la capacidad que ganó, con los años de paternidad, para permanecer concentrado a pesar de los ruidos infantiles. No soy más aquel joven que al menor ruido se daba vuelta y por su interior refunfuñaba. Se los recomiendo, si les molestan los ruidos infantiles en misa, tengan hijos. No es que perderán el oído, ¡caramba! Su nueva lucha será el ruido interior.
*
Hablando de distracciones en misa, hay una triste escena que es no ya el celular sonando, sino el celular sonando y el dueño saliendo afuera... ¡a atender! Es preocupante que ya no quede nada “ininterrumpible”. Por eso estoy diseñando unos casilleros, cofres o lockers, que se colocarán en la entrada de las iglesias (el croquis acompaña la entrada), en donde todos los que ingresen deberán dejar sus celulares. ¿No nos piden dejar los bolsos a la entrada de los supermercados y otros negocios? Pues bien...
*
(La reflexión que sigue no sé si pasa el nihil obstat, pero queda entre nos).
Lo grande de la fe del ciego Bartimeo (Mc 10, 46-52, domingo pasado) se nos escapa por no ver con profundidad. Hoy reclamamos acciones espectaculares, o al menos grandes disertaciones. Pero recordemos que la sociedad marginaba a los enfermos por pecadores. Y que ya solamente querer volver, querer salir de ese estado, implica una gran fe. Veamos.
La sociedad hoy también margina, aunque de otra manera. Dice que no hay pecado y que está todo bien. Entonces perdemos la conciencia de nuestro estado de alejamiento de Dios. Y se necesita una gran fe para percibirnos necesitados, llamar insistentemente y pedir el perdón. Como el ciego a la salida de Jericó.

viernes, 23 de octubre de 2009

Personalmente

Otra vez (que no fue una vez más) los blogs me dieron el gusto de conocer a alguien personalmente.

Javier de Navascués era, hasta hace un tiempo, las firmas en los artículos o prólogos a Marechal y a otros escritores hispanoamericanos. Luego tomo mayor sustancia al hacerse blog, El sur es el norte (uno de mis puertos en la red). Finalmente cobró vida ayer, en Avenida de Mayo y Piedras.

De los regalos que recibí de él, que fueron muchos (conocer al autor detrás del blog, escuchar de mi prima en España, de queridos blogueros españoles, de Marechal), uno fue un libro (de su autoría, por supuesto) con poemas como el que aquí sigue.

Te lo diré con versitos ramplones:
yo soy un poetastro desastrado
que va con un zapato mal atado
y la camisa casi sin botones.

Padezco de candor desaliñado
y, a pesar del cariño que me pones,
ni la elegancia es uno de mis dones
ni le alcanzo al menor de los Machado.

Ay, Cercana, entrégame tu mano
a ver si por magnética experiencia
paso de ser plumífero mediano

a gran descubridor de las Esencias.
Una de dos: o triunfo de escribano
o vendo lencerías en Palencia.

(Sonetos de la muerte poética, I)

jueves, 15 de octubre de 2009

Se impone: una entrada de fútbol

“El hombre está descentrado, porque está centrado en sí mismo”, decía mi profesor de Teología. “El hombre” no es el técnico de la selección argentina, pero bien podría caberle el dicho. Así que hagámosle un favor y evitemos poner el centro en él. Hablemos de lo que pasa en otros lugares del mundo.
Como argentinos que somos, soberbios e ignorantes, algunos pensamos que las eliminatorias para Sudáfrica 2010, salvando el caso de Uruguay, terminaron hoy. Pero la verdad es que falta un trecho. Y no sólo en Europa, hacia donde siempre miramos, sino también en África, Asia y Oceanía. Y mirar hacia esos lugares nos permite descubrir algunas cosas pintorescas, como los seudónimos de los equipos, de las selecciones nacionales de fútbol.
En estos días están jugando los Kiwis (u All Whites, de Nueva Zelanda) contra los Rojos (Bahrein) por la última plaza Asia-Oceanía en el mundial. En un duelo de tenor aéreo, las Águilas de Cártago, magnífico nombre con el que llaman al equipo tunecino, compiten contra otras águilas, las Verdes de Nigeria, que ya nos han dado alguna amargura hace tiempo. Y los Faraones, nombre que ya imaginarán a quien pertenece, se las están viendo difíciles en su camino al otro extremo del continente, pues a la par corren rápidos los Fennecs de Argelia.
Si miramos a Europa, restan definirse cuatro puestos, y por ellos luchan ocho equipos. Conocerán Uds. a Les Bleus, que aún no clasificaron. Pero creo que el nombre más llamativo de esos ocho se lo lleva el equipo griego: Το Πειρατικό (El barco pirata).
Finalmente aquí, en América, los Ticos, de Costa Rica, van contra los Charrúas de Uruguay por la última plaza americana. Mientras que sus vecinos, los Catrachos (aquellos que Clemente llamaba “pataduras”), dieron el golpe y recuperaron la clasificación directa para su país, Honduras.

sábado, 10 de octubre de 2009

Un nacimiento y dos autores

Sólo a un ignorante como yo, a alguien sin formación académica en letras (la cual me daría una lectura y consideración de autores en forma ordenada, tanto por secuencia cronológica como por importancia relativa), sólo a mi, digo, leer a Papini me podría recordar a Marechal.
Pero leí esto:

Un nacimiento, el nacimiento de un hombre, un alma que hace pocos momentos se ha encarnado y viene a sufrir con las otras almas, es siempre un milagro tan doloroso que conmueve hasta a lo simples que no lo comprenden. Y aquel recién nacido no era para los que ya habían sido avisados un desconocido, un niño como los demás, sino aquél que desde mil años, su pueblo doliente esperaba. (Giovanni Papini, Historia de Cristo, Los pastores)

Y fui inmediatamente a ver si no era parecido a aquello:

El nacimiento de un niño es siempre grato al corazón de los hombres, pues en cada niño que llega parece renovarse la alegría del mundo. Pero cuando el recién nacido es Dios en persona, que baja del cielo y toma la forma del hombre para salvarlo, entonces el acontecimiento se vuelve universal. (Leopoldo Marechal, El niño Dios)

Muy parecido no, pero hay algo. Más que en el texto, es algo que uno adivina en la experiencia de los autores y cómo se han conmovido alguna vez ante un nacimiento. O contemplando el del mismo Jesucristo.

jueves, 1 de octubre de 2009

Teoría de los apodos sintéticos

No se llama así, así la nombré recién, para usarla en el título de esta entrada. La teoría de Jesús Sanz Rioja me gustó (ver aquí). Pero más allá de su acierto o no en las causas, creo que la observación del problema es muy cierta. Creo que no me equivoco si digo que de un tiempo a esta parte acá en Argentina también se usan muchos sobrenombres de una sílaba (donde antes se usaban dos).

Después de haber leído a Jesús empecé a estar más atento. El primero que escuché fue algo poco común. Cin, por Cinthia. Me pareció feo, por lo difícil de pronunciar. Luego recordé Fran, que está muy de moda en estos días para los Franciscos. Recordé también Sil, para Silvia o Silvina (que también es raro, pero claro, decir Silvi es como que ya queda anticuado). Etcétera.

Luego me empecé a divertir. Qué poca cosa sería un Ve para Verónica. Qué feo sería un Ol para Olga. Qué imposible sería para Adriana, A. Algo rudo para llamar a Eugenia, Eu. Algo impreciso el Ma, ya que es para Maria, Mariana, Mariela, Marina... Muy negativo para Nora, ¿No?

sábado, 26 de septiembre de 2009

Creación y evolución (más conceptos)

Dije que uno de los dos temas que me interesaban de este conjunto Creación y evolución era lo relacionado con la creación del alma.
En ese sentido, quiero dejar acá lo que Arnaudo llama la principal objeción a la teoría de Teilhard de Chardin. La objeción no la hace Arnaudo, sino Meinvielle. Quiero dejarla porque me da la idea que, salvando las distancias intelectuales que pueden separarnos del jesuita francés, nuestro pensamiento podría llegar a elaborar una hipótesis de ese tipo, y hay que tener cuidado (cuidado de no “razonar fuera del tarro”, dirían los de Les Luthiers).

Hay al menos una operación que el lenguaje de Teilhard no podía expresar: la creación inmediata del espíritu... la suscitación de una forma determinada de ser, la forma "inmaterial " por el llamado directo del Creador; porque si la conciencia está ya unívocamente presente en los organismos infrahumanos, de donde busca liberarse por presión y por ruptura, se hace difícil mantener que esos organismos no desempeñan ningún papel en la producción de la realidad espiritual en tanto tal.

O sea, lo que distingue al hombre (y viene dado) no estaba antes. Hay un antes y un después. Es fascinante entender cada vez con más profundidad biológica ese antes y después, pero no podemos eliminarlo en pos de un cambio gradual (si no, digo yo, llegando al extremo, no habría diferencia entre hombre y animal).
Y ahora un inciso.
Que el hombre es otra cosa que un animal lo sabemos por fe, por revelación. Pero, ¿sólo por fe? Quien no cree, ¿puede considerarse “par” de un mono o una babosa?
No. No es sólo fe, creo. Es también algo evidente para la razón sola. Vemos del hombre su pensamiento, su libertad. Y no tenemos modo de explicar científicamente una mutación tal que produzca el salto cualitativo que vemos.
“Sí, eso hoy, ¿pero mañana?” Estimo que a medida que avance, la ciencia podrá descubrir más profundos cambios físicos. Pero es un problema filosófico el del alma humana. Una teoría científica jamás podría comprobar o refutar algo filosófico.
(Por cierto, hay mucho camino para la ciencia; la evolución es algo de lo que cada vez se duda menos en el ambiente, pero por cuestiones de evidencias, porque aún no hay explicaciones o demostraciones para todo: el origen de la vida, las causas de las mutaciones, etc.)

jueves, 17 de septiembre de 2009

Creación y evolución (algunos conceptos)

Por ahora, los dos temas que me resultan más interesantes de esto de la creación y la evolución son: la creación del alma y el dilema monogenismo vs. poligenismo.
Con respecto al segundo (¿Desciende el hombre de una sola pareja o de más de una?) les dejo este algo extenso pero interesantísimo fragmento, del libro ya citado:

Con respecto al monogenismo, él implica afirmar que el primer hombre y la primera mujer nacieron biológicamente a raíz de una mutación genética que les permitió el pensamiento reflexivo. Esta mutación genética pudo ser transmitida a su descendencia. Ese fue para los creyentes, el momento en que Dios dio a la primera pareja el alma espiritual que la humanizaría.

¿Que dice al respecto la ciencia? Los científicos se inclinan por el poligenismo. Prescindiendo de toda intervención providencial es la hipótesis que más se adapta a la gradualidad del proceso de hominización. Creen por otra parle poco probable que de una sola pareja haya podido surgir una descendencia que pudiera sobrevivir y multiplicarse. Vuelvo a repetir: "prescindiendo de la acción providencial". (…)

Los creyentes no podemos dejar de tener en cuenta que la Santa Sede ya dejó oír su palabra sobre este tema en 1950:

Dijo Pío XII en la “Humanis generis”:

Cuando se trata de la otra hipótesis, llamada poligenismo, los hijos de la Iglesia no tienen ya la misma libertad. En efecto, los fieles no pueden abrazar una doctrina cuyos mantenedores sostienen que después de Adán hubo sobre la Tierra verdaderos hombres que no descienden de aquél por generación natural como primer padre de todos, que Adán designa el conjunto de estos múltiples primeros padres. No se encuentra, en efecto, la manera de hacer concordar semejante doctrina con lo que enseñan las fuentes de la verdad revelada y con lo que proponen las actas del magisterio eclesiástico sobre e pecado original, pecado que toma su origen en un pecado verdaderamente personal, cometido por Adán, y que está en todos y que a cada uno pertenece porque se esparció por todos por la generación (12-8-1950).

La advertencia del Papa es razonable. Siendo la hipótesis del monogenismo aquella sobre la cual se estructuró la teología cristiana, no tiene sentido asumir las dificultades que una hipótesis distinta implica sin que haya sólidos argumentos científicos que la respalden.

Mientras no haya justificadas pruebas en contra deberá respetarse la frase de San Pablo: “Por un solo hombre el pecado y la muerte; por un solo hombre la redención y la vida” (Romanos V, 12).

Es obvio que si en algún momento se verifica científicamente la hipótesis poligenista los teólogos deberán hacer frente a este nuevo desafío.

Como el Papa [*] lo dice, algunos exegetas, anticipándose a la posibilidad científica del poligenismo, han afirmado que en el Génesis el término Adán, que en hebreo significa hombre, pretende referirse a la especie humana. Esto no es algo que se desprenda con claridad de los distintos textos de la narración yahvista, pero tampoco excluye que exista alguna interpretación compatible en tal sentido.

No faltan algunos científicos que aceptan la posibilidad del monogenismo. Hasta el momento ni una hipótesis ni la otra pueden basarse más que en conjeturas y parece imposible que pueda conseguirse información definitiva. Piénsese en efecto que aunque por absurda casualidad se encontraran los esqueletos de la primera pareja humana junto a otros representantes de su generación. ¿Cómo podría afirmarse que Dios otorgó a más de una pareja el alma espiritual?

[*] No sé si el autor se refiere a Pío XII o a Juan Pablo II, Papa al momento de la publicación del libro.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Creación y evolución (algo de poesía)

Para poner un poco de aire fresco a estas entradas y darme tiempo para seguir con el libro, les dejo la “Balada del universo”, del húngaro Lázsló Mécs (más datos).

En el huevo oculta la célula se despierta:
“Di-os, Di-os” es el ritmo de veinticinco días.
Late, palpita en el seno la vida:
“Di-os, Di-os” es el ritmo de nueve meses.
¡Ay, si fallara! Mas vive la Fuerza y rige el Compás:
“Di-os, Di-os, Di-os!”

Palpita, se ríe, palpita y llora el loco corazón:
“Di-os, Di-os”, es ochenta el ritmo del pulso.
¡Ay, si fallara! ¡Se helaría la música viva
en los arroyos de sangre y roja volaría nuestra alma
con el postrer suspiro! Mas vive la Fuerza y rige el Compás:
“Di-os, Di-os, Di-os, Di-os!”

Cantan marchando y marchan cantando el arroyo, el río:
“Di-os, Di-os, Di-os!”
¡Ay, si fallara el ritmo! Desde la montaña hasta la agreste costa
multitud de peces moriría y llorarían los molinos,
barcos y bateles… Mas vive la Fuerza y rige el Compás:
“Di-os, Di-os, Di-os, Di-os!”

En una ardiente carroza viene el Sol, se va la Luna, se va el Sol, viene la
_____________________________________________/ Luna:
“Di-os, Di-os, no-che, dí-a!” ¡Trescientas sesenta y cinco veces!
¡Ay, si fallara el ritmo! No habría luz,
no habría flores ni arco iris multicolor, ¡sólo la Tierra errante,
un gigantesco ataúd! Mas vive la Fuerza y rige el Compás:
“Di-os, Di-os, Di-os, Di-os!”

Marchan refulgentes los astros y sistemas solares:
“¡Di-os, Di-os, año-de-luz, siglo-de-luz, edades estelares!”
¡Ay, si fallara el ritmo! Mas vive la Fuerza y rige el Compás
y late y palpita y arde y se fermenta el tiempo en el Huevo.
La cáscara del Huevo: la Eternidad,
que reposa en la Mano en que Dios la sostiene...

(Traducción de Zoltán A. Rónai, tomada del libro “Antología de la poesía católica del siglo XX”, de Emilio del Río s.j.; del mismo libro tomé los versos de José García Nieto).

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Creación y evolución (segundas y más graves divagaciones)

Pero vayamos algo más adelante. Quizás ha llegado a hipotetizar alguien que la libertad y el pensamiento son deformaciones o fallas del instinto. Pero eso no conduce sino a un ser atrapado y sin salida, a un engaño de la naturaleza.
¡No puedo ser un engaño de la naturaleza que cree tan fervientemente que no lo es! No puedo ser un producto de la naturaleza que aspire a algo que es más que la naturaleza. ¿Cómo podría conocer algo superior, algo distinto, alguien que sólo fuera materia? ¿Cómo se volvió tan loca la materia de pretender eso? ¿Cómo puede ser tan inconformista con lo que es, y querer el consuelo de la felicidad, si su sentido es precisamente evolucionar para mejor? Si la evolución es para sobrevivir y una mejor adaptación a las condiciones del mundo, ¿cómo es que se arruinó este proceso y resulta que esta especie “tira para atrás”? Si es tan “negativa” (que quiere la felicidad que no tiene) no se adaptará y perecerá.
En definitiva: ¿Como podría haber una desviación al mal si no hubiera Dios? Si no hay Dios todo es cómo es, y no hay bien o mal. El deseo del bien, ¿por qué? Si todo es cómo es nadie podría sentir que está mal.
Si el hombre se siente mal por no ser feliz, eso no puede ser una deformación biológica. Las leyes biológicas no son buenas o malas. ¿Quién podría ir contra su misma ley y no desearla? ¿Quién que solo fuera materia o meramente biológico podría ir en contra de su ley y no desearla?
Quien tiene la libertad para hacerlo es precisamente porque tiene eso, libertad, esa característica distintiva que la materia, incluso seres con vida, no tienen.
Llego así a pensar (lo que por otro lado me han siempre enseñado y la buena teología explica) que la libertad es un atributo distintivo, y no puede ser una deformación del instinto, porque implica un cambio cualitativo.
Nota al pie: Han de encontrar en el texto anterior seguramente miles de impertinencias, palabras no exactas, etc. Me he tomado la libertad que me tomaba hace tiempo, la de dejar patente mi ignorancia al respecto de los temas de los que escribo.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Creación y evolución (primeras divagaciones)

Llegué a una de las partes más interesantes. Arnaudo me fue guiando con prudencia y suficiente detenimiento. Y aquí estoy, con Teilhard de Chardin moderado por Julio Meinvielle. El tema: creación y evolución.
El libro lleva ese nombre, Creación y evolución. El autor, el ingeniero Florencio J. Arnaudo. Profesor de la UCA en Doctrina Social de la Iglesia (en mi época, no sé hoy) y cabeza durante seis años del grupo Ciencia y Fe de la mencionada universidad.
En esta parte del libro, lo explicado se empieza a relacionar con los rumbos de mi pensamiento, lo cual es una enorme satisfacción: encontrar respuestas o cauces para el desarrollo del propio pensamiento.
Desarrollando esas líneas de pensamiento (ya sin Arnaudo, por supuesto), todas parecen converger a una. Aceptando una hipótesis evolutiva (que no se opone necesariamente a la creacionista), el problema central parece ser el “paso de no hombre a hombre”.
Y para eso creo que necesitaré estudiar más acerca de qué es aquello que llamamos el alma humana. Para así luego poder comprender cómo es el “paso de la no alma humana al alma humana”. Cómo es el paso. Por qué no puede ser biológico. Por qué es un salto cualitativo, como dicen.
Día a día entendemos más del funcionamiento biológico del hombre y hasta parece ser que hay elementos y sucesos humanos en el campo no tangible que están estrechamente vinculados con alguna parte física del hombre. Pero en el fondo siempre queda algo, la parte intangible. Eso en lo que vemos la acción de Dios. Y, ¿cómo es la acción de Dios? ¿A qué nivel? ¿Cuándo no fue hombre (el aún no hombre) y cuándo sí?
La pregunta no tendría sólo un sentido histórico. Quién (qué homínido) haya sido hombre o quién no, es un tema quizás secundario frente la implicancia de la cuestión hombre-no hombre en nuestro presente. Es imprescindible que haya una diferencia entre animal y hombre, una diferencia más que biológica, para que podamos decir que el hombre es hombre y el animal sólo animal. Esa es el alma humana.
Esto podría terminar aquí. Debería apagar la computadora y ponerme a estudiar acerca del alma. Pero dejemos dos ideas para repasar:
- Lo que diferencia al hombre del animal es que el hombre tiene pensamiento reflexivo (el hombre sabe y sabe que sabe, piensa y sabe que piensa).
- Lo que tiene el hombre y no el animal, usando tres palabras usa Meinvielle, es: pensamiento, libertad y religión.

sábado, 29 de agosto de 2009

Cinco años

¿Soy el que fui, Señor? Soy el que ama
apasionadamente todavía;
soy la tarde ferviente de aquel día,
soy el que, insomne, como ayer te llama.

(Robado a José García Nieto, para reflexionar en el quinto aniversario de este blog).

sábado, 22 de agosto de 2009

Nota de autor

El título de la entrada es el de un poema de Enrique García-Máiquez:

Hay lectores que piensan que soy tonto
puesto que soy feliz, y es cierto
que salgo sonriendo en mis poemas,
encantado, inocente, satisfecho.

Sucede que mi alma está mordida
-como un bolígrafo- por el extremo
que no escribe y resulta que me trago
muy masticados mis remordimientos.

Si se me escucha alegre
(dejando aparte el hecho
de que escribir un buen poema es ya un motivo
sobrado de alegría), es porque canto alegre y es por eso

que canto poco. Mientras,
entre una línea y otra, oculto, corre el tiempo,
y por él va el dolor
a un profundo silencio.

No temáis que ahora empiece a contaros mis penas;
aunque quiera, no puedo.
Pensad que soy el tonto sonriente
que siempre quise ser. Y que soy escribiendo.

Dice el mismo autor que “el lector es un fingidor” (Cuento mi vida pero lees la tuya...), así que ya no hay nada que ocultar.

Diré que he aquí un poema que nos remite en cierta forma a la alegría cristiana, aunque no se diga en él nada del cristianismo. Diré más. Diré que aquí el autor en cierta forma evangeliza, aunque no se anuncie expresamente el evangelio, y aunque el mismo autor no se lo proponga (o hasta pueda horrorizarse con mis palabras).

La alegría cristiana es como la alegría de Enrique. Una locura, una tontera para el mundo. Idiotas sonrientes. Pero yo (esto ya se trata de mí, lo dijimos) prefiero pasar por el tonto. Prefiero ser el tonto que cree en la necesidad de felicidad que tiene en su alma, que ser un mal llamado realista.

No se trata de negaciones, de reprimir pensamientos o dudas. Valga aclararlo. Creo que por eso es justa la palabra masticados, y por eso es genial la imagen elegida del lápiz, y no sólo por eso.

Es procesar, no tapar. Es destilar lo que nos pasa, en principio para “hacerse a uno mismo”. Pero si es poesía es también para dar (lo mejor) a los demás. Se trata de dar un mensaje de alegría, de esperanza, hasta podríamos decir de fe. Es también no descargar en los demás, y así no fomentar en ellos, la amargura y la desesperanza.

Por eso, como ya dije, publicar este poema (y vivir como en él se dice) es como evangelizar. Es la forma de evangelizar de un laico a través de su vocación de poeta. Porque es un testimonio, es ser testigo de la alegría.

domingo, 16 de agosto de 2009

Alter mundi - IX. Donde el mundo se divide en dos


Hay dos islas que están una enfrente de la otra en el Estrecho de Bering. Una es de Estados Unidos (por Alaska), la otra es de Rusia. A pesar de distar sólo 3 kilómetros entre sí, el viaje desde la Diómedes menor (la norteamericana) a la Diómedes mayor (la rusa) “exige” un día. Pero lo más curioso es que el viaje inverso es un viaje en el tiempo. Salís un día y llegás el día anterior.

No es una cuestión misteriosa. Lo peculiar del caso no es causado por la geografía, ni por las condiciones climáticas, ni es un problema a abordar con la física cuántica. Se trata de la convención humana de la Línea internacional de cambio de fecha, que pasa justo entre las dos islas con el límite internacional. La línea de cambio de fecha coincide en principio con el meridiano de los 180 grados, a través de Océano Pacífico, pero con excepciones. Para conocer mejor dicha línea imaginaria, tomé un inflable con motor fuera de borda y me la hice toda de norte a sur.

En el caso de las Diómedes, la línea de cambio de fecha se llevó allí apartándola del meridiano 180, que cortaba el extremo oriental de Siberia. También para coincidir con la frontera ruso-norteamericana, algo más al sur, la línea de cambio de fecha se apartó, ahora hacia occidente, para dejar a oriente las Islas Aleutianas, islas de Alaska que se prolongan hacia Rusia en forma de arco (fanáticos del mapamundi las han de conocer de vista).

A la altura del Ecuador hay un nuevo caso. Hace relativamente pocos años se conformó como país independiente un conjunto de atolones coralinos más una isla volcánica: la República de Kiribati (con mayoría de población católica, por cierto). Parte de estas islas están de un lado del meridiano 180 y parte del otro lado. El gobierno del país, ante la dificultad de tener dos fechas en un mismo territorio, unificó las mismas y así movió la línea de cambio de fecha hacia oriente (siendo este el movimiento más pronunciado de la línea respecto del meridiano 180).

Ya en el hemisferio sur, la Repúbica de las Islas Fiyi la empuja un poco hacia el este también, para quedar ellos al oeste. También su vecino, el Reino de Tonga (última monarquía del Pacífico), queda al oeste de la línea. Islas Fiyi sin embargo conserva, en una isla llamada Taveuni, un punto de referencia donde la isla y el mundo son cortados en dos por el paso del meridiano 180. (La foto acompaña esta entrada).

Todos los que quedan del oeste, como Kiribati, Fiji y otros, son los primeros en recibir el día, el año, el siglo y el milenio. Pero, ¿quién tira la primera cañita voladora? Según se lee por un lado, el título lo ostenta la Isla Pitt, de las Islas Chatham de Nueva Zelanda, en el Punto de Kahuitara. (Sí, Nueva Zelanda con sus dos islas principales está al oeste del meridiano 180, pero sus Islas Chatham no, así que la línea se corre hacia el este para abarcarlas, y las deja allí bien primeras para el albor del nuevo día).

Pero la Isla Pitt sería el primer lugar poblado que recibe al nuevo día. Según se lee por otro lado, y si dejamos de lado el tema de la población, el título ahora lo ha capturado Kiribati. Porque hubo una gran movida turística en el 2000, para ir al lugar y ser parte de aquellos que primero recibían al (supuesto) nuevo milenio. Kiribati tiene una isla, inhabitada, que es el primer suelo en ver el nuevo día, año y milenio. Se llamaba Carolina, pero ahora la llaman Isla del Milenio.

viernes, 7 de agosto de 2009

¿Qué dijo que vende?

En la cartelera en donde se publican avisos para vender el auto, alguien descartó el clásico “Vendo”, o el sentimental “Me venden”, e hizo un encabezado que no sospechó podía ser muy pintoresco. En negra letra de imprenta se leía desde lejos: “VENDO PALIO”.
Y al verlo, uno no podía ya detener la imaginación. Parroquia en momentos de grave crisis económica, sacerdote pierde la cordura… O quizás un rey derrotado, campos desolados, castillo vacío...
(Si hubiera creído que era el palio papal, ya habría pensado que la Iglesia hizo caso a aquellos que critican "las riquezas del Vaticano").

lunes, 27 de julio de 2009

Caritas in veritate

Mientras que la leo, también leo lo que dicen otros y algo escuché acerca de polémicas o interpretaciones. Y como no habría de haberlas. Si Benedicto XVI menciona a aquella dama encantadora, por la cual distintos caballeros luchan, tironeándola de izquierda y de derecha. Ella, que enamora a los de izquierda, los cuales cantan a su belleza viendo cosas que ella no tiene; ella, a la que los de derecha interpretan (¿simplifican?) de manera algo peculiar. Sí, por supuesto que me refiero a la Doctrina Social de la Iglesia.
Y, ¿qué les puedo decir de la encíclica por ahora? Da gusto seguir a Benedicto XVI desde los conceptos generales hasta los más particulares (quizás los más picantes). De los primeros, como ejemplo:

A veces se perciben actitudes fatalistas ante la globalización, como si las dinámicas que la producen procedieran de fuerzas anónimas e impersonales o de estructuras independientes de la voluntad humana (…) Cuando se entiende la globalización de manera determinista, se pierden los criterios para valorarla y orientarla. Es una realidad humana y puede ser fruto de diversas corrientes culturales que han de ser sometidas a un discernimiento. La verdad de la globalización como proceso y su criterio ético fundamental vienen dados por la unidad de la familia humana y su crecimiento en el bien. Por tanto, hay que esforzarse incesantemente para favorecer una orientación cultural personalista y comunitaria, abierta a la trascendencia, del proceso de integración planetaria. [42]

De los segundos, vaya este:

(…) Tampoco hay motivos para negar que la deslocalización, que lleva consigo inversiones y formación, puede hacer bien a la población del país que la recibe. El trabajo y los conocimientos técnicos son una necesidad universal. Sin embargo, no es lícito deslocalizar únicamente para aprovechar particulares condiciones favorables, o peor aún, para explotar sin aportar a la sociedad local una verdadera contribución para el nacimiento de un sólido sistema productivo y social, factor imprescindible para un desarrollo estable. [40]

viernes, 24 de julio de 2009

Status viatoris XXX

Pretender que esto y aquello sean aún una serie es mucho pretender. Pero decidí que estéticamente cerraría mejor en treinta, y que eso sería una buena excusa para dejar aquí dos hallazgos. Un poema de John Bunyan que una vez trajo Eduardo M. y un fragmento de un texto de Fray Nelson. Ambos sobre el peregrino y el peregrinar.
A riesgo de post largo, allí va el primero:

Who would true valour see,
Let him come hither;
One here will constant be,
Come wind, come weather
There’s no discouragement
Shall make him once relent
His first avowed intent
To be a pilgrim.

Whoso beset him round
With dismal stories
Do but themselves confound;
His strength the more is.
No lion can him fright,
He’ll with a giant fight,
He will have a right
To be a pilgrim.

Hobgoblin nor foul fiend
Can daunt his spirit,
He knows he at the end
Shall life inherit.
Then fancies fly away,
He’ll fear not what men say,
He’ll labor night and day
To be a pilgrim.

(Traducción es deuda). Y ahora el segundo:

167.2. Con motivo de tu viaje quiero enseñarte dos cosas. La primera es la norma de tu peregrinar en la tierra (…).

167.3. En cuanto a lo primero, recíbeme esta frase: no te vayas, sin quedarte; no te quedes, sin irte. La primera parte se refiere a la estabilidad y unidad contigo mismo que has de conservar, no importa cuántas cosas cambien afuera de ti. Ningún viaje ha de llevarse todo lo que tú eres, y ninguna transformación exterior, lo mismo que ninguna circunstancia, ha de adueñarse de ti por completo, pues tú ya tienes dueño, como te amonestó Pedro cuando dijo que habías sido rescatado: «con una Sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo» (1 Pe 1,19).

(...) 167.7. La segunda parte de la enseñanza se resume en esta expresión: “no te quedes sin irte.” En efecto, cada viaje te obliga a moverte, pero no te mantiene en movimiento. Quiero decir: siempre llegas a algún lugar. (…) Pues bien, la segunda parte de la frase que te comento te invita a que ese reposo físico sea el comienzo incesante de una peregrinación interior, profunda, espiritual. También en esto Jacob te sirve de ejemplo. Su cuerpo reposa y se hace casi semejante a la muerte, pero Dios llama su espíritu y le hace entrar en un viaje distinto, en un caminar que tiene otro ritmo, ya no el de sus pasos, sino el del vuelo ardentísimo de los Ángeles.

jueves, 16 de julio de 2009

Levante real

Mientras leo la Caritas in veritate les dejo una especie de cola de la lectura anterior. (Para llenar el blog, ¿vió? L' horreur du vide, que le dicen los franceses).

Del “levante” (al decir de un autor) que emprende Enrique V frente a la princesa francesa Catherine, que es la parte romántica de la obra de Shakespeare ya mencionada, les dejo este fragmento que me pareció muy pintoresco (y no se me asusten feministas o adalides de la tolerancia religiosa, viajen mentalmente unos siglos atrás antes de leer):

Si alguna vez llegas a ser mía, Kate (como una fe salvadora me asegura que serás), te tomaré por asalto, y por lo tanto necesitas probar que eres buena engendradora de soldados. ¿No podríamos tú y yo, entre San Dionisio y San Jorge, componer un muchacho, medio francés y medio inglés, que vaya a Constantinopla a tirarle de la barba al turco? ¿No podríamos hacerlo? ¿Qué me dices, mi bella flor de lis?

Un capo el Harry...

miércoles, 8 de julio de 2009

Cacofonía

Definitivamente. A veces hay que usar la palabra “entrada” en vez de aquello de “post”. Decir: “El post anterior”, es algo que suena horrible.
¿O será una manera algo rebuscada de hablar de la entrada presente?
(Por cierto, lo que vale la pena leer es la recién dada Caritas in veritate; enlace en la barra lateral)

domingo, 5 de julio de 2009

Día de emociones

Montjoy: La victoria es tuya.
Enrique: Alabado sea Dios por ello, y no nuestra fuerza. ¿Cómo se llama ese castillo que se alza aquí cerca?
Montjoy: Lo llaman Agincourt.
Enrique: Entonces llamaremos a esta la batalla de Agincourt, combatida el día de San Crispín y San Crispiniano.

Un fragmento de la lectura de hace unos instantes. Del "Enrique V" de William Shakespeare.
Un recuerdo, que bien podría ir en dedicatoria a los simpatizantes del Fortín de Liniers o a los enamorados del señor de los quince Grand Slams. O simplemente a quienes ordenaron hoy rincones olvidados de la casa (eh… sí, es algo de la intimidad).
Día de emociones, hoy.

domingo, 28 de junio de 2009

Mi premio

Terminé de leer el libro que me gané en lo de Javier: “La acción”, de Jean Ousset.
¿Qué es esto? Pues, pueden o bien ir por Internet y obtener un panorama un tanto desolador leyendo las referencias a la Cité Catholique, historia argentina, Lefebvre, etc., o bien limitarse a leer este libro, que sería un programa educativo para “la acción” que ponga en acto (valga la redundancia) el orden natural y cristiano en la sociedad.
Se trata de un objetivo muy loable. Es un ideal vigente hoy en día. La Doctrina Social de la Iglesia es presentable a cualquier persona de buena voluntad, sin forzar su conciencia o su credo. Y es un deber del católico ponerla en práctica en su ambiente, tanto si es público como si es privado.
A pesar de la primera impresión, se salva fácilmente el contexto histórico de Ousset a medida que se avanza. El libro es muy claro, manifiesta conocimiento filosófico, teológico y político, pero también capacidad para explicarse con ejemplos de gran simpleza.
El estudio de los hombres, las herramientas y las circunstancias en la misión del orden social cristiano. De eso se trata.
Entre los modelos, el de los círculos o células me trajo los recuerdos de los círculos de la UCA. Si bien el objetivo de estos no era sino mantener el cultivo de la espiritualidad obtenida en los retiros, la forma es evidentemente la misma.
Me quedé con ganas de más cosas específicas. De problemas de aplicación general (o de algunos puntos principales) de la Doctrina Social de la Iglesia (la que también conocí en la UCA de mano del Ing. Arnaudo). Pero no es el tema del libro. Será tema de la vida. Y por lo visto nada fácil:

[Es el caso de] casi todas las naciones del mundo llamado ‘libre’.
En estos países ya no hay instituciones cristianas respetadas como tales.
No solamente ya no se cree en la obligación moral de trabajar por la instauración del reino social de Jesucristo, sino que el solo recuerdo de esta doctrina exaspera.
Tres siglos de “filosofía separada” [de la teología católica] han provocado un clima de escepticismo generalizado. (…)
Algunos invocan, ciertamente, ese respeto al derecho natural, que la Iglesia designa como uno de los fundamentos de su moral.
Pero aunque muchos tienden a evocarlo, nada hay más discutido que la cosa en sí misma.
Muchos olvidan que, para ser moralmente coercitiva, la referencia al orden natural supone que Dios -un Dios creador y remunerador- sea al menos reconocido como su principio y su fin. Pero esto no sucede. La noción del orden natural no suele ser evocada, lo más a manudo, sino para huir de la referencia a Dios.
(Pág. 216).

Pero, amigos, nada nos lo impide:

(…) Los radicales, los socialistas, los comunistas trabajan para el advenimiento de un Estado radical, socialista, comunista. ¿Qué hacen mientras tanto los católicos? Están dispersos en asociaciones políticas, de las que las mejores no garantizan ni la cuarta parte de lo que una conciencia cristiana tiene derecho a desear. No se ve por ello por qué estará prohibido a los católicos reunirse en partido para ser más eficaces en el servicio de un orden social verdaderamente cristiano. (Pág. 178).

lunes, 15 de junio de 2009

Dígame Ud. qué piensa de la legalización del aborto y yo le digo si lo voto

Otra vez elecciones. Otra vez algo que parece manía pero no lo es. Otra vez ver qué piensan los candidatos sobre el tema de la legalización del aborto.
Por un momento pretendo llamarme a la razón y digo: “¿Puede ser éste el único criterio para elegir candidato?” Pero como sé que a veces la verdad se aleja de lo que el mundo considera sensatez, no me dejo intimidar y digo: “No será el único criterio, pero es un filtro”. Que el candidato esté en contra, y lo declare claramente, es un sine qua non para darle mi voto.
Yo no hago el voto utilitario (votar al que más puede hacerle contra al gobierno sólo porque puede hacerle la contra). Yo voto a alguien. Si hay alguien a quien pueda votar.
Si hay alguien que tenga un pensamiento integral formado (hoy en día bastaría con que haya quien tenga una filosofía, y diga que la tiene), a esa persona recién podré considerarla para encargarle la organización económica, la de la educación, las políticas sanitarias, etc. Porque el futuro depende de la calidad humana (no me gusta tanto el término, se aceptan sinónimos) de las personas que nos dirigen, no sólo de los conocimientos técnicos y los mecanismos a emplear. Y el tema de la legalización del aborto puede ser puntual, pero del tratamiento de las diversas cuestiones relacionadas (pobreza, violencia, adolescencia, paternidad, justicia, etc.) uno se hace una idea muy importante acerca del pensamiento del candidato.
Ven, al final de cuentas, no es tan secundario el tema como algunos piensan. Háblame de la legalización del aborto y te diré quién eres.
Otra vez elecciones. Otra vez esta especie de manía. ¿Conocen alguien que pase el filtro? (Yo en realidad conozco uno, pero no entra solo si lo voto). Yo voto a alguien, si hay alguien a quien pueda votar. Nunca quise votar en blanco. Me hicieron pensar que eso es no involucrarse. Pero llegado este punto, amigos, me pregunto si no estoy frente a un caso en que los criterios cambian...
(No desvíen mucho su atención aquí, lo importante de estos días es Corpus Christi).

domingo, 7 de junio de 2009

Una de extraterrestres

Alguna vez pensamos que en el espacio éramos el centro (la Tierra) y todo giraba en torno nuestro. Supimos más tarde que no es así.
Pero ahora hay una fascinación por pensar en la posible existencia de seres extraterrestres. Porque lo que parece que no podemos soportar es que el hombre sea único en este inmenso universo. Que Dios haya puesto en marcha y sostenga un cosmos de tales proporciones, donde se fueron dando enormes transformaciones, explosiones cuya potencia podríamos calcular pero no imaginar; y que en un pequeñísimo y marginal lugar de semejante espacio, Dios haya formado el ambiente para su hombre, con condiciones únicas (si pensamos en la infinita variedad de elementos y combinaciones existentes), eso parecería ser insoportable.
Ni nuestra fe ni nuestra doctrina hablan de seres extraterrestres, aunque tampoco prohíben imaginarlos (si de ficción se trata, por qué no recordar ahora el famoso Perelandra de C. S. Lewis, donde un nuevo hombre se encuentra en el estado original en un mundo paradisíaco en un planeta cercano).
Pero creo que la incapacidad del hombre para aceptar ser único en el universo está en estrecha relación con la incapacidad del hombre para aceptar y reconocer sus deseos de felicidad y eternidad como legítimos (esos deseos que dan origen al sentido religioso, a la búsqueda de Dios). Pareciera ser mejor pensar que somos un capricho de la naturaleza y no confiar en nuestros íntimos deseos, así no somos engañados en caso de que aquella “fábula” de la creación sea mentira.
Si, en cambio, aceptáramos la posibilidad de ser únicos, entonces la visión del inmenso mundo y nuestro pequeño y milagroso lugar en él, haría nacer inmediatamente en nosotros un canto de alabanza a Dios.

martes, 2 de junio de 2009

Confesión sobre autos (con introducción a lo Neruda)

Puedo escribir las entradas más frívolas esta noche.
Escribir, por ejemplo: “Por un largo tiempo me gustó la línea de los Renault, aunque de un tiempo a esta parte han cambiado y quizás me este agradando más (¡lo digo y chau!) la de los Volkswagen”.

sábado, 30 de mayo de 2009

Spe salvi (algo más)

De la parte en que Benedicto XVI habla del “Juicio (final) como lugar de aprendizaje y de ejercicio de la esperanza”, quiero destacar esto:

(...) Sí, existe la resurrección de la carne. Existe una justicia. Existe la revocación del sufrimiento pasado, la reparación que establece el derecho. Por eso la fe en el Juicio final es ante todo y sobre todo esperanza, esa esperanza cuya necesidad se ha hecho evidente precisamente en las convulsiones de los últimos siglos. Estoy convencido de que la cuestión de la justicia es el argumento esencial o, en todo caso, el argumento más fuerte a favor de la fe en la vida eterna. La necesidad meramente individual de una satisfacción plena que se nos niega en esta vida, de la inmortalidad del amor que esperamos, es ciertamente un motivo importante para creer que el hombre está hecho para la eternidad; pero sólo en relación con el reconocimiento de que la injusticia de la historia no puede ser la última palabra en absoluto, llega a ser plenamente convincente la necesidad del retorno de Cristo y la vida nueva.

Estas palabras de Benedicto XVI me sacuden la cabeza. Teniendo en mente lo aprendido sobre el sentido religioso del hombre, yo daba una alta importancia a la necesidad íntima de felicidad como motor religioso, como razón de fe.
¿No es el íntimo deseo de felicidad del hombre lo primordial en el sentido religioso? ¿Es acaso la necesidad de una justicia histórica lo principal? ¿Dice eso Benedicto XVI? ¿O yo estoy mezclando cosas? Y si es eso lo que dice Benedicto XVI, ¿por qué es así?
Creo que Benedicto XVI llega a lo que llega porque, recordemos, arranca el capítulo diciendo: 1) Cómo la idea de Juicio final está hoy en día diluida; 2) Cómo el ateísmo de los siglos XIX y XX es una protesta contra las injusticias del mundo.
De allí la necesidad que tendría el hombre de hoy de una justicia final y total (incluyendo una revocación de las injusticias del pasado). Es lo que el hombre de hoy quiere, entiendo que me dice el Papa. Por eso (digo yo) la preponderancia que da Benedicto XVI al tema, al de la necesidad de justicia histórica como argumento de fe.
(Y por eso en la encíclica Benedicto XVI se encarga de rescatar el verdadero sentido del Juicio, corrigiendo énfasis hechos antiguamente en el aspecto amenazador del mismo, en contra del aspecto de esperanza. Aclara también ideas erradas: la reflexión sobre la historia basada sólo en la idea de progreso, la idea del hombre como autor de la justicia en el mundo).

domingo, 24 de mayo de 2009

Spe salvi

Finalmente leí la Spe Salvi. Estaba en el plan de lecturas. Como en el caso anterior, traigo sólo unas notas casi marginales al tema principal. (En este caso, en cambio, les puedo ofrecer el resumen de Fernando y notas de Hernán, Ángel, Javier y la Hermana Josefina, entre otros).
Dice Benedicto XVI en el punto 38:

La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. Esto es válido tanto para el individuo como para la sociedad. (…)

Se me ocurre que es un buen indicador para recomendar a los muchachos de la ONU-PNUD encargados de medir el “Índice de Desarrollo Humano”.
¿Y por casa como andamos? Descubro en un pasaje de la encíclica una especie de llamado de atención, que queda algo desapercibido si uno sigue línea de razonamiento o argumentación principal. Dice Benedicto XVI en el punto 25:

Por otra parte, debemos constatar también que el cristianismo moderno, ante los éxitos de la ciencia en la progresiva estructuración del mundo, se ha concentrado en gran parte sólo sobre el individuo y su salvación. Con esto ha reducido el horizonte de su esperanza y no ha reconocido tampoco suficientemente la grandeza de su cometido, si bien es importante lo que ha seguido haciendo para la formación del hombre y la atención de los débiles y de los que sufren.

Creo que aquí está implícita la llamada a la puesta en práctica de la Doctrina Social de la Iglesia. Y, al respecto, tenemos mucho camino por andar.

sábado, 16 de mayo de 2009

A (great) little bit of Ortodoxia

Es momento de hacer mención de Ortodoxia, que terminé hace poco. Genial libro de apologética lleno de energía, alegría, razón y fe. (Y referencias británicas. ¡Ah, GK, como me hiciste transpirar!).
¿Qué postales del viaje dejarles? No puedo hacer un resumen de las mejores, no puedo ni siquiera intentar una reseña de este libro. Haré como cuando uno vio muchas veces el álbum y por un tiempo toma afecto a una foto, que no es quizás representativa del momento, pero por una razón personal le tiene afecto.
Nunca lo había leído, nunca lo había escuchado así en ningún catecismo, ni en doce años de Marianistas, ni en seis de Universidad Católica. Dice Chesterton:

Y la frase radical de todo el teísmo cristiano fue esta: que Dios fue un creador, como es creador un artista. Un poeta, está tan separado de su poema, que habla de él como si fuera una insignificancia que ha "arrojado". Aún al proyectarlo es como si se despojara de él. Este principio de que toda creación o procreación es una ruptura, por lo menos tratándose del cosmos, es tan consistente como el principio evolucionista, que dice que todo crecimiento es una ramificación. Una mujer al tener un hijo pierde un hijo. Toda creación es separación. Un nacimiento es una separación tan solemne como la muerte.
El primer principio filosófico cristiano era que este divorcio existente en el acto
divino de crear (tal como se separa el poeta del poema y la madre del recién nacido), fue la verdadera descripción del acto por el cual la absoluta energía hizo al mundo. Según muchos filósofos, Dios haciendo al mundo, lo esclavizó. Según el Cristianismo, lo liberó al hacerlo.

(La traducción corresponde a la edición de Editorial Porrúa, México 1998).

lunes, 11 de mayo de 2009

Yo y mis entradas (900)


Ahí están mis entradas, en el piso, hechas dedicadamente una por una.
Elegí esta imagen [*] para decorar la noningentésima. Aunque con ella me hubiera gustado poder ilustrar un “Yo y mis días”, por aquello de la realización dedicada, que es la que quisiera tener con estos.
[*] Para los curiosos: en esta imagen, que tomé de La Nación en el año 2005, se ve a una joven india pintando lámparas para el festival de las luces “Deepavali” en India.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Grandes pensamientos modernos

Al traducir un razonamiento en una forma simple podemos poner en evidencia lo falaz del mismo.
Hay uno que se escucha estos días que se podría enunciar así: “Que los curas se puedan casar, así no hay curas pedófilos”. Realmente torpe. Es cierto que el matrimonio te cambia la vida, pero quien tiene un problema psicológico de esas características no lo verá solucionado simplemente por encontrar una buena esposa.
Hay otro pensamiento de igual laya que se podría expresar como sigue: “Como hay curas que no cumplen con el celibato, el celibato no debe existir”. ¡Pero claro! Nos estamos perdiendo la oportunidad de aplicar soluciones tan sencillas a otros problemas de la humanidad. Como hay quienes roban, el robo no debería estar penado. Como hay quienes matan, tampoco el asesinato debería estarlo. Y así siguiendo...

sábado, 25 de abril de 2009

Qué pasó en la semana

  • La paz esté con vosotros. (Jn. 20, 19)
  • Felices los que creen sin haber visto. (Jn. 20, 29)
  • El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. (Jn. 3, 5)
  • Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. (Jn. 3, 17)
  • El que cree en el Hijo tiene vida eterna. (Jn. 3, 36)
  • Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. (Jn. 6, 11)
  • Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. (Mc. 16, 15)
Y no está en los diarios. ¡Vaya despistados esos periodistas!

miércoles, 15 de abril de 2009

Típico porteño

Él no se veía a sí mismo como un típico porteño. Hasta que alguien le dijo que quizás sea muy típico de los porteños pensar que ellos no son el típico porteño.

domingo, 12 de abril de 2009

Pero, amigos, hay algo más importante

Si hay algo religioso que capta la atención de anticlericales, agnósticos, "teoindiferentes" o ateos, eso son las catedrales. Se integran a los circuitos turísticos con gran éxito. No dudo que aquellos las han de ver como quien mira las Cuevas del Altamira, como quien mira los vestigios del mundo de un hombre primitivo. Pero, en fin, las visitan, como parte de las actividades de un hombre culto, admirando su arquitectura, su ambiente, etc.
Mientras estaba en una catedral, pasaban algunos turistas. Como a la gran cruz colgante la habían hecho bajar hasta tocar el piso, uno se encontraba con que frente a Jesús pasaban alguna personas como quien camina mirando vidrieras, otros charlando de espaldas, con sus cámaras colgando del cuello y apoyadas en sus panzas prominentes.
¡Vaya! Uno no andaba muy lejos, ni mucho más recogido. Caso contrario hubiera estado rezando, en vez de estar mirando a los turistas pasar y estar pensando en todas estas pavadas que aquí cuento.
¡Feliz Pascua de Resurrección!

lunes, 6 de abril de 2009

Aquí estamos inédito

Tengo unas hojas en Word en donde van quedando los sobrantes del blog. Las rebabas de las entradas que se pulieron para publicar, el scrap, los inéditos, los indecisos, los arrepentidos justo a tiempo, lo que quedó detrás de los etcéteras, etcétera.
Es simpático pegarle una leída cada tanto y asombrarse con lo que alguna vez pude haber dicho en público (lo que no quita que haya publicado muchas otras cosas más tontas aún).
Si quisiera darle utilidad a este archivo de textos podría recortar, mezclar, compaginar y justificar una aparición en el blog de alguno de ellos. Pero pensé que lo mejor sería hacerme famoso. Así esas pavadas se venderían post mortem por suculentas sumas que ayudaran a la viuda y a los herederos. (Sí, y a los representantes; principalmente a los representantes, lo sé).

miércoles, 1 de abril de 2009

Hombre versus máquina

En la lucha del hombre contra la máquina yo siempre fui (y soy) un ferviente partidario del hombre. La prueba contundente de su superioridad está en que, gane o pierda, es él quien inventa las máquinas contra las que lucha.
Pero sepan algo los partidarios de las máquinas. No deben depositar más su confianza en el avance científico o tecnológico, en la programación o la capacidad de procesamiento. Les digo, aunque me pese, que la lucha ya la han ganado, y con una máquina que al día de hoy podría catalogarse como antigua (aunque nunca obsoleta).
Y si no miren como noche a noche, luego de intensos rounds de lucha cara a cara, miles de personas caen rendidas y babeando en sus camas o sillones, mientras la televisión sigue frente a ellos de pie e inmutable, bombardeándolos incluso dormidos con su batería de colores y sonidos estupidizantes.
Eso sí, siempre con el “sleep timer”, para ahorrar energía y salvar al planeta.

sábado, 28 de marzo de 2009

Sin planearlo, sigo según lo planeado

Los planes de lectura se ven alterados por las más impensables razones, como me pasó con el libro anterior. Pero también se confirman de la forma más inesperada, como me pasó ahora.
Después de seguir razones seudo terapéuticas (desestructuración lo llamé) y anteponer a otros, anteriores en el plan, “Megafón, o la guerra”, leí un artículo de Javier de Navascués sobre el libro. Allí decía: “Como ha estudiado muy bien Podeur, para Marechal ‘dire (ou écrire) c'est faire…’”
Y quedó latente la idea. Al elegir el siguiente libro, estaba seguro que nuevamente se alteraría el plan, ya que había recibido tres regalos y yo doy prioridad a los regalos frente al plan. Pero cuando empecé a hojear estos regalos, no pasaba nada. Así que seguí hojeando los libros que pertenecían al plan. Fue entonces que abrí Ortodoxia, y en la introducción de la peculiar versión que obra en mi poder, un prologuista contaba aquello de que: “Para propulsar el triunfo del Estado distributivo, que debe ser alcanzado por los medios constitucionales (…) Chesterton fundó un semanario, excelente y brillantemente escrito, titulado ‘G.K.’s weekly’…
Dire (ou écrire) c’est faire”, recordé entonces. Porque a mi entender esa frase estaba siendo encarnada también (y quizás de mejor forma) en el genio de Chesterton. Así que por las vías menos esperadas volví a G.K. y al plan. Y otro día les cuento como me fue.

martes, 17 de marzo de 2009

Polytropos (un cacho de cultura)

Al momento ya había olvidado que tenía un blog. Al recordarlo, vine aquí a dejar una breve entrada seudo cultural.
Marechal describe a un personaje de su novela: (…) Ramiro Salsamendi Leuman, arquitecto y doctor, ministro y empresario, industrial y comerciante, hombre de “muchas vueltas” como Ulises, que por aquellos años fue la delicia de los televidentes y el insomnio de las masas.
Y ahí estuvo que, muy poco conocedor de los clásicos, me aventuré en eso de “muchas vueltas”.
Verán… Con esas palabras, de muchas vueltas, o polytropos, se designa… O mejor que lo expliquen otros habitantes de la red:
[Aquí] Polytropos is the very first adjective Homer applies to Odysseus in the Odyssey. Literally it means “much-traveled” or “much-wandering,” but it can be used metaphorically as “turning many ways” — wily or crafty. Homer, of course, intended both senses of the word. In the very best translation of the Odyssey, Robert Fagles renders it as “the man of twists and turns” (...)

[
Aquí] (...) Que el experimentado navegante sea el mejor narrador de sus propias aventuras confirma su epíteto de polytropos (que quiere decir "de muchas vueltas" y "de muchos trucos"). Y ese rasgo de que sea tan buen mentiroso acrecienta, sin duda, el colorido fantástico de su narrativa. El gusto por narrar y sazonar patéticamente las aventuras es un peculiar talento del buen viajero. Y, por otra parte, los griegos siempre han elogiado y admirado a quien sabe componer embustes y engañar con habilidad. Al fin y al cabo, aunque pocas veces se recuerde, el itacense Ulises es un descendiente del dios taimado, comercial y trapacero, Hermes.

domingo, 8 de marzo de 2009

Postales del viaje

Amigos, les mando unas postales de este viaje. (No son los lugares clave, si al hilo conductor de la novela nos ajustamos y menos aún si seguimos una lectura política o del tipo que sea).

No herir al músico: el músico puede redimirse. Hay que silenciar el instrumento.

-Maestro -le dijo-, ¿y su equipaje?
-Solo tengo mi Biblia y mi quimono -le respondió Samuel-. Usted se preguntará con qué fin me llevo este quimono de lujo. Es para equilibrar un exceso de mi pobreza que sería tentador.

Los grandes hechos de armas, que no abundan en la historia, se desarrollaron como teoremas poéticos. Un Aníbal, un Napoleón o un San Martín son poetas en acción de combate o guerreros en acción de poesía.

Porque ya no hay “soldados” en el país ni en el mundo. Ahora sólo tenemos “fuerzas armadas”.

-Ustedes adornaron esta ciudad con la noble práctica de un coraje químicamente puro, el de la cuchillada o la piña sin objeto visible. Era el arte por el arte, ¿se dan cuenta? Pero ahora, en los años del utiltarismo, se trata de averiguar si aquel glorioso malevaje tiene hoy sucesores y en qué barrio se los podría encontrar. (…)

-Malevos de pistola cuarenta y cinco en el sobaco, y tres cargadores en el bolsillo del frac. Apestan a colonia y leen filosofía como os gangsters de Chicago que se ven en el cinematógrafo. Se dopan con heroína o marihuana, es claro, para que no se les frunza el upite ante la muerte. ¿Por qué no pelean con tres mates amargos y una caña del Paraguay? (…)

Tuvo lugar y tiempo, si es que las visiones los tienen, cuando…

(…) Si un Buenos Aires abstracto ha sucedido al Buenos Aires de caracú sentimental, ¡yo le pondré música de tango al teorema de Pitágoras, a la ecuación de Einstein, al preámbulo de la Constitución Nacional y al bigote sin humanismo de los generales!

Un golpe de hilaridad sacudió las movibles gorduras de la vieja, un reír matinal que yo había oído antes en el sur dulce o amargo y que sólo brota del pobre como una sublimación de su tristeza.

Les enseñaron que la patria era sólo una geografía en abstracción, o algo así como un escenario de la nada. ¿Y qué otra cosa podría ser un escenario teatral si no tiene comedia ni actores que la representen? La verdad pura es que nos movemos en un escenario, que ustedes y yo somos los actores y que la comedia representada es el destino de nuestra nación.

Tras haber escuchado al dúo con la benignidad que sólo se mama en las ubres de la experiencia, el Oscuro de Flores explicó: (…)

Todo buen cordobés -elogió Barrantes- es hijo natural de la Elocuencia dejada encinta por el Derecho Romano.

Les escribo desde el final de la segunda rapsodia (o segundo capítulo). Me quedan ocho más por visitar, pero no sé si allí tendré conexión a Internet.
Saludos.

sábado, 7 de marzo de 2009

Primer destino: Buenos Aires

(...) Megafón no ha de responder a esa mitología de Buenos Aires en la que nuestra literatura local insiste casi en términos devotos y que se resuelve al fin en un parnaso de taitas, milongas y cantores de cuya existencia doy fe, pero que no es útil seguir evocando en el trance de una nostalgia irredimible. Si es verdad que las aceleraciones del siglo parecen contraer ahora el tiempo histórico del hombre, no hay razón alguna para instalar a Buenos Aires en los museos polvorientos de la arqueología. Según opinaba Megafón, “nuestra ciudad ha de ser una novia del futuro, si guarda fidelidad a su misión justificante de universalizar las esencias físicas y metafísicas de nuestro hermoso y trajinado país”. Esta frase del Oscuro fue hallada en la cinta magnetofónica que registró el debate sostenido por él en el club “Provincias Unidas”, instalado en Flores, del cual salieron algunos con las almas contusas y los ojos a la vinagreta.

Amigo lector, si conoces el estilo de quien me prestó estas líneas, lo reconocerás inmediatamente. Como podrás notar, no me fui a Rusia ni a la Tierra Media, porque viajaré por Buenos Aires. Mas no me llevan afanes nacionalistas en esta decisión, sino el simple deseo de leer lo que se me pegue la regalada gana, escapando a los excesos de un plan de lecturas muy estructurado.
En esta, su última novela, el humor marechaliano sigue fresco; el escenario que es mi ciudad, la aparición y referencia a personajes de otras gestas del autor, sus “exploraciones racionales” o disquisiciones filosóficas, todo esto me dice que esta ha sido una buena elección.
Amigo lector, será hasta la vuelta.

viernes, 27 de febrero de 2009

Fragmento de un escrito del futuro

(...) En el siglo XXI la humanidad había vuelto a la creencia en dioses relacionados con las manifestaciones de la naturaleza. Aunque no los llamaba ya dioses (porque dicha palabra se utilizaba vulgarmente para referir a humanos destacados en alguna disciplina deportiva o dudosamente artística, y porque de Dios no se hablaba), los trataba como tales.
En una época, el más importante de los dioses era la diosa agua. Ella era el “origen de la vida”. De ella y solamente a través de una evolución biológica, se habían generado todos los seres vivientes. Se la adoraba de una manera especial cuando se visitaban los “templos” de los animales acuáticos, se buscaba con afán su rastro en los demás planetas del sistema solar que se exploraban, etc.
Estas creencias, que hoy nos parecen fábulas, eran cosa común entre la gente, incluso entre las personalidades consideradas las más avanzadas de la época. Hoy sabemos (lo que ya nuestros padres conocían), que el agua fue creada por Dios, el único y verdadero, y que en el tercer día ya estaba por Él reunida en los mares.
En cambio, los que serían los teólogos de aquel entonces, se entretenían con una especie de juegos de causas y efectos, de principios de principios, sin indagar en el fondo de las cuestiones. No hay que menospreciar, sin embargo, el legado que ellos nos han dejado en sus investigaciones y teorías, ya que las que se han comprobado ciertas han aumentado mucho en nosotros la admiración y amor por el Creador (valga decir, como ejemplo, que en un principio puede parecer inútil conocer tantos detalles acerca del origen físico del universo conocido y ubicar en una escala de millones de años el rango en que han surgido elementos como el agua; sin embargo, basta conocer algunos de esos estudios para quedar asombrado por la compleja riqueza de la creación, la maravillosa obra de nuestro Creador y su inmensa sabiduría). (...)

lunes, 23 de febrero de 2009

Otra vez a contar los minutos

Nos quedamos charlando en la última entrada y ahora que caigo se nos está yendo febrero. ¿Qué les podré contar antes de marzo? Que el birlocho con motor hizo mil setecientos kilómetros sin problemas, que estuvimos por la Costa Atlántica, caminando como “tigres marinos” junto al agua o dando los primeros pasos. Y (más propio para relatar en este blog) por las noches me hice unas escapadas a un pueblito de La Bassa, la llanura del Po, en Italia, de la mano de Guareschi y su don Camilo.
Y ahora de vuelta al mundanal ruido. Otra vez a “contar los minutos”. Como cuando Peppone inaugura el reloj municipal para competir con el de la torre de la Iglesia y todos se ponen a medir sincronías, atrasos y adelantos...
(...) Cosa de locos: porque hasta ese momento por esos lados nunca se había hecho cuestión de minutos. Los minutos y los segundos son mercadería de la ciudad, donde un infeliz se afana por no perder siquiera un segundo y no advierte que obrando de ese modo pierde una vida.
Aquí vamos...

domingo, 8 de febrero de 2009

En la oficina tienen razón

En el ambiente pagano de la oficina se analiza eventualmente la religiosidad de un compañero. El “indicador” que por lo general se usa para saber si es un tipo religioso es “si va a misa”.
Por un momento pensé que ese no sería un buen indicador. En cambio, ¿qué tal si se enteraran que el tipo reza? Ir a misa puede ir cualquiera. Puede ser una formalidad más. No sé porque llama tanto la atención.
Y sin embargo...
Y sin embargo quizás sea el mejor indicador de un cristiano. Si va a misa. Por un lado hoy, con tanto tipo de meditación y esas cosas de moda, quizás no resulte raro ver a un tipo rezando (aunque no se entienda que no es lo mismo). Pero por otro lado, y el más importante, ir a misa es la marca del cristiano porque es responder al pedido del mismo Jesucristo: “Haced esto en memoria mía”. Y en la misa se realiza el misterio de la salvación. Y está la dimensión comunitaria, la Iglesia.
Y no cabe la cuestión: “¿Qué tal si fulano va a misa y no reza?” Lejos de mi intención restar importancia a la oración, pero a los efectos de este nada académico análisis valga decir que, cuando uno va a misa, hace también oración.
Así que volví a pensar que la gente de la oficina hace bien en considerar si un tipo es cristiano observando “si va a misa”.
(Al cierre de esta edición me preguntaba algunas otras cosas: ¡Qué tal si se enteraran que el tipo confiesa sus pecados!... ¡Se confiesa!... ¡Pecados!)

jueves, 22 de enero de 2009

Escasez de tierras

Es muy probable que en el futuro se pregunten si esta no fue una época de escasez de tierras.
(Ya habrán Uds. notado que la gente más pobre, en vez de vivir precariamente en el campo, vive encerrada en pequeños cubos de hormigón en la ciudad; y no sólo los más pobres, muchas veces a medida que la clase económica asciende lo único que cambia es el tamaño del cubo).
Pero los que más se sorprenderían de esta época son nuestros abuelos si se enteraran, por ejemplo, que para poder jugar al fútbol entre amigos hoy el potrero lo alquilamos por hora.

sábado, 17 de enero de 2009

La Madre del Señor

Un libro que es a la vez un proyecto de libro. Una carta a un amigo en dónde se ponen los lineamientos para escribir un ensayo, una “vida de María”. Eso es “La Madre del Señor”, de Romano Guardini. Mi segunda lectura mariana programada. Muy interesante para tipos “racionales” como uno. Les dejo algo de allí:

Otra cosa hay, y es la doctrina de que la encarnación de Dios ha tenido lugar sin generación humana, y que además, María, después de concebir al Redentor, nunca ha tenido relación matrimonial. La comunidad del matrimonio alcanza al núcleo de la persona; pero a la Madre de ese Hijo el sentir cristiano le exige la dedicación exclusiva a Dios. También en la virginidad del parto del Redentor se expresa el hecho de que aquí, en medio de la historia, y aún más, en su «plenitud», se abre un puro comienzo a partir de Dios. De tales consideraciones, pero no de ideas dualistas sobre la impureza de lo corporal, surge la convicción de que la virginidad formó parte esencial de la existencia de María.

(Aunque no fue regalo, porque es parte de su biblioteca, este también fue aporte de mi esposa).

martes, 13 de enero de 2009

Signos de estos tiempos

“¡Menos mal!” es alivio y “¡Más bien!” es a veces una obviedad.
Hablando un poco en serio, un poco en broma: quizás este sea otro signo de nuestra humanidad sin Dios, donde el dolor y el sufrimiento son algo extraño, no natural y hasta creemos en una especie de “derecho a no tenerlos”.
(Sí, sí, es así. Habrán notado esos titulares del tipo: “Sorprendidos por la tragedia”. Y cómo frente a un desastre natural se busca siempre un responsable humano, aunque sea aquella persona u organismo que podría habernos advertido pero no lo hizo, de manera tal de no hablar de algo más profundo. O también habrán notado como a aquello que podría llamarse “derecho de atención sanitaria” lo llamamos hoy “derecho a la salud”).

lunes, 5 de enero de 2009

Imagen monfortiana

San Agustín llama a María Molde viviente de Dios, y, en efecto, lo es. (...)

De dos maneras puede un escultor realizar una estatua o retrato perfectos: primera, con fuerza, habilidad y buenos instrumentos puede labrar la figura en materia dura e informe; y segunda, puede vaciarla en un molde. Largo, difícil, expuesto a muchos tropiezos es el primer modo; un golpe mal dado, de cincel o de martillo, basta, a veces, para echarlo todo a perder. Pronto, fácil y suave es el segundo, casi sin trabajo y sin gastos, con tal que el molde sea perfecto y que represente al natural la figura; con tal que la materia de que nos servimos sea manejable y de ningún modo resista a la mano.

El gran molde de Dios, hecho por el Espíritu Santo, para formar al natural un Hombre-Dios, por la unión hipostática, y para formar un hombre-Dios por la gracia, es María. (...)

¡Oh, amigo querido, hay una gran diferencia entre un cristiano formado espiritualmente por medios ordinarios y que se apoya en su propia habilidad y otro, dócil y plenamente disponible que, consciente de su debilidad, confía plenamente en María para ser plasmado en Ella por el Espíritu Santo! (...)

Luis María Grignon de Monfort, "El secreto de María", Primera Parte, Cap. 2.
(En vísperas de la celebración de la Epifanía del Señor)