martes, 11 de abril de 2006

Status viatoris V

Para seguir con la serie, traeré un fragmento del recientemente canonizado san Alberto Hurtado. El fragmento se lo robo a L'Amor che muove il sole e l'altre stelle. Es parte de un texto que surge a raíz de un viaje en barco que hizo el santo. Dice así:
El trágico problema de la falta de rumbo, tal vez el más trágico problema de la vida. El que pierde más vidas, el responsable de mayores fracasos. Yo pienso que si los escollos morales fueran físicos, y la conducta de nosotros fuera un buque de fierro, por más sólido que haya sido construido, no quedaría sino restos de naufragios.
Si la fe nos da el rumbo y la experiencia nos muestra los escollos, tomémoslos en serio. Mantener el timón. Clavar el timón, y como a cada momento, las olas y las corrientes desvían, rectificar, rectificar a cada instante, de día y de noche... ¡No las costas atractivas, sino el rumbo señalado! Pedir a Dios la gracia grande: ser hombres de rumbo.
Y recordé, no sé bien porqué, esa parte del himno del querido Colegio Marianista:
Avancemos, que nuestro es el mañana.
Gloria y triunfo nos guarda el porvenir.
Si nos guía la Virgen capitana,
¿Quién podrá nuestro empuje resistir?
Ya era hora de darle lugar a nuestra Madre en esta serie, ¿no?

2 comentarios:

Hernan dijo...

Coleeeeeegio Marianista
Nido de nuestra ilusión
faro que siempre dirige
con su vivo resplandor...

Juan Ignacio dijo...

¡Qué grande!

Colegio Marianista
Forja de hombres de pro
Tu imagen estará siempre
Siempre viva en mi corazón