Se los cuento hoy en la sexcentésima entrada: ayer, y justo al momento de terminarlo, me di cuenta que había realizado mi primer trabajo de copista.
Un poema de autor argentino,
a pedido de un internauta desconocido.
El copista de estos tiempos se encuentra con dilemas morales derivados de las nuevas formas de vida:
Se ve casi obligado a aclarar:
“para uso personal,
sin violación del copirrái”
(Estamos ante un ejemplo de lo que yo quería decir en la entrada anterior. En este caso, después de leer bastante poesía, no pude evitar decir algunas cosas en forma de “engendro con seudoversos”).
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