Por el Guaymallén
el duende del agua va
llevando una flor
de greda y dulzor
que despertará en el riego
la voz vegetal
del huarpe que está
dormido en su paz mineral. [*]
De ir por la autopista, que es ruta 40, solo verás algunos hilos de agua; de orilla a orilla, casi vacío el lecho. Más arriba, cuando vayas otra vez por la 7, lo verás angosto y muy torrentoso. ¿Qué pasó? ¿Dónde dejó sus aguas el río Mendoza?
El secreto se reserva a los viajeros que quieran ir un poco más lento: salís de la autopista en Luján de Cuyo y preguntás por la rotonda de la Virgen, desde ella rumbearás hacia el sur. Un camino arbolado te llevará hasta el secreto: en un momento, un torrentoso curso de agua empieza a acompañarte; no mucho después surge a la vista una peculiar construcción y casi de repente te encontrarás transitando por encima del dique derivador Cipolletti (el camino pasa exactamente por arriba de la pared del dique).
Este dique no hace embalse, sino que desvía las aguas del Mendoza a un canal matriz, del cual surge el famoso canal Cacique Guaymallén, que es el que alimenta a la ciudad de Mendoza y sus alrededores, oasis en un desierto. Desde la pared del dique podrás ver al río antes y después. A la derecha: más caudaloso; a la izquierda: lo que queda de él.
Pero, ¡alto ecologistas, que no es esta su convocatoria! Un dato curioso es que el canal Guaymallén es de origen natural, está construido sobre una falla geológica. Y junto con el río que da sus aguas para el riego tiene una historia anterior a la de este dique, porque ya los indígenas de la zona los usaban.
Los indígenas habían aprovechado para proveerse de agua potable y de riego una antigua rama o brazo del actual Río Mendoza ubicado a la salida de la garganta de los cerros de Cacheuta y que sale al sesgo desde el río hacia el norte. Este cauce sería una falla geológica del terreno que encauzaba el cono de deyección aluvional sobre el que se ha constituido la actual conurbación mendocina. En tiempos antiguos, este Zanjón derivaba las aguas del río y, a su vez, lo interconectaba con un sistema lacustre próximo, ubicado unos 80 km. hacia el nordeste, conformado por las lagunas de Guanacache, luego conocidas como del Rosario y que fue otro de los asentamientos huarpes de la zona de Cuyo.
Las acequias huarpes preexistentes a la llegada de los conquistadores eran las siguientes: el brazo del río de Cuyo, que nacía en la Toma del Inca, conocido por los huarpes como Goazap-Mayu (río del cacique Goazap) y su prolongación: el Desagüe (innominado); la acequia de Tabal-que; la acequia alta de Tantayquen; la acequia de Allayme y la Guaimaien sequia. Otras acequias mencionadas en los documentos estaban ubicadas fuera del ejido de la novel ciudad. [**]
[*] Zamba del riego, de Armando Tejada Gómez y Óscar Matus.
[**] Tomado de una revista electrónica de geografía y ciencias sociales.
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