Puedo llegar a aceptar como apelativos genéricos, y en calidad de “receptor”, el tanguero “chabón”, el canchero “papá”, el animal “fiera”, incluso el de-reminscencias-clásicas “titán”. Pero eso de “negri”, eso no me pasa del todo por la garganta. “¿Cómo estás, negri?”, “Después te llamo, negri”, y similares. ¡Uf!
Espero que ningún lector argentino se ofenda, en caso de haber entre ellos algún “usuario” de este apelativo (digo usuario, el que usa este término; porque ser llamado así no se elige, al menos la primera vez).
Ahora cabría la aclaración de porqué no me gusta esto del “negri”. Veamos. Podría decir que nada tiene que ver con prejuicios raciales, puesto que no me molestaría que me digan: “¿Cómo estás, negro?” ¿Serán prejuicios, no los míos, sino los de aquel que cambia “negro” por “negri”? No, no lo creo, parece ser simplemente un arreglo que trata de hacer al trato más cariñoso.
Podría aclarar que soy un tipo que tarda en entrar en confianza y, aunque no me moleste que el otro lo haga rápido, sí me molestan ciertos atrevimientos de gente que no conozco (atrevimientos que incluyen seudónimos muy “cariñosos”). Pero esto no explica el hecho de que mi adversión sea en particular hacia el apelativo “negri”.
Por último podría inferir que, siendo Lucio Negri un personaje en discordia con el querido Adán Buenosayres, en un modo inconsciente o para mí desconocido, eso me está afectando. Recuerdo alguna cosa, de la primera época de este blog, con la que se podría ilustrar a dicho personaje...
Aún así, o sea, después de toda esta introspección, me siento lejos de la explicación. Quedará entonces el tema, amigos (amigos “negris” o no “negris”) para la prossima volta.
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo!!! Aunque tenga a misma sensación de no encontrarle explicación precisa...
Viste que se una mucho esa frase "me hace ruido"? Sería esa la sensación indefinida que me produce, no me termina de cerrar...
Y tengo a alguien cercano que no tiene la suficiente confianza y lo usa habitualmente a la hora de saludarme... Paciencia, pienso... Un Ommmmmmmmmmmmmmmm bien profundo.
Beso.
Esta bien Gordis, no te enojes...
¡No estoy sólo!
Y ese otro: "Gordis", es realmente desagradable.
Por aqui no se usa mucho el "negris" pero si el "mi negro" y el "mamita".
Cuando usan conmigo el segundo, suelo poner cara de muy , muy pocos amigos y responder con un "dime, hijo mio". No debo parecer muy maternal, porque no suelen repetir.
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