domingo, 10 de diciembre de 2006

Adviento, confesión

Preparen el camino, allanen los senderos. En tiempo de Adviento les dejo una confesión que es la del mismísimo Miguel de Mañara. Según la versión de Oscar Vladislas de Lubicz Milosz: Miguel de Mañana, misterio en seis cuadros.
Año 1656. Sevilla. Don Miguel que festeja sus aventuras; que conoce luego a la mujer que lo cambia, Jerónima; después Jerónima muere y llega el cuarto cuadro: Don Miguel, ya muerta su amada, pide asilo y protección al Abad del Convento de la Caridad. Se confiesa ante él y cierra el cuadro con esta magnífica declaración, sólo en escena:

Esta es la Luna, esta es la Tierra, yo soy el hombre debilísimo y su gran dolor. Y, sin embargo, a pesar de todas estas cosas existentes, no me atrevo a decir que Tú existes. ¿Quién soy yo para atreverme a decir que Tú eres? No estoy seguro, no tengo derecho a estar seguro más que de una sola cosa: de mi amor, de mi amor, de mi ciego amor por Ti. El sueño se ha desvanecido, la pasión ha huido, el recuerdo se ha borrado. El amor ha permanecido. Nada es sincero salvo mi amor por Ti; nada es real, salvo mi amor por Ti; nada es inmortal, salvo mi amor por Ti.
Porque yo no soy más que un muerto entre los muertos que ha amado, porque no soy más que un nombre que llena de arena la boca de los vivos. El amor ha permanecido. ¡Ah, la Belleza! ¡La triste, la pobre Belleza! Pero quiero alabar la Belleza porque de ella nace el Dolor, el deleite de los deleites. Tu gran amor me abrasa el corazón, tu gran amor es mi única certeza. ¡Oh, lágrimas! ¡Oh, hambre de eternidad! ¡Oh, alegría! ¡Ay de mí! ¡Ay de mí! ¡Ámame!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta el Adviento. Tiempo penitencial pero por la esperanza de que la Maravilla de las maravillas nos encuentre un poco más dignos dentro de nuestra infinita indignidad.

El texto sobre el amor, que es lo que perdura cuando no hay nada más, es excelente. ¿De dónde sacas tanto material, a qué horas, cómo los copias? son mis misterios por resolver.
Saludos a la familia y para ti.

Juan Ignacio dijo...

¡Salud, Aeronauta, que pases muy feliz Navidad!

Anónimo dijo...

Gracias, pero el misterio sigue.
Felices fiestas para Uds. todos.