Por fuera de lo común me sorprendió escuchar al famoso periodista del noticiero nocturno referirse a los suyos colegas como "los que buscan la verdad". Prometedor. Lo digo en serio. No me digan iluso.
Lo que me desilusionó fue cuando descubrí que: "el infierno, hora por hora", titular intrigante, no era cuestión muy profunda ni metafísica sino el análisis de barrio y científico a la vez de un día caluroso en la ciudad, a cargo de periodista en pose de Doña Rosa y especialista meteorólogo en sabroso contrapunto.
(Como podrá alguien apreciar, ando con dudas "infernales"; y hace mucho que no veía un noticiero).