martes, 21 de junio de 2005

Antiguos caminos, nuevos caminos

Hace unos días conocí a la antiquísima Soberana orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. Hoy, y tratando de ser más corto, les presentaré a una comunidad que "conocí" también hace poco.
- Me regalaron un libro de Jacques Philippe -me dijo mi hermano. ¿Te fijás ahí que tenés Internet a ver quién es?
- A ver...
Y resultó ser un cura que pertenece a la "Comunidad de las Bienaventuranzas". "Juzguen" ustedes, yo se las presento.
Fundada en 1973 por Gerard Croissant, (Hno. Ephraim, diácono permanente), casado; junto matrimonios cristianos. La Comunidad de las Bienaventuranzas hace parte de estas "Nuevas Comunidades" nacidas tras el Concilio Vaticano II, surge en la corriente de la Renovación Carismática.
La Comunidad de las Bienaventuranzas fue fundada bajo el nombre de "Comunidad del León de Judá y del Cordero Inmolado". Esta apelación que se refiere al Apocalipsis, capítulo V, versículo 5 y 6, refleja los dos rostros de Jesús: León y Cordero, fuerza y débilidad,Todopoderoso y Niñito, vida abundante y anonadamiento, muerte que vence a la muerte para abrir las puertas de la vida eterna.
(...) la Comunidad fue encontrando situaciones en las que era difícil llevar su nombre (...) decidió en 1991, que desde entonces se llamaría oficialmente "Comunidad de las Bienaventuranzas", aunque siempre manteniendo su antiguo nombre como un nombre escondido, (...)
Esto que sigue es quizás un rasgo muy interesante...
Su vocación es reagrupar fieles de toda condición, laicos casados o no, sacerdotes, hermanos y hermanas consagrados en el celibato, en un solo vínculo, imagen del pueblo de Dios en su unidad y la diversidad de sus llamados. Estos miembros tienen en común el deseo de imitar lo mejor posible el modelo de la comunidad cristiana primitiva a través de una vida en común, de compartir los bienes, de la pobreza voluntaria, de una vida sacramental y litúrgica intensa, en una unión estrecha con la Iglesia Católica y con sus representantes, como también un compromiso activo en el servicio de los pobres y el anuncio del Evangelio.
En un espíritu de castidad cohabitan los diferentes estados de vida: Familias con niños, sacerdotes, hermanos y hermanas célibes, consagrados. La vocación de la Comunidad no es otra que un llamado a ser verdaderamente pueblo de dios aspirando a la vida trinitaria, y como Teresita del Niño Jesús, eligiéndolo todo, situándose así en el corazón mismo de la Iglesia para ser el Amor.
Si alguien conoce más acerca de esta comunidad, por favor avise. Según dice en al página de Internet: El Consejo Pontificio para los Laicos la reconoció el 8 de diciembre del 2002 como una «Asociación Privada Internacional de Fieles de Derecho Pontificio con Personalidad Jurídica».

6 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Lo que suena extraño es lo del cambio del nombre. Sé que un problema tuvo Comunión y Liberación en sus orígenes (asociación con comunismo) también por el nombre. Y no lo cambió. Lo cual me parecería mejor. Pero poco sé, y poco aclaran acerca de este caso.

Anónimo dijo...

He leído"La libertad interior", de Philippe, y me ha gustado.

Raquel dijo...

Sé que este comentario es de hace tiempo pero, en fin, como preguntabas si alguien conocía a la comunidad. En España son conocidos desde hace años, al menos en mi ambiente. Recientemente he tenido más contacto personal. Si quieres cualquier cosa... escribeme al email de mi perfil.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Hola: yo conozco a la comunidad de las Bienaventuranzas de cerca y les puedo decir que hace parte de las denominadas "nuevas comunidades" nacidas desde el tiempo de la Renovación carismática católica. La vida de esta comunidad se basa en la oración, la liturgia y los diferentes apostolados que llevan según el lugar y el país en que se encuentran. Tienen una muy bella liturgia y su fundador sostiene que debe ser así por que es una manera efectiva de evangelizar y también dice que "hoy la belleza toca los corazones más que las palabras". Por ello también cultivan la danza y las artes. Al interior de la comunidad se ha desarrollado una vida compartida entre laicos solteros y también casados, religiosos y religiosas como también sacerdotes y diáconos. En los últimos años han querido someter sus estatutos a Roma de quien reciben aprobación y consejo. Se ve en los últimos años una tendencia de las familias a expresar su pertenencia a la comunidad de manera distinta (no mediante una vida residencial) sino guardando una actividad "en el mundo" algo así como una tercera orden, cosa que ya se da desde bastante tiempo en las comunidades tradicionales. Esa es la tendencia y posiblemente en los proximos años veamos que el rostro de esta comunidad cambiará un tanto pero esperemos que conserve el celo de su primer amor, como es el deseo de su fundador.

Juan Ignacio dijo...

Muchas gracias por este comentario.
Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

bueno, yo no conzco la comunidad. en realidad no soy muy partidario de comunidades ya que tienden acerrarse sobre sí mismas, como ocurre por ejemplo con el opus dei. sin embargo conozco los textos de jacques philippe, y me parecen de una riqueza extraordinaria, imprescindibles para conocer a Dios, y llevar una vida cristiana coherente ya que ayudan al crecimiento en el amor a Dios, al prójimo, y el buen amor a uno mismo. me están ayudando muchísimo y estoy convencido de que el Señor los ha puesto en mi camino. ahora sé cual es el camino de la felicidad, Jesús. que Dios os colme de gracias para vencer al pecado, perseverar en la oración y lograr la paz y la libertad interior. sin Jesús no podemos hacer nada. !que bien lo sé!. gracias por estos mensajes de esperanza. que crezcamos en el amor.