Así que para lo del instinto de credulidad contraté a un experto: Juan Pablo II. Me tiró "un par de datos":
"El hombre no ha sido creado para vivir solo. Nace y crece en una familia para insertarse más tarde con su trabajo en la sociedad. Desde el nacimiento, pues, está inmerso en varias tradiciones, de las cuales recibe no sólo el lenguaje y la formación cultural, sino también muchas verdades en las que, casi instintivamente, cree. De todos modos el crecimiento y la maduración personal implican que estas mismas verdades puedan ser puestas en duda y discutidas por medio de la peculiar actividad crítica del pensamiento. Esto no quita que, tras este paso, las mismas verdades sean « recuperadas » sobre la base de la experiencia llevada que se ha tenido o en virtud de un razonamiento sucesivo. A pesar de ello, en la vida de un hombre las verdades simplemente creídas son mucho más numerosas que las adquiridas mediante la constatación personal. En efecto, ¿quién sería capaz de discutir críticamente los innumerables resultados de las ciencias sobre las que se basa la vida moderna? ¿quién podría controlar por su cuenta el flujo de informaciones que día a día se reciben de todas las partes del mundo y que se aceptan en línea de máxima como verdaderas? Finalmente, ¿quién podría reconstruir los procesos de experiencia y de pensamiento por los cuales se han acumulado los tesoros de la sabiduría y de religiosidad de la humanidad? El hombre, ser que busca la verdad, es pues también aquél que vive de creencias."
Encíclica "Fides et ratio", 31. Juan Pablo II.
"El hombre no ha sido creado para vivir solo. Nace y crece en una familia para insertarse más tarde con su trabajo en la sociedad. Desde el nacimiento, pues, está inmerso en varias tradiciones, de las cuales recibe no sólo el lenguaje y la formación cultural, sino también muchas verdades en las que, casi instintivamente, cree. De todos modos el crecimiento y la maduración personal implican que estas mismas verdades puedan ser puestas en duda y discutidas por medio de la peculiar actividad crítica del pensamiento. Esto no quita que, tras este paso, las mismas verdades sean « recuperadas » sobre la base de la experiencia llevada que se ha tenido o en virtud de un razonamiento sucesivo. A pesar de ello, en la vida de un hombre las verdades simplemente creídas son mucho más numerosas que las adquiridas mediante la constatación personal. En efecto, ¿quién sería capaz de discutir críticamente los innumerables resultados de las ciencias sobre las que se basa la vida moderna? ¿quién podría controlar por su cuenta el flujo de informaciones que día a día se reciben de todas las partes del mundo y que se aceptan en línea de máxima como verdaderas? Finalmente, ¿quién podría reconstruir los procesos de experiencia y de pensamiento por los cuales se han acumulado los tesoros de la sabiduría y de religiosidad de la humanidad? El hombre, ser que busca la verdad, es pues también aquél que vive de creencias."
Encíclica "Fides et ratio", 31. Juan Pablo II.
4 comentarios:
Si, si bien presentado el tema asi, no se puede dejar de estar de acuerdo, bien debemos diferenciar entre todo el cumulo de creencias que existe y que tenemos a disposicion. No por el hecho de que alguien crea o justifique tal o cual cosa la vamos a aceptar sin mas. De ser asi tendriamos que creer en los OVNIS, en la astrologia y en las profecias de Nostradamus.
En cuanto a las creencias cientificas, no hace falta saber absolutamente todo el funcionamiento de hechos cientificos, basca con una deduccion o concatenacion de observaciones, ya que si un heho ha sido probado empiricamente, puede tambien considerarse como con un alto grado de probabilidad el hecho de que sus consecuencias tambien seran ciertas.
Eso no pasa con las religiones, ya que estas se basan en creencias puras.
Otra vez me veo en la postura de tratar de explicar a un genio, y me veo muy mal.
Por lo pronto quisiera aportar que sí, la ciencia tiene "una deducción o concatenación de observaciones", pero lo que destaca el texto es que "no podemos pasarlos todos por nuestro cerebro", o sea: no podemos comprobarlos nosotros a todos, sino que "creemos" en quien ha hecho alguna de esas deducciones u observaciones (porque nos suena lógico o por lo que sea).
Además quiero decir que la religión católica no se basa en "puras creencias", si es que entendí la expresión. La fe nos permite conocer verdades que luego son "perfectamente razonables", no se oponen a la razón, la cual indaga en ellas y descubre la verdad. (Quien insistía en la racionalidad de nuestra religión era Don Giussani, si no me equivoco).
Y luego está la experiencia, que confirma nuestras intuiciones o nuestra confianza en quien nos propone la fe.
No sé si sirve de algo mi aporte, pero ya fue.
No seas exagerado (por lo del principio digo).
Si, tu aclaracion es correcta; comprendi el punto y estoy de acuerdo con vos (en el sentido de que entiendo, no que comparto, lo que decis).
A lo que apunto es que me hiciste recordar una charla q1ue tuve con un Testigo de jehova.
Ante la cuestion de com oconocer cual es la religion verdadera, el argumentaba que eso era evidente; de hecho, eso se desprendia de razonamientos obvios. Lo que el no tenia en cuenta era de que esos razonamientos estaban basados en sus creencias, de tal modo muy pocas posibilidades tenia un musulman de poseer siquiera un atisbo de verdad. (El argumento de que lo mismo hacia -y el mismo derecho lo amparaba- el musulman lo consideraba equivocado. ?Por que? !Porque el ya habia provado que el musulman estaba equivocado!)
La verdad es que no dejo de recordar esa charla sin algo de pena y con mucho carinio tambien.
Si es por lo de genio, no es exagerado. JPII es -o era en este mundo- un genio (es una forma vulgar de decirlo, eso sí).
Por supuesto que la base de la religión es la fe (no sé si está bien dicho pero espero que se entienda). El hecho de creer a alguien que dice ser Dios es un acto de fe; a lo que yo apuntaba es que nada de eso va en contra de la razón. Que la razón no pueda “crear algo” o “dar base” no es indicio de que ello no exista. La razón puede aceptar a Dios perfectamente.
(Por cierto que suena falaz la argumentación del testigo de Jehová tal cual la planteas).
Lo que me suena raro es eso que dices de: “estoy de acuerdo (...) en el sentido de que entiendo, no que comparto”. Si los dos entendemos algo que es de una manera, ¿cómo podríamos no compartirlo?
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