Seguimos el adviento junto al Papa. Dijo Benedicto XVI hoy:
La palabra latina «adventus», se refiere a la venida de Cristo y pone en primer plano el movimiento de Dios hacia la humanidad, al que cada uno está llamado a responder con apertura, espera, búsqueda, y adhesión. Y así como Dios es soberanamente libre a la hora de revelarse y entregarse, pues sólo le mueve el amor, así también la persona humana es libre al dar el su asenso*, aunque sea algo debido: Dios espera una respuesta de amor.
No hace mucho que descubrí la reveladora expresión de San Agustín: "da lo que mandas y manda lo que quieras" (escrita en "Confesiones"). Eso me ayudó mucho a liberarme de presiones o cargas insoportables. Pero como mi entendimiento no es perfecto, a veces puedo deformar la expresión y "relajarme" en exceso pensando que Dios todo me dará sin yo hacer nada. Es por eso que estas palabras que destacan nuestra necesaria respuesta a Dios me hablan hoy más especialmente que otras veces.
Sin pensar que lo podremos todo por nuestra cuenta, nuestra primera acción es la de pedir, la de orar para que Dios nos dé la fuerza para hacer lo que manda (orar insistentemente, orar incansablemente). Como me enseñaban en el catecismo, la misma oración es una respuesta a Dios, que es el que primero nos habla.
Nota: "el su asenso" es sin duda una expresión que se tradujo del italiano, aunque "asenso" existe en castellano como sinónimo de asentimiento.
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