Quizás sea el asiento; es muy cómodo. Quizás sea el viernes; es muy cerca del sábado. Quizás sea que la materia del trabajo a encarar es un poco “densa”. Quizás sea que caminé por un cementerio de máquinas y equipos, con sus lotes y calles internas, al modo de un cementerio humano, con sus casas en donde nadie vive. Y donde las calles son arboladas, abiertas al sol y da una fuerte impresión ver tanta vida al lado de tanta muerte. Más aún en primavera. La primavera que canta en el buche de los pájaros, arde en retoños vegetales y de muertes nada sabe.
Quizás sea todo eso.
3 comentarios:
Desde bay city también sigo dehoy, no entendí mucho pero no parece muy optimista lo que escribiste. hop hop mboheio, sursum corda, y ofrecelo...
No es grave (la materia sí es grave, pero no mi estado).
Es sólo el relato de sucesos que te hacen pensar en vanitas vanitatum y cosas así.
Aclaradas las cosas, uno sigue la marcha.
(Casualmente Compostela recordaba lo que decía el Eclesiastés, acerca de que es vanidad todo lo que el hombre hace sobre la tierra; claro, si uno tiene en cuenta eso, encara luego las cosas de una mejor forma: las usa para santificarse y no pone su corazón en ellas para incrementar la vanidad).
ahora va mejor...
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