domingo, 24 de septiembre de 2006

Status viatoris XXV

Volvemos a la serie pero lejos de la filosofía. Eso sí, siempre alertados por Pieper, para no perder noción del pleno significado del status viatoris. Aunque también siempre como quien intuye en el gusto por el viaje alguna relación, porqué no, con la condición de viator.
Una deuda pendiente era hablar de viajes en tren. Como dentro y fuera de la serie los he cansado con relatos sobre rieles bonaerenses, hablaremos ahora de otros grandes trenes.

Viajaría en tercera, en banco de madera... o sobre el mismo suelo, si se trata de hacer el recorrido del Transiberiano. [1]


Los abrumaré con datos, al estilo enciclopédico [2]:

El Ferrocarril Transiberiano (TS-R) une Moscú con la costa del Océano Pacífico. Con sus 9.440 km, es la línea ininterrumpida más larga del mundo. Los gobernantes de la Rusia zarista lo construyeron para reforzar el control sobre Siberia y poder estar conectados con la base naval de Vladivostok. La construcción comenzó en 1891 y en un plazo de 10 años fue posible viajar por tren al Océano Pacífico. Para 1912, los Wagons Lits prestaban un servicio de lujo en todo el trayecto del T-SR. Durante la era de la Unión Soviética se mantuvo un alto nivel de confort y la línea fue electrificada después de la Segunda Guerra Mundial.

Otros datos interesantes son los siguientes:

Hasta 1904, los trenes que recorrían el T-SR se cargaban en transbordadores y cruzaban el lago más profundo del mundo, el Baikal. Debido a que el lago se congela desde enero a mayo, algunas de estas barcas se construían con aptitudes de “rompehielos”.


Hasta 1914, los pasajeros del TS-R que partía de Moscú eran obligados a transbordar a trenes que eran de propiedad del ferrocarril oriental chino, para completar el viaje a Vladivostok. Pero los peligros de viajar a través de la provincia china de Manchuria, donde los trenes eran frecuentemente atacados por bandidos, hicieron que los rusos construyeran una extensión oriental del T-SR que estuviera en territorio ruso. [En el mapa de más arriba aparece la ruta modificada, que en la actualidad permanece sin cambios].

Y ya los dejo. Con un clic para aquellos que gustan de estos temas.

Notas:

[1] Y no lo haría por alejarme, como el poeta.
[2] “El libro del tren”, título en español para un libro ilustrado de Peter Herring.

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