viernes, 2 de diciembre de 2005

Verdaderas causas

"¿Que porqué robaron en mi casa? ¡Pues porque dejé la puerta abierta!"

Pues más acertado y profundo (y sencillo) sería decir que te robaron porque alguien cometió un robo y tomó tus cosas. Sí, ya sé, si vos no hubieras dejado la puerta abierta…

Pero digo esto porque me parece que vamos camino a pensar que la única o principal causa de que se expanda el SIDA es porque no se usan preservativos.

Sí, sí, la reja o la alarma quizás hay que ponerla, pero cuánto más efectivo sería que la gente no se metiera a robar. Y esto no es imponer moral cristiana, aunque la moral cristiana concuerde.

Dicen que buscamos una “nueva generación de no fumadores”, o “gente cuidadosa que use el cinturón de seguridad”; estamos supuestamente tan preocupados por “la educación de nuestro pueblo” y no somos capaces de ayudarlo respecto a otro tipo de cosas. En esas otras cosas, decimos, cada uno es “libre de elegir” (¡uf!, que engañoso concepto es ese).

Pensar que la única o principal causa de la expansión del SIDA es que la gente no usa preservativo es como pensar que los embarazos indeseados se multiplican también por ello, por no usar preservativo.

Así como pensar que para evitar el aborto hay que evitar los embarazos no deseados. Que suena "lógico". Pero para evitar el aborto hay otra solución también, y es no abortar. Y para evitar embarazos no deseados otra solución es desearlos. Y si no es prudente que haya concepción y nos disgusta tanto abortar (bueno, buen síntoma), no andemos jugando como niños con fuego.

Lo que pasa es que sólo queremos el color y el calor del fuego, pero no sabemos que también quema. Y menos aún pensamos que es bueno que queme.

Pero me fui un poco… dejemos acá.

4 comentarios:

hna. josefina dijo...

¡Muy bueno! Y no se puede decir que sean razonamientos "cristianos". Aunque, desde ya -como decís- el cristianismo concuerde. Porque el cristianismo siempre va a concordar con 'el verdadero' sentido común.

Anónimo dijo...

Qué buen post hermano y gracias por tu escrito, en este momento estaba viendo "hermano sol hermano luna" y me recordaba de lo que me escribiste.
Lee mi blog, dame tu opinión al respecto.
un abrazo, saludso a tu familia

Anónimo dijo...

El bastante incomprendido papa Paulo VI fue profeta con la encíclica Humane Vitae. Acá copio un trocito que ilustra bien, creo, lo que tan bien dices. Todo enlaza, todo calza, pero ¿quién quiere verlo así?

"Graves consecuencias de los métodos de regulación artificial de la natalidad

17. Los hombres rectos podrán convencerse todavía de la consistencia de la doctrina de la Iglesia en este campo si reflexionan sobre las consecuencias de los métodos de la regulación artificial de la natalidad. Consideren, antes que nada, el camino fácil y amplio que se abriría a la infidelidad conyugal y a la degradación general de la moralidad. No se necesita mucha experiencia para conocer la debilidad humana y para comprender que los hombres, especialmente los jóvenes, tan vulnerables en este punto tienen necesidad de aliento para ser fieles a la ley moral y no se les debe ofrecer cualquier medio fácil para burlar su observancia. Podría también temerse que el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, acabase por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce egoístico y no como a compañera, respetada y amada.

Reflexiónese también sobre el arma peligrosa que de este modo se llegaría a poner en las manos de Autoridades Públicas despreocupadas de las exigencias morales. ¿Quién podría reprochar a un Gobierno el aplicar a la solución de los problemas de la colectividad lo que hubiera sido reconocido lícito a los cónyuges para la solución de un problema familiar? ¿Quién impediría a los Gobernantes favorecer y hasta imponer a sus pueblos, si lo consideraran necesario, el método anticonceptivo que ellos juzgaren más eficaz? En tal modo los hombres, queriendo evitar las dificultades individuales, familiares o sociales que se encuentran en el cumplimiento de la ley divina, llegarían a dejar a merced de la intervención de las Autoridades Públicas el sector más personal y más reservado de la intimidad conyugal(...)"


Dos más dos= ¡cuatro! Suma y sigue...

Juan Ignacio dijo...

Humanae Vitae es una gran encíclica. Recuerdo haberla leído y haber pensado muchas cosas...

Viejo post...