Presentado el fragmento a un amigo, "comunionyliberacionista" de experiencia, él lo encontró "como sacado de un libro de don Giuss".
La idea era muy interesante. Aunque quizás quedó, en mi caso, sólo como una idea. La propuesta de Comunión y Liberación nunca fue, en mi camino de fe, algo decisivo. Quizás porque soy un poco "antisocial". Quizás porque yo ya había experimentado ese encuentro con alguien, ese encuentro con un miembro de la Iglesia, continuación de Cristo, que me dio a conocer a su Maestro. Es por eso que, imagino, no me faltaba lo que C&L me podía dar.
Pero aún los que parecemos (y somos) muy tímidos o poco sociales, aquellos que describimos nuestro camino hacia Dios por un proceso casi exclusivamente personal, aún esos tenemos nuestro momento de encuentro, de conocimiento de una persona.
Lo necesitamos al menos para conocer a Jesús. Para creer sin haber visto. Para aceptarlo. Para empezar a seguir al Hijo de Dios y cumplir su Palabra, lo cual se transforma luego en todo un proceso posterior, más o menos "social".
En mi caso debería hablar, casi sin duda, de mis padres como esas personas con las que me encontré. Pero creo conocer casos en que ese encuentro se da con otras personas y en distitos momentos de la vida.
(No hay que desacreditar a C&L. Vale aclarar que en un evento organizado por ese movimiento tuve un encuentro que, si bien no fue mi primer encuentro con Jesús, fue un encuentro decisivo en mi vida, y por demás amoroso; imaginensé).
La idea era muy interesante. Aunque quizás quedó, en mi caso, sólo como una idea. La propuesta de Comunión y Liberación nunca fue, en mi camino de fe, algo decisivo. Quizás porque soy un poco "antisocial". Quizás porque yo ya había experimentado ese encuentro con alguien, ese encuentro con un miembro de la Iglesia, continuación de Cristo, que me dio a conocer a su Maestro. Es por eso que, imagino, no me faltaba lo que C&L me podía dar.
Pero aún los que parecemos (y somos) muy tímidos o poco sociales, aquellos que describimos nuestro camino hacia Dios por un proceso casi exclusivamente personal, aún esos tenemos nuestro momento de encuentro, de conocimiento de una persona.
Lo necesitamos al menos para conocer a Jesús. Para creer sin haber visto. Para aceptarlo. Para empezar a seguir al Hijo de Dios y cumplir su Palabra, lo cual se transforma luego en todo un proceso posterior, más o menos "social".
En mi caso debería hablar, casi sin duda, de mis padres como esas personas con las que me encontré. Pero creo conocer casos en que ese encuentro se da con otras personas y en distitos momentos de la vida.
(No hay que desacreditar a C&L. Vale aclarar que en un evento organizado por ese movimiento tuve un encuentro que, si bien no fue mi primer encuentro con Jesús, fue un encuentro decisivo en mi vida, y por demás amoroso; imaginensé).
1 comentario:
Yo no tengo problemas para entrar en el video: supongo que lo que te pedirá el ordenador es simplemente una actualización de Windows Media.
Un saludo
Compostela
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