lunes, 28 de noviembre de 2005

Adviento con el Papa

Hoy que las tenemos, gracias a los medios de comunicación, que por otro lado tantos problemas nos causan, tenemos que aprovechar las palabras del Papa. Será una comparación muy trillada, pero si un cristiano de los primeros siglos supiera que en el futuro los cristianos tendrían la palabra del mismo Papa en casi cualquier lugar del mundo, hubieran sentido una felicidad inmensa.

Día a día leemos noticias y noticias, estamos al tanto de lo que hace el presidente o tal ministro. Por otra parte, el tipo de noticias y el modo en que se ven y se comprenden es muy mundano. Por eso es una bendición tener la posibilidad de consultar diariamente periódicos o agencias de noticias católicas, con otra forma de ver las cosas y con las palabras de nuestro Papa y pastores.

Y como esta entrada ya esta muy vulgar, vamos a lo que vine. Adviento: qué dijo el Papa. Cosas muy simples, pero muy importantes. Sigo la línea del artículo de Zenit (27.11): “Adviento, tiempo para volver a esperar en la renovación del mundo: asegura el Papa”.
(...) cada vez que la comunidad cristiana se prepara para hacer memoria del nacimiento del Redentor, experimenta en sí un escalofrío de alegría, que se comunica, en cierta medida, a toda la sociedad.
“¡Escalofrío de alegría!”. ¡Sin igual! Me gustaría conocer el original, pero no dudo que sea literal la traducción, por ser tan “originales” las palabras.
En Adviento --aclaró--, el pueblo cristiano revive un doble movimiento del espíritu: por una parte, levanta la mirada hacia la meta final de su peregrinación en la historia, que es el regreso glorioso del Señor Jesús; por otra, recordando con emoción su nacimiento en Belén, se agacha ante el Nacimiento.
Contagiado por lecturas “castellaninas”, es una alegría escuchar hablar de la segunda venida, tema tan poco de moda.
(...) los cristianos tienen que despertar en su corazón la esperanza de poder, con la ayuda de Dios, renovar el mundo.
Toda una utopía hasta para algunos que nos consideramos cristianos. Pero no lo seremos tanto si es que pensamos que no podemos desear y pedir a Dios eso, si es que pensamos que eso es imposible. Como decía Santa Teresa de Ávila:

(...) es harto daño no creer que Dios es poderoso para hacer obras que no entienden nuestros entendimientos.
De las Moradas sextas, capítulo tres; alguna vez lo traje aquí.

5 comentarios:

Marina dijo...

El "escalofrío de alegría" me trae ecos del "Mi alma se estremece de gozo" o casi cualquiera de las traducciones, que refieren a algo impactante, donde no cabe esa división alma/cuerpo en el sentido de que una alegría grande "en el alma", ¿por qué no va a repercutir con un sacudón fuerte en el cuerpo?...No siempre y no hace falta el sacudón para que la alegría valga pero a mí expresiones así me hablan de la unidad que somos. Y en cuanto al Adviento, de las riquezas más lindas que disfruto en la Iglesia es ponerme a "empezar el año" cuando todo te invita a terminar arrastrándote, a querer que "todo pase", a malhumorarte ...yo a partir del primer domingo de Adviento me sé en un nuevo año y eso me encanta, me renueva...Hermoso blog, saludos en Cristo

Hache dijo...

Suponiendo que el original haya sido en italiano, dice "fremito di gioia".

No se suficiente italiano, pero en http://www.demauroparavia.it/46071 dice algo asi como "agitación imprevista y violenta provocada por un intenso sentimiento; temblor del cuerpo que manifiesta tal estado".

En castellano frémito significa bramido.

hna. josefina dijo...

El link al texto italiano:
http://www.vatican.va/news_services/or/or_quo/text.html#1

Anónimo dijo...

Hola: me entero tarde del mensaje del Papa, hubiera comentado algo en mi blog, por cierto me gustaría concoer un poco cóm oes tu espiritualidad las influencias que has tenido y cóm oes tu vida de piedad, cuéntales a tus lectores.
un abrazo
ApóstolCarlos

Juan Ignacio dijo...

Gracias por ponderaciones y buenos datos. Las preguntas se agradecen, porque fomentan la propia reflexión.
Saludos.