En general, por un rato largo las sigo,
y las mato cuando me animo.
Pero esta vez... la vi de lejos,
pasaba lo más oronda y rapidito
a plena luz y hacia el lugar que yo más quiero
(porque allí entonces estaban ellos).
Señalé el libro y salí a su encuentro;
sabía que tenía poco tiempo.
Saqué alguna prehistórica fuerza
de hombre defendiendo a su familia
de las furias de la naturaleza.
Y con el tradicional “chancletazo”
di final a su vida
en el umbral de la pieza.
Y que me perdonen los ecologistas...
(este asunto tiene muchas aristas).
6 comentarios:
¡Buenísimo! el verso... y el chancletazo.
¿mataste una mosca entre tanto verso? :O
Eso me pareció. Soy malaza para las interpretaciones versísticas :s
¿Entendí mal?
Era algo un poco más grande y no volaba, pero no entremos en detalles que me da un poco de vergüenza.
Saludos.
¡Muerte Muerte!
El macho de la manada defenciendo a su descendencia.
Una cucaracha menos.
Y asi
por la agilidad en el salto,
el chancletazo
y la señalada
la Paz de los queridos se salvo.
Ecologistas, apartaos!
que no hay fuerza mayor
que la que la naturaleza
prodiga a los prehistoricos
(solo en caso de necesidad)
¡bravo valiente!
Gracias, gracias...
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